BOLETIN DEL ORATORIO DE ALBACETE.
N.º 74. DICIEMBRE. 1968.
Navidad de los Derechos Humanos
Desde que Dios se hizo hombre, el hombre ha subido de valor. Aunque, tantas
veces, ni él para sí mismo, ni en relación con sus semejantes, ha sabido estimar
esta dignidad. Dignidad básica, elemental, a la que hay que volver siempre, con
atención, seriedad y sinceridad, si queremos evitar el riesgo de edificar sobre
la arena del error, de la pereza o de la ignorancia, alturas fantásticas e hipó-
critas.
Primeramente, hombres.
Dios, para acercarse 2 nosotros, también comenzó haciéndose hombre.
Nosotros podemos acercarnos a él, en la medida que, conscientes y agradecidos
de haber recibido nuestro ser natural, lo respetemos en nosotros y lo respetemos
en los demás. El hombre no desplaza al cristiano, sino que lo supone, Esta pre-
misa no puede ser sustituida por ninguna pretendida distinción espiritualista,
porque sería falsa.
Dios creó hombres, no almas; Cristo redimió hombres, no almas. En este
sentido es elocuente la respuesta que un obispo brasileño acaba de dar a cierto
(pasa a la página siguiente)
Con el precepto de ser publicada en este lugar, hemos recibido la
siguiente nota:
En el núm correspondiente al mes de noviembre de la Revista «Laus» (pág. 1)
se dice que «Por causas ajenas a nuestra voluntad nos vemos precisados a suprimir
varios textos que teníamos preparados para este número, a los que se alude en el
1 (141)
anterior artículo». Ante las equivocas interpretaciones que pudiera sugerir en el
lector la frase transcrita, esta Dirección General, haciendo uso del derecho de rectifi-
cación que le concede el art." 62 de la Ley de Prensa e Imprenta y el Decreto 745/1966,
de 31 de marzo, debe puntualizar que los artículos a que se refiere fueron sometidos
a consulta voluntaria por la Revista, al Delegado Provincial de Información y Turismo,
y no fueron autorizados por entender que no se ajustaban al objeto declarado por la
publicación.
No puede decirse, pues, que la no inserción de dichos artículos se debe a «causas
extrañas a nuestra voluntad- sino que, por el contrario, obedece a dos causas ligadas
precisamente a la libre voluntad de la publicación: la determinación, libremente deci-
dida, de su objeto propio —que, a su vez fijado, obliga a ajustarse a los términos del
mismo—. Y la decisión, también libremente, adoptada, de someter los textos a consul-
ta, lo que, en caso de respuesta no aprobatoria, no supone prohibición de publicar,
sino la sola consecuencia de no eximir de la posible responsabilidad administrativa a
que se incurra al hacerlo».
(viene de la página primera)
alto personaje que le aconsejaba que se cuidase solamente de las almas y no
hablara tanto de derechos humanos". El obispo le ha contestado: "No soy obis-
po  de almas, sino de hombres".
Por esto es útil recordar, una vez más, estos principios de derecho natural
—por lo tanto, divino—, de los que nadie quiere ser enemigo teórico; pero que
tantos, después de hacer el cumplido formulario de su adhesión, escamotean
prácticamente, hasta hacer exclamar al profesor René Cassin, Premio Nobel de
la Paz y artífice en buena parte de la Declaración de los derechos humanos,
que "ningún país, ni siquiera el más adelantado, puede jactarse de satisfacer
todas las exigencias de la Declaración".
Es Navidad. En estos dias-10 de diciembre-se cumple el XX aniversario
de la Declaración. El Papa, la Iglesia y sus Pastores se unen a esta conmemo-
ración, sinceramente. Nosotros hemos preparado este número con documentos
y doctrina de la Iglesia —como siempre hacemos en nuestros artículos Es
una modesta aportación a dicho aniversario.
Deseamos a todos nuestros amigos y lectores una
Navidad bendecida con la gracia y la paz
del Señor.
2 (142)
EL CRISTIANISMO
El Cristianismo no es un humanismo,
no es una filosofía,
no es un ideal,
no es una moral,
no es un partido,
no es —profundamente— ni siquiera una «religión»
El Cristianismo es más que todo eso: es una vida; una vida de Dios en
el hombre, y, por el hombre, en el mundo.
Desde que Dios se hizo hombre, una luz penetra las almas y un aliento
mueve la existencia de los que le siguen de verdad. Esta luz es
la fe; este aliento es la gracia.
Dios entró en la historia visible de los hombres por medio de Cristo,
y ahora va penetrando en toda la vida del mundo por
medio de los cristianos. Lentamente, trabajosamente, entre
persecuciones y purificaciones que imponen constantemente la
referencia al Evangelio. Y crece, mientras tanto, como una luz
siempre amaneciendo, la experiencia profunda, gozosa y dolo-
rosa del misterio cristiano, en las almas que buscan y esperan
con buena voluntad el Día de Dios. Y Dios conduce todos los
acontecimientos –aun los aparentemente contradictorios,
progresivamente, hacia su Reino.
Todos los que buscan y anhelan la verdad, el bien, la justicia, van
hacia Dios. Cuando más fieles sean a su deseo, más cerca de
Dios se irán poniendo. Cuando Dios se les releve, se sentirán
totalmente redimidos, salvados, liberados.
Es Cristianismo es vida y redención. Vida y libertad.
3 (143)
CUMPLIR LA LEY
Y CUMPLIR CON LOS AMIGOS
Muy frío nos parecía, y casi presuntuoso dada la modestia de nuestras pá-
ginas despachar aquí el simple cumplimiento de una disposición legal ruti-
naria, señalada en el número 1 del Artículo 24 de la Ley de Prensa e Imprenta,
de 18 de marzo de 1966, donde, con el fin de proteger el derecho del público que
lee y sostiene las publicaciones españolas, se dice textualmente que "CON IN.
DEPENDENCIA DEL CARACTER PUBLICO DEL REGISTRO DE EMPRESAS
PERIODISTICAS, ANUALMENTE, PARA INFORMACION DE LOS LECTORES
EN LAS PUBLICACIONES PERIODICAS SE HARAN CONTAR, EN ESPACIO
PREFERENTE, LOS NOMBRES DE LAS PERSONAS QUE CONSTITUYEN LOS
ORGANOS RECTORES, LOS DE LOS ACCIONISTAS QUE POSEEN UNA PARTI.
CIPACION SUPERIOR AL DIEZ POR CIENTO DEL PATRIMONIO SOCIAL, Y
UNA NOTA INFORMATIVA DE SU SITUACION FINANCIERA" Muy frio nos
parecería, decimos, si ello no fuese completado con unas palabras de reconoci-
miento hacia los lectores —en nuestro caso "amigos"- que nos acompañan y
estimulan con su simpatía y su apoyo. Por eso, en una misma ocasión, queremos
satisfacer dos deberes.
En primer lugar, y en cuanto a los requisitos erigidos en la Ley de referen-
cia, quedan exceptuadas de los dos últimos requisitos, de acuerdo con el Artículo
21 de la misma Ley, las "REVISTAS QUE REGLAMENTARIAMENTE SE DEFI-
NEN COMO DE CARACTER TECNICO, CIENTIFICO O PROFESIONAL", tal
como se describen en el apartado c) del Artículo 10 del Decreto 743, de 31 de
marzo de 1966. Las publicaciones de contenido religioso 70 comprendidas en los
apartados a), b), c) y d) del Artículo 10 del Decreto 2.246, de 23 de julio de 1966,
editadas por Instituciones eclesiásticas, se consideran comprendidas entre las
definidas en el apartado c) del Artículo 10 del citado Decreto 743, de 21 de marzo
de 1966. Que es el caso de 72 nuestro Boletín, que vio concretado el temario solic-
itado, del siguiente modo, por medio de la Orden ministerial del 30 de marzo
de 1967: "OBJETO Y FINALIDAD: NOTICIAS Y COMENTARIOS RELIGIOSOS,
ESPECIALMENTE RELATIVOS A NUESTRO INSTITUTO, Y PROPAGANDA DE
LA PROPIA ESPIRITUALIDAD Y DE LA IGLESIA CATOLICA EN GENERAL.
TEMAS QUE COMPRENDE: HORARIOS DE CULTO Y DE ACTIVIDADES PRO-
PIAS DEL APOSTOLADO DE LA CONGREGACION. COMENTARIOS ASCETI-
CO-RELIGIOSOS SEGUN EL ESPIRITU FUNDACIONAL, NOTICIAS GENERA-
LES DEL INSTITUTO, FORMACION BIBLICO-LITURGICA, DIRECTRICES Y
PENSAMENTO PONTIFICIO, FOMENTO DE VOCACIONES".
4 (143)
Según se reconoce, también, en la misma Orden del 30 de marzo de 1967, del
Ministerio de Información y Turismo, el Boletín "LAUS" pertenece a la Congre-
gación del Oratorio de San Felipe Neri, como Empresa propietaria y editora,
debidamente inscrita en el REGISTRO DE EMPRESAS PERIODISTICAS.
Los nombres de las personas que componer el equipo redactor que confeccio-
na o revisa los textos que en él se imprimen, son los siguientes: Ramón Mas,
Fernando Ugena, Miguel Abia; el primero como Director de la revista.
La revista se reparte gratuitamente. La propaganda que a veces figura en
ella es totalmente desinteresada y obedece a jinés solamente apostólicos y al
fomento de la información y de la cultura religiosa y difusión de la buena pren-
sa, según la finalidad especificada en nuestras Constituciones. La financiación
de la revista se cubre con las aportacione espontáneas de los amigos del
Oratorio.
Y es aquí donde la formalidad rutinaria de conformar nuestra declaración a
las exigencias legales, nos brinda la oportunidad de decir una palabra amable a
nuestros "amigos", con sinceridad y sencillez, convencidos de que ellos mismos,
también reconocer que, lo que tiene más importancia y lo que más agradecemos,
no es ya ese pequeño y simbólico auxilio material, siempre estimable, sino el
afecto y el calor con que nos acompañan, no sólo en esta pequeña tarea de pu-
blicar "LAUS" —a pesar de que no le faltan dificultades—, sino en todo el con-
junto espiritual y apostólico que encarna el Oratorio y que difunde en ese Alba-
cete entrañable.
CONVERSACIONES DEL ORATORIO
Con el tema general de
LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
se tendrán, en el mes de enero, las siguientes «conversaciones»:
— Viernes, 10 de enero, a las 8’30 de la tarde:
DERECHOS HUMANOS PERSONALES
D. PEDRO GARCIA DE LEANIZ
planteará los principios y dirigirá el diálogo.
— Viernes, 24 de enero, a las 8’30 de la tarde:
DERECHOS HUMANOS SOCIALES
a cargo de
D. ENRIQUE VILLAMAÑAN VALVERDE
5 (145)
PRIMER CENTRO UNIVERSITARIO CATÓLICO
DIRIGIDO POR SEGLARES
EN INGLATERRA
La revista católica londinense "THE TABLET", en su número del 26 de octu-
bre este año, nos trae, a los oratorianos, una grata noticia, que no lo es igualmen-
te para los católicos ingleses de manera especial: acaba de ser inaugurado, el
primer centro universitario católico de Inglaterra, dirigido totalmente por s-
eglares , con la denominación "NEWMAN COLLEGE".
La citada revista comenta como "en casi todas las cosas, John Henry New-
man, se adelantó a su tiempo, como profeta de lo que tenía que venir, y en nada
tanto como en relación con el papel del laicado en la Iglesia" Se refiere, en par-
ticular, a la exposición que el ilustre hijo de san Felipe hizo sobre la interven-
ción de los seglares en la defensa de la fe, durante la herejía arriana, Tam-
bién de todos es conocido su empeño en integrar a los seglares en las tareas
docentes de la Universidad Católica de Dublín, a cuya fundación se consagró,
y las incomprensiones y sinsabores que le acarreó, precisamente al plantear el
propósito de incorporar a los seglares & sus tareas. Y no menos sus pensa-
mientos en orden a establecer un Oratorio en Oxford, pensando particularmente
en los intelectuales... Cosas hermosísimas y necesarias que quiso hacer, que
podía hacer, pero que los demás los "buenos" precisamente le echaron por
tierra, y que representaron, en su vida, una parte no indiferente de su marti-
rio interior.
"Pues bien dice la revista-, ahora el profeta recibe el honor merecido
en su propia Iglesia y en su propio lugar. El, que empleó tantos años en el
Oratorio de Birmingham, tiene en Bartley Green, en la misma orilla verde que
circunda la ciudad, el nuevo Colegio católico magistral que lleva su nombre.
Está dirigido totalmente por seglares, y es el primer Colegio católico magis-
tral para hombres y mujeres dirigido por un seglar: tal como a Newman le
habría gustado".
La misma información nos dice que, a pesar de que las obras no estarán
terminadas hasta fines del próximo año, ya ha recibido sus primeros alumnos
en este curso. Para otoño de 1970 será capaz de acoger a 720 alumnos,
Dicho centro comprenderá la totalidad de los cursos hasta expedir el Cer-
tificado en Educación y el Grado de Bachelor (equivalente a nuestra Licencia
tura) en la misma materia.
Felicitamos a nuestros hermanos del Oratorio de Birmingham, por el suceso
que tanto les afecta y que tantas promesas encierra.
6 (146)
CONCIENCIA DE LA REALIDAD
Nuestro vivir cristiano atesora mu-
chas cosas positivas, pero tiene tam-
bién muchas negativas.
Hemos sido una comunidad más
cuidadosa de afirmar y defender la fe
que de levarla a sus consecuencias so-
ciales; más preocupada de salvarnos
de los peligros del mundo, que de sal-
var al mundo, que se ha ido formando,
en muchas cosas, al margen de nos
otros; mas afanosa de mantener su
fidelidad al ayer histórico y a un pre-
sente relativamente cómodo que de vi-
vir en Inquietud creadora cara al fu-
turo, confiada en leyes de un Estado
que se afirma católico y en favorables
tradiciones seculares con peligro de no
formar a los hombres para el ejerci-
cio de su libertad con sentido de res-
ponsabilidad, Misioneros, sí, con preocupación de
enviar misioneros y de prestar ayuda
a tierras lejanas; pero menos pre-
ocupados de llevar la verdad y la vida
de Cristo a muchos hermanos que
conviven con nosotros y han ido de-
jando de pensar y de vivir cristiana-
mente por un corrimiento —cuando
no por una brusca caída— hacia pen-
sares distintos y aun diametralmente
opuestos al cristianismo.
Mientras tanto, nosotros satisfe-
chos y engañados con las apariencias,
seguíamos pensando que nuestra socie-
dad era íntegramente cristiana. La
Conferencia Episcopal Española habló
largamente de este problema, uno de
los más graves de nuestro momento
eclesial, en su declaración colectiva
ante el Año de la Fe. Y a él hacía alu-
sión también el Papa Pablo VI cuan-
do hablaba a los obispos de España de
dar mayor dinamismo a nuestra fe.
¿Qué hacer en tal estado de cosas?
lo primero, despertar si estamos
dormidos (Is. 26, 19). Es preciso avivar
la conciencia de la realidad. Tenemos
que conocerla cómo es de hecho, nos
guste o nos disguste. Y es preciso que
todos nos aunemos ya en el conoci-
miento de los hechos.
Después hemos de formular pla-
nes De acción. Hay entre nosotros —y
pienso en los sacerdotes y en los re-
ligiosos y en los seglares— tendencias
y actitudes muy diversas. Obedecen a
nuestras diferencias de edad, de for-
mación, de temperamento, de sim-
patía. Nada importa esa diversidad;
ni estorbaban nada las tensiones que
de ella pudieran seguirse. La tensión
en señal de vida. Pueden, muy al con-
trario, ser enriquecedoras, porque la
unidad rica de verdad no es la del mi-
neral, que es "una" porque todas las
moléculas de cada cuerpo son idénti-
cas entre sí; sino la del cuerpo vivo
que es "uno" con maravillosa varie-
Y así, una en la variedad y varia
en la unidad, quiere Dios a la sociedad
y a la Iglesia.
Mons. José Mª Cirarda
(29. 11. 68).
NO REGALEIS JAMAS ARMAS O JUGUETES DE GUERRA A VUESTROS HIJOS
7 (147)
EL VERDADERO DIOS
No es un Dios lejano...
Es un Dios que lo encontramos a cada paso.
No es un Dios cruel, vengador...
Es un Dios que nos quiere, que nos perdona.
No es un Dios para los ricos...
Es un Dios para los pobres de espíritu.
No es un Dios para los sentimentales...
Es un Dios para los fuertes y esforzados.
No es un Dios que se opone al progreso..
Es un Dios que quiere un mundo más perfecto.
No es un Dios que quiere el mal...
Es un Dios que lo transforma en bien espiritual.
No es un Dios triste...
Es un Dios que nos ofrece su felicidad.
El verdadero Dios es el Dios del Amor, es el Dios del Evangelio;
por eso, si lo queremos encontrar, hemos de buscarlo en el Cristo
del Evangelio.
¿QUE ES, PUES, LA FE?
No es un conocimiento perfecto de Dios; ni es una actitud reli-
giosa; ni un simple fervor; ni una claudicación de la inteligencia; ni un
sentimiento.
Es una luz que ilumina; es una adhesión a una palabra; es fiarse
de Dios; es convivir en Dios; es amar a los hombres; es aceptar a Cristo,
Hijo de Dios...
La vida es un comino hacia Dios y la fe nos da la seguridad de que,
al término de la jornada, lo encontraremos. Pero hemos de ser como
los niños. Los niños, los corazones rectos, los sabios que no se dan
cuenta de que lo son, tienen el espíritu tierno, y la sabia divina puede
circular libremente por él y producir el fruto sabroso de la Fe.
8 (148)
LOS DERECHOS HUMANOS
Y LA «PACEM IN TERRIS»
En el boletín del mes de abril, de este mismo año,
publicábamos el texto integro de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos". A la hora de hacer
un cotejo entre su articulado y la multitud de pasajes
de textos pontificios y conciliares relativos a los de-
rechos de la persona humana, nos encontraríamos
con tal abundancia de referencias, imposible de con-
tener en el limitado espacio de que disponemos. Por
esto nos limitamos a reproducir algunos párrafos de
la encíclica de Juan XXIII "Pacem in terris". COMO
muestra especialmente significativa, sin más comen-
tarlo que los epígrafes que nos guían en su cla-
ción. Al final, lo que rotulamos como "deberes" vere-
mos que, en el fondo, también son derechos"
DERECHO A LA EXISTENCIA Y A
UN DECOROSO NIVEL DE VIDA
(11) Puestos a desarrollar, en primer término, el tema de los derechos del
hombre, observamos que éste tiene un derecho a la existencia, a la integridad
corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son,
principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia
médica y finalmente, los servicios indispensables que a cada uno debe prestar
el Estado. De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la segu-
ridad personal en caso de enfermedad, Invalidez, viudez, vejez, paro y, por últi-
mo, cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios ne-
cesarios para su sustento.
DERECHOS A LA BUENA FAMA, A
LA VERDAD Y A LA CULTURA
(12) El hombre exige, además, por el derecho natural, el debido respeto a
su persona, la buena reputación social, la posibilidad de buscar la verdad libre-
mente y, dentro de los límites del orden moral y del bien común, manifestar y
difundir sus opiniones y ejercer una profesión cualquiera, y, finalmente, dispo-
ner de una información objetiva de los sucesos públicos.
(13) También es un derecho natural del hombre el acceso a los bienes de
9 (149)
la cultura. Por ello, es igualmente necesario que reciba una instrucción funda_
mental común y una formación técnica o profesional de acuerdo con el progre-
so de la cultura en su propio país. Con este fin hay que esforzarse para que los
ciudadanos puedan subir, si su capacidad intelectual lo permite, a los más altos
grados de los estudios, de tal forma que, dentro de lo posible, alcancen en la
sociedad los cargos y responsabilidades adecuados a su talento y a la experien-
cia que hayan adquirido.
DERECHOS AL CULTO DIVINO
(14) Entre los derechos del hombre débese de enumerar también el de
poder venerar a Dios, según la recta norma de su conciencia, y profesar la re-
ligión en privado y en público.
DERECHO A ELEGIR ESTADO DE
VIDA
(15) Además tienen los hombres pleno derecho a elegir el estado de vida
que prefieran, y, por consiguiente, a fundar una familia en cuya creación el
varón y la mujer tienen iguales derechos y deberes, o a seguir la vocación del
sacerdocio o de la vida religiosa,
DERECHOS ECONOMICOS
(18) En lo relativo al campo de la economía, es evidente que el hombre
tiene derecho natural a que se le facilite la posibilidad de trabajar y a la libre
Iniciativa en el desempeño de su trabajo.
(19) Pero con estos derechos económicos está ciertamente unido el de exi-
gir tales condiciones de trabajo que no debiliten las energías del cuerpo, ni
comprometan la integridad moral, ni dañen el normal desarrollo de la juventud.
Por lo que se refiere a la mujer, hay que darle la posibilidad de trabajar en
condiciones adecuadas a las exigencias y deberes de esposa y de madre.
(20) De la dignidad de la persona humana nace también el derecho &
ejercer las actividades económicas, salvando el sentido de la responsabilidad.
Por tanto, no debe silenciarse que ha de retribuirse al trabajador con un salario
establecido conforme a las normas de la justicia, y que, por lo mismo, según las
posibilidades de la empresa, le permita, tanto a él como a su familia, mantener
un género de vida adecuado a la dignidad del hombre.
DERECHOS A LA PROPIEDAD
(21) También surge de la naturaleza humana el derecho a la propiedad
de los bienes, incluidos los de producción.
(22) Por último, y es ésta una advertencia necesaria, el derecho de propie-
dad privada entraña una función social.
10 (150)
DERECHOS DE REUNION Y DE
ASOCIACION
(23) De la sociabilidad natural de los hombres se deriva el derecho de reunión
y de asociación; el de dar a las asociaciones que creen, in forma más idónea
para obtener los fines propuestos: el de actuar dentro de ellas libremente y con
propia responsabilidad, y el de conducirlas a los resultados previstos.
(24) Como ya advertimos en la Mater et magistra, es absolutamente preciso
que se funden muchas asociaciones u organismos intermedios, capaces de al-
canzar los fines que los particulares por si solos no pueden obtener eficazmente.
Tales asociaciones y organismos deben considerarse como instrumentos indis-
pensables en grado sumo para defender la dignidad y libertad de la persona
humana, dejando a salvo el sentido de la responsabilidad.
DERECHOS DE RESIDENCIA Y
EMIGRACION
(25) Ha de respetarse íntegramente también el derecho de cada hombre a
conservar o cambiar de residencia dentro de los límites geográficos del país:
más aún, es necesario que le sea licito, cuando lo aconsejen justos motivos, emi-
grar a otros países y fijar allí su domicilio. El hecho de pertenecer como ciuda-
dano a una determinada comunidad política no impide en modo alguno ser
miembro de la familia humana y ciudadano de la sociedad y convivencia uni-
versal, común a todos los hombres.
DERECHOS A INTERVENIR EN LA
VIDA PÚBLICA
(26) Añádase a lo dicho que con la dignidad de la persona humana con-
cuerda el derecho a tomar parte activa en la vida pública y contribuir al bien
común. Pues, como dice nuestro predecesor, de feliz memoria, Pio XII, el hom-
bre, como tal, lejos de ser objeto y elemento puramente pasivo de la vida s-
ocial, es, por el contrario, y debe ser y permanecer su sujeto, fundamento y fin.
DERECHO A LA SEGURIDAD
JURÍDICA
(27) A la persona humana corresponde también la defensa legitima de sus
propios derechos: defensa eficaz, igual para todos y regida por las normas obje-
tivas de la justicia, como advierte nuestro predecesor, de feliz memoria, Pio XII
con estas palabras: Del ordenamiento jurídico querido por Dios deriva el inalie-
nable derecho del hombre a la seguridad jurídica y, con ello, a una esfera con-
creta de derecho, protegida contra todo ataque arbitrario.
11 (151)
CONEXIÓN ENTRE DERECHOS Y
DEBERES
(28) Los derechos naturales que hasta aquí hemos recordado están unidos
en el hombre que los posee con otros tantos deberes, y unos y otros tienen en
la ley natural, que los confiere o los impone, su origen, mantenimiento y vigor
Indestructible.
(29) Por ello, para poner algún ejemplo, al derecho del hombre a la exi-
stencia corresponde el deber de conservarla; al derecho a un decoroso nivel de
vida, el deber de vivir con decoro; al derecho de buscar libremente la verdad,
el deber de buscarla cada día con mayor profundidad y amplitud.
EL DEBER DE RESPETAR LOS
DERECHOS AJENOS
(30) Es asimismo consecuencia de lo dicho que, en la sociedad humana, a
un determinado derecho natural de cada hombre corresponda en los demás el
deber de reconocerlo y respetarlo. Porque cualquier derecho fundamental del
hombre deriva de su fuerza moral obligatoria de la ley natural, que lo confiere
e impone el correlativo deber. Por tanto, quienes, al reivindicar sus derechos,
olvidan por completo sus deberes o no les dan la importancia debida, se aseme-
jan a los que derriban con una mano lo que con la otra construyen.
EL DEBER DE COLABORACIÓN
CON LOS DEMÁS
(31) Al ser los hombres por naturaleza sociables, deben convivir unos con
otros y procurar cada uno el bien de los demás. Por esto, una convivencia huma-
na rectamente ordenada exige que se reconozcan y se respeten mutuamente los
derechos y los deberes. De aquí se sigue también el que cada uno deba aportar
su colaboración generosa para procurar una convivencia civil en la que se res
peten los derechos y los deberes con diligencia y eficacia crecientes.
(32) No basta, por ejemplo, reconocer al hombre el derecho a las cosas ne-
cesarias para la vida si no se procura, en la medida posible, que el hombre posea
con suficiente abundancia cuanto toca a su sustento.
(33) A esto se añade que la sociedad, además de tener un orden jurídico,
ha de proporcionar al hombre muchas utilidades. Lo cual exige que todos reco-
nozcan y cumplan mutuamente sus derechos y deberes e intervengan unidos
en las múltiples empresas que la civilización actual permita, aconseje o reclame.
EL DEBER DE ACTUAR CON SEN-
TIDO DE RESPONSABILIDAD
(34) La dignidad de la persona humana requiere además, que el hombre,
en sus actividades, proceda por propia Iniciativa y libremente. Por lo cual, tra-
12 (152)
tándose de la convivencia civil, debe respetar los derechos, cumplir las obliga-
ciones y prestar su colaboración a los demás en una multitud de obras, princi-
palmente en virtud de determinaciones personales. De esta manera, cada cual
ha de actuar por su propia decisión, convencimiento y responsabilidad, y no
movido por la coacción o por presiones que la mayoría de las veces provienen de
fuera. Porque una sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza hi de
calificarse de Inhumana. En ella, efectiva rente, los hombres se ven privados
de su libertad, en vez de sentirse estimulados, por el contrario, al progreso de
la vida y al propio perfeccionamiento.
VERDAD, JUSTICIA, AMOR Y
LIBERTAD
(37) El orden vigente en la sociedad es todo él de naturaleza espiritual. Por-
que se funda en la verdad, debe practicarse según los preceptos de la justicia,
exige ser vivificado y completado por el amor mutuo, y, por último, respetando
íntegramente la libertad, ha de ajustarse a una igualdad cada día más humana.
«ES MÁS FÁCIL HABLAR DE LIBERTAD
QUE CONCEDERLA»
El pasado día 19 de noviembre, la Radio
Vaticana dijo para España:
Debemos estimar, difundir y apoyar a la prensa católica. A esto responderán
algunos que, para que estimemos a la prensa católica, ésta ha de presentarse
más dignamente, pues demasiadas veces ocurre que para enterarse uno de lo
que sucede ha de acudir a la prensa laica o neutra.
Este reproche se ha podido hacer —y se sigue haciendo por desgracia a
muchos órganos de prensa confesionalmente católicos. Pero añadamos a conti-
nuación que no es esa la doctrina que la Iglesia, el Concilio y el Papa nos han
enseñado.
Pablo VI dice que "el sano periodismo debe rendir integro testimonio a la
verdad de los hechos".
En la carta que en su nombre envió el Cardenal Secretario de Estado a la
reunión de Tarento (Congreso de la prensa católica italiana), se exponen los
principios del sano periodista: "ante todo el respeto a la verdad. Si no se respeta
esta condición, la prensa no cumple su función intrínseca de servicio a la hu-
13 (153)
manidad. Al difundir o comentar la noticia, la objetividad debe prevalecer
sobre cualquier otro interés. La objetividad exige imparcialidad, que no se
silencie lo esencial. Es lo contrario a lo tendencioso: a la presentación de una
noticia con la finalidad de confundir al que lee".
El Concilio Vaticano II nos enseña en el Decreto sobre los medios de co-
municación social, lo siguiente:
"La información debe ser siempre verdadera, y, salvadas la justicia y la
caridad, debe ser integra".
El Papa Juan XXIII decía a los periodistas:
"Estáis al servicio de la verdad, y sólo en la medida en que le sois fieles,
respondéis a lo que de vosotros esperan los hombres. Y decimos a propósito
los hombres en general; pues si hubo una época en que la prensa sólo alcanzaba
a un grupo selecto, es evidente que hoy termina por orientar, en definitiva, las
ideas, los sentimientos y pasiones de una gran parte de la humanidad. Así que
la deformación de la verdad por los órganos de información puede tener conse-
cuencias incalculables".
Esta es la doctrina constantemente enseñada por la Iglesia. La deberíamos
practicar honradamente quienes nos llamamos católicos. Que no ocurría con la
prensa como con las cuestiones sociales; que no se diga que los católicos somos
únicos dando doctrina, pero que somos los primeros en no cumplirla.
Claro que para que esta doctrina sobre la información se pueda cumplir hace
falta un ambiente de libertad y no "esa desconfianza radical hacia toda libertad",
de que habla el Obispo de Guadix-Baza en su reciente pastoral sobre la Dignidad
de la persona humana. Pero lo decimos otra vez: es más fácil hablar de liber-
tad que concederla.
No iniciéis a vuestros hijos en la crueldad,
regalándoles armas para matar animales y
pájaros. Cuando serían mayores les importaría
menos matar o dejar matar a los hombres.
14 (154)
DOCTRINA DE LA IGLESIA
Y DERECHOS HUMANOS
Dentro de lo reducido del espacio de que disponemos en estas páginas, ha-
bíamos pensado dar, en este número, un poco más de doctrina de la Iglesia,
relacionada con los "derechos humanos", dado que existe en abundancia, como
puede reconocer todo cristiano medianamente instruido. A tal efecto habíamos
preparado unos párrafos continuos de la interesante exhortación pastoral de
monseñor Gavino Díaz Merchán, obispo de Guadix-Baza que, con el título "LA
DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA", aparece en el Boletín de aquel Obis-
pado, del pasado mes de noviembre. Sometidos "consulta voluntaria" a te-
nor de la Ley de Prensa e Imprenta actualmente vigente, no han merecido, en
el criterio de la Delegación del Ministerio de Información y Turismo, ser auto-
rizados para su publicación en este número de LAUS. Es cierto que, según la
expresada Ley, la "no aprobación" de un texto que se presenta a "consulta vo-
luntaria", no constituye una prohibición para que se publique, sino solamente
el riesgo, si a pesar de no ser autorizado se publica, de incurrir en responsabili-
dades y sanciones administrativas; ante lo cual, en nuestro caso, optamos por
evitar, voluntariamente, tal riesgo, y limitarnos a recomendar a nuestros amigos
v lectores, que se procuren por otros medios la lectura de tan interesante docu-
mento episcopal, escrito a la luz de la doctrina oficial de la Iglesia y pensando
en la realidad que nos circunda. Como se desprende, podrán encontrar el texto
integro en el Boletín del Obispado de Guadix-Baza, del pasado mes de no-
viembre.
Otro tanto nos ha sucedido con unos fragmentos continuos, sin comentario
alguno ni referencia, que pertenecen a la Constitución conciliar "GADIUM ET
SPES", y que tratan de otro interesante aspecto relacionado con los derechos
11umanos". Nuestros lectores podrán encontrar este texto en cualquier manual
parte segunda, de la citada Constitución conciliar "GAUDIUM ET SPES" con
que contenga los documentos del Concilio Vaticano II, en el capítulo IV, de la
su rada, como se sabe, a la Iglesia y el mundo actual.
Completando estas enseñanzas oficiales de la Iglesia, y también sin comen-
tario ni referencia, incluíamos un párrafo luminoso del Papa Juan XXIII, que
nuestros diligentes lectores pueden encontrar, con el número 48, en la de todos
conocida encíclica "PACEM IN TERRIS".
De este modo, nos ajustamos al parecer de la Administración, por una par-
te, e indicamos, por otra, el modo de que nuestros lectores puedan ilustrarse
con el repaso de estos elementales y oportunos principios de doctrina católica,
sobre moral, ley natural y "derechos humanos".
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En la noche de Navidad y de la Circuncisión del Señor,
se celebrará
MISA DE MEDIANOCHE
La iglesia se abrirá media hora antes (11-30) de comen-
zar la misa. Absténganse de asistir los que no puedan
ser puntuales.
Se ruega la observancia de la debida corrección, silencio y
respeto que merece el lugar sagrado.
Hacemos notar que, en las correspondientes vísperas de estos
dos días, se suprimen las misas vespertinas de las 8 de la
tarde. Las misas del día serán las mismas de costumbre en
las fiestas: 10, 11 y 12 de la mañana, y 8 de la tarde.
En las vísperas de Navidad y Circuncisión del Señor, se oirán
confesiones, de 7'30 a 830 de la tarde, en la capilla antigua.
LAUS DEO
Director: P. Ramón Mas, C. O."
Edita: Congregación del Oratorio - Apartado 182.- Albacete.
Imprime: LA VOZ DE ALBACETE, S. López, 14 22-12-08.
Depósito Legal: AB-103-62.
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