BOLETIN
DEL ORATORIO ALBACETE. |
N.° 90. NOVIEMBRE. 1970. |
¿SER O PARECER? |
Este dilema, tan parecido
al célebre "ser o no ser" hamletiano, solía pro- |
ponerlo San Felipe cuando
se trataba de aclarar la sinceridad del cristiano |
Desde luego es más sutil
que la frase de Shakespeare: "ser o no ser permanece |
Como una alternativa tan
radical, que no permite ficciones absolutas: |
en cambio. "ser o
parecer se convierte fácilmente, por astucia o por prioridad |
mal elegida, en el escollo
donde embarranca la sinceridad. |
A corto plazo no es
demasiado difícil la ficción. Cuando el orgullo o el |
egoísmo tienen prisa, no
les cuesta improvisar apariencias o, simplemente ocultar |
realidades. No nos
preocupamos en cimentar, en edificar, sino en apa- |
rentar, en exhibir, en
"parecer"... En ponernos cosas encima, no crecer desde |
dentro. |
¿Ideas?.. No: lo sumo
escaparate lógico y no siempre de malabarismos |
o encadenamientos
conceptuales, de recortes no entendidos. Do asimilados, pe- |
ro... exhibibles |
Ved la propaganda de cosas
que "se ponen encima". Ved el poco interés |
por el atesoramiento de
verdad, sobre todo cuando el poder demostrar que lo |
que se posee no es un
título rentable. |
Parecer sabio, parecer
bueno, parecer hombre... ¿Y ser, cuándo?. |
¡No tenemos tiempo! |
Algunos aquietan su mala
conciencia diciéndose: sí, comenzamos por "parecer". |
pero en seguida, contenida
esta urgencia, nos dedicaremos a "ser". P- |
ero, en último término.
Acaban potenciando el "parecido" y nada más. Si otra |
vez la conciencia les
suscita incomodidades profundas, mirarán fuera de sí pa- |
1 (65) |
ra acusar, o envidiar a
los que parecen ser" más que ellos, y les serán cor- |
dialmente hostiles, porque
les ponen en evidencia. No se les ocurrirá pensar, |
sin envidia, que otros
"son" más, solamente porque han trabajado más, por- |
que han mirado menos fuera
para exhibirse y han profundizado más en con- |
struirse. |
¿Cuándo el hombre no
querrá ser una percha vestida que camina?.. |
Seguramente, cuando sea
más diligente, más perseverante, menos disipado; |
cuando se preocupe más en
ayudar a su prójimo que en aprovecharse de el: |
cuando le preocupe hacerse
útil para el bien de muchos; cuando descubra el |
bien que hay en el mundo y
en los demás, no como el ladrón que lo roba para |
no tener que agradecerlo,
sino como el hijo de Dios que se alegra de los dones |
recibidos, porque así
tiene más para repartir a todos los hambrientos de ver- |
dad y de bien que ha de
encontrar por el mundo... |
Así se puede ir
"siendo" hombre, siendo cristiano. Otra cosa es simple eti- |
queta o disfraz; es
"parecer muchas cosas, pero no es "ser" ninguna. Es el |
fracaso. |
Luchar contra la tentación
de las apariencias, es arduo, sobre todo al ver la |
misma sociedad barnizada
de tantas ficciones, cuando el orden y las leyes que |
la organizan son tan
imperfectas, a pesar y precisamente por exhibición de |
optimismos teóricos,
cuando la envidia estimula rivalidades cegadoras que apartan |
del bien universal y
superior, cuando de tanto mirarnos en el espejo de la |
propia vanidad se nos
reduce la inteligencia y seguimos con mal disimulada |
mentalidad pueblerina a
pesar de que, en torno a nosotros, se derriban todas |
las fronteras... |
En el fondo, "ser o
no ser" tal vez sea una cuestión de poder, de fuerza. |
"Ser o parecer",
seguramente es una cuestión de inteligencia, es decir, un tri- |
buto que se da o se niega
a la verdad. |
CONVERSACIONES DEL
ORATORIO |
VIERNES, 27 DE NOVIEMBRE |
8'30 DE LA TARDE |
"EVOLUCION Y
ESPERANZA |
EN EL MUNDO Y EN LA
IGLESIA" |
2 (66) |
A LOS GUARDIANES |
DE LA GRAN ESPERANZA |
Recientemente, el
comunista francés, Roger Garaudy, ha sido noticia en la |
Prensa de todo el mundo al
ser expulsado de su Partido y también por la entre- |
vista televisada que en
mayo mantuvo con el cardenal Daniélou; entrevista cuyo |
texto dio a conocer en su
integridad la mejor Prensa católica y la simplemente |
neutral y bien informada.
Personaje discutido por sus mismos correligionarios, |
se ha distinguido siempre,
en su trato con los católicos, por el respeto que ha |
demostrado a sus
creencias, a pesar de la actitud crítica para ciertas conduc- |
tas contradictorias con la
fe o inhibitorias e ineficaces, según él, para el pro- |
greso humano. |
A propósito de un
encuentro entre católicos y marxistas, celebrado en |
Salzburgo, en 1965, se
reunieron las principales ponencias formando un libro |
que, al ser traducido al
castellano y publicado entre nosotros en 1968, apa- |
reció con el título DEL
ANATEMA AL DIALOGO, de los Libros del Nopal, |
de Ediciones Ariel. En él
figuran, junto a dos extensos trabajos de Garaudy, |
dos ponencias más de los
teólogos católicos Rahner y Metz, que redondean la |
unidad y completan el
indiscutible interés temático. Esa sinceridad de Garau- |
dy, que le acaba de costar
la expulsión del Partido Comunista, ya se hace pa- |
tente en sus palabras de
reflexión sobre la actitud de la Iglesia de nuestros |
días. Entre otras cosas
pugna, también, por una elevación y seriedad crítica |
en la exposición de la
doctrina religiosa. A propósito de cierta propaganda re- |
ligiosa que pretende
enseñar el cristianismo con las imágenes de la supersti- |
ción y beatería.
"Cuando nos explican—dice que se trata simplemente de |
"poner al alcance de
la gente sencilla" esta enseñanza, no podemos dejar de |
pensar que semejante
actitud implica un profundo menosprecio paternalista por |
el pueblo, al que de esta
forma se intenta detener en su desarrollo, mantenién- |
dolo encerrado en los
límites de un mundo intelectual ya superado desde mu- |
cho tiempo atrás". |
Pero nosotros queremos
traer aquí otras palabras de Roger Garaudy, sa- |
cadas de un texto
aparecido el 7 de junio en el número 1.564 de La Documen- |
tation Catholique. Nos
habla en ellas explícitamente de Jesucristo; pensamos |
que son palabras que
"no están lejos" del espíritu de los que buscan su Reino. |
Son éstas: |
AMANECER DEL HOMBRE EN EL
MUNDO |
Aproximadamente bajo el
reinado de Tiberio —nadie sabe exactamente dón- |
de ni cuándo— un personaje
de quien se ignora el nombre abrió una brecha en |
el horizonte de los
hombres. |
3 (67) |
No fue ciertamente un
filósofo, ni tampoco un tribuno, pero debió vivir de |
tal manera que toda su
vida nos expresaba que cada uno de nosotros puede, en |
cada instante, abrirse a
una nueva vida. |
Decenas y tal vez centenas
de narradores populares han contado esta buena |
nueva. Conocemos a tres o
cuatro de ellos. |
El impacto que habían
experimentado, lo expresaron con las imágenes de |
la gente sencilla, de los
humillados, de los ofendidos, de los lacerados cuando |
sueñan que todo se ha
vuelto posible; el ciego que empieza a ver, el paralitico a |
caminar, los hambrientos
del desierto que reciben el pan, la prostituta en la que |
despierta una mujer, aquel
niño muerto que renace a la vida. |
Para clamar esta buena
nueva hasta el límite de sus fuerzas, hizo falta que |
él mismo, por su
resurrección, anunciara que todos los límites, incluso la muer- |
te—cl límite supremo, han
sido vencidos. |
Alguno que otro crudito
puede cuestionar cada hecho de esta existencia, |
pero no se cambia en nada
esta certidumbre que transforma la vida. Una ho- |
guera se ha encendido, y
su llamarada prueba que existió la chispa de la cual |
brotó. |
Esta hoguera prendió en la
rebeldía de un pueblo de proletarios: de no ha- |
ber sido así, el
"establishment" desde Nerón hasta Diocleciano no los hubiese |
maltratado tanto. |
En este hombre el amor
debió ser militante, subversivo; en caso contrario, |
no hubiese sido el primero
en ser crucificado. |
Hasta aquella fecha, todas
las sabidurías meditaban sobre el destino, sobre |
su carácter necesario e
inexorable al que confundían con la racionalidad. El, |
en cambio, representaba la
libertad, la creación, la vida, en una palabra, la an- |
típoda del destino, y
demostraba la locura de tales sabidurías. Ha logrado así |
arrancar la historia de
las garras de la fatalidad. |
Con él se cumplían las
promesas de los héroes y de los mártires del gran |
despertar de la libertad.
No sólo las esperanzas de Isaías o las iras de Ezequiel. |
Prometeo veía caer sus
cadenas, Antígona las murallas que la aprisionaban. Es- |
tas cadenas, estas
murallas —imágenes míticas del destino— quedaban ante él |
reducidas a polvo. Todos
los dioses habían muerto y el hombre amanecía. |
Era como un nuevo
nacimiento del hombre. |
Miro esta cruz que es su
símbolo y pienso en todos los que han ensanchado |
la brecha abierta por
ella: pienso en San Juan de la Cruz, que a fuerza de no |
tener nada nos enseñó a
descubrir el todo; pienso en Karl Marx, que nos ense- |
ñó cómo se puede
transformar el mundo; en Van Gogh y en todos aquellos que |
nos han hecho tomar
conciencia de que el hombre es demasiado grande para |
buscarse a sí mismo. |
4 (68) |
Vosotros, los celosos
guardianes de la gran esperanza que nos robó Cons- |
tantino; vosotros gentes
de Iglesia, desenvolvédnoslo. Su vida y su muerte nos |
pertenece a nosotros
también, a todos los que le encontramos un sentido. A |
cuantos hemos aprendido de
él que el hombre ha sido creado creador. |
Poder de crear, atributo
divino del hombre, allí está, hostia mía de presen- |
cia real, cada vez que
algo nuevo está naciendo para engrandecer la forma hu- |
mana, en el más loco amor
o en el descubrimiento científico, en el poema o en |
la revolución. |
¡HAY QUE DERRIBAR |
LAS MURALLAS! |
A últimos de enero de este
año, en Montreux, Monse- |
ñor Helder Camara,
Arzobispo de Recife, en el Brasil, |
ofrecía un amplio informe,
sobre el tercer mundo y los |
cambios que, desde el
punto de vista cristiano, se impo- |
nían a la conciencia.
Todos sabemos las amenazas que |
pesan sobre este pastor de
la Iglesia, y también como la |
persecución no consigue
reducir até voz al silencio. He |
aquí una parte de su
mensaje: |
Tenéis la suerte de ser
hombres de fe, de ser cristianos. Así, pues, es impor- |
tante que os diga que el
informe que os presento lo he preparado en la oración. |
1. TRISTE REALIDAD,
PERSPECTIVAS MARAVILLOSAS, |
POSIBLE DESENLACE TRAGICO. |
Triste realidad, porque el
80 por 100 de los recursos del mundo está en poder |
del 20 por 100 de los
habitantes de la tierra. |
Perspectivas maravillosas,
porque todos sabemos que, por primera vez en la |
historia, el hombre tiene
amplias posibilidades de cumplir el mandato del Crea- |
dor, de dominar la
naturaleza y de completar la creación; por primera vez la |
técnica dispone de
recursos efectivos para promover el desarrollo de todo hom- |
bre y de todos los
hombres. |
Posible y probable
desenlace trágico, teniendo en cuenta la ceguera de la |
parcela privilegiada que
encuentra "normal" el gasto de 150 billones de dólares |
5 (69) |
por año en armamento y
reúne apenas 10 millones para la cooperación económica |
y social. |
2. OCASION UNICA PARA LOS
CRISTIANOS |
La responsabilidad
cristiana nos hace temblar. El hemisferio norte, el mundo |
desarrollado, el 20 por
100 que tiene en sus manos el 80 por 100 de los recursos |
de la tierra, son de
origen cristiano. ¿Qué impresión pueden tener del cristianismo |
nuestros hermanos
africanos, asiáticas e incluso las mismas masas latino- |
americanas, si el árbol
debe ser juzgado por sus frutos, y nosotros, cristianos, |
somos en gran parte
responsables del mundo Injusto en que nos encontramos? |
Se Invoca al cristianismo
para una casi cruzada contra el comunismo, se |
acude al cristianismo
contra la ola de odio, de radicalización y de terror que se |
levanta por doquier. El 20
por 100 que deja al 8 por 100 en situación evidente- |
mente infrahumana, ¿está
totalmente autorizado a pretender que el comunismo |
aplasta a la persona
humana?.. ¿No es el incitador de la violencia y el respon- |
sable de las explotaciones
de odio que brotan por doquier? |
Mientras que se consolidan
las injusticias a lo largo de los siglos —injusticias |
consolidadas que
inmediatamente nos parecen "orden social" a defender y a sal- |
vaguardar— nosotros,
cristianos, nos desentendemos hasta tal punto de los pro- |
blemas terrenos que
llegamos a facilitar la implantación de la injusticia. |
¡Qué gran y bello
testimonio podríamos dar, unidos a nuestros hermanos |
cristianos de los países
desarrollados, si nos juntásemos para hacer todo lo que |
está en nuestras manos, a
fin de que el hemisferio norte, el hemisferio cristiano |
o de origen cristiano,
rompa su egoísmo y revise profundamente las obligaciones |
de Justicia en sus
relaciones con el mundo subdesarrollado! |
3. DE LA TEORIA A LA
PRACTICA |
Yo he aludido a las
conversaciones de Medellín, de Upsala y de Beirut. Si |
4 estos documentos
añadimos la "Populorum Progressio" de Pablo VI, podemos |
decir que en los próximos
años nosotros, los cristianos, tenemos bastantes tex |
tos en el campo social. El
problema, para nosotros, es llevarlos a la práctica. |
Y es aquí donde
precisamente surgen las dificultades externas e internas. |
Exteriormente, los
privilegiados y los Gobiernos acostumbran a saludar con al- |
borozo textos como los
citados arriba, manifestándose perfectamente de acuerdo |
con su contenido. Y sin
embargo, en el momento en que alguien se decide |
poner en práctica los
textos aplaudidos, inmediatamente se acusa de subversión |
y de comunismo. |
Todo el mundo está de
acuerdo en afirmar que existen abusos y errores en |
las estructuras
socioeconómicas y políticoculturales. Pero para los Gobiernos y |
Dara los privilegiados, lo
que ha costado siglos en consolidarse, no puede cambiarse |
en unos días, en algunos
meses o incluso en algunos años. Interiormente |
muchos dirigentes
cristianos se dejan dominar por el temor de que los cambios |
6 (70) |
demasiado rápidos
trastornen el "orden social, atenten contra el principio de |
autoridad y destruyan la
propiedad privada. |
¿Orden social? ¿Pero de
qué orden hablan? Aquel que tenemos ante los ojos |
merece más bien el nombre
de desorden social, de Injusticia estratificada. |
¿Propiedad privada? Pero,
¿quién no sabe, quién no ve cómo hemos terminado |
por descubrir un derecho
divino a la propiedad privada, mientras que lo |
que es de derecho divino
es que la propiedad privada debe ser extendida a todos |
y no constituir monopolios
odiosos y opresivos? |
4. ANTICOMUNISMO, ¡CUANTOS
ABUSOS |
SE COMETEN EN TU NOMBRE! |
Vosotros habéis observado
ya, ciertamente, cuántas necedades, cuántas fe- |
lonías se cometen bajo
pretexto de evitar la subversión y de combatir el co- |
munismo. |
La primera consecuencia
consiste en mantener las estructuras actuales que |
son una violencia
permanente y secular. Viene en seguida la adopción de mé- |
todos totalitarios de
estímulo a la delación; de sospecha general: de suspen- |
sión de las libertades; de
presiones intempestivas y arbitrarias; de torturas |
morales y físicas para
arrancar declaraciones. No penséis que yo hago alusión |
A un país en particular:
lo que es grave es que la obsesión anticomunista lleva |
Lógicamente a estos
métodos que, por su parte, Incitan cada vez más a la radi- |
calización y a la
violencia, |
Quien es sinceramente
demócrata, quien cree en la fuerza de la verdad y |
del amor y desearía hablar
no puede hacerlo; como Igualmente no puede escri- |
bir ni convocar
reuniones... ¿Cómo no comprender que la juventud, principal- |
mente, pase a la
clandestinidad y trate de oponer la violencia a la violencia? |
5. LO QUE ES NECESARIO
TENER CON |
CLARIDAD EN EL ESPIRITU |
Tengamos la humildad y la
valentía de reconocer que somos responsables, |
en gran escala, de que la
injusticia entre los hombres haya llegado tan lejos, |
puesto que la injusticia
procede del hemisferio que, al menos por su origen, es |
cristiano. Tenemos,
efectivamente, pecados de omisión que reparar. |
Es fácil y cómodo, a los
países ricos frente a los países pobres, actuar en tér- |
minos de ayudas
financieras y técnicas que, casi siempre, terminan en ayudas |
Aparentes y en
expoliaciones auténticas. Es incómodo para los países ricos pen- |
sar en cambios efectivos
de estructuras económicosociales y políticoculturales |
de los países pobres, por
la sencillísima razón de que ellos ya no serían los pro- |
veedores de la materia
prima indispensable para la manutención y la expansión |
de las economías
desarrolladas. |
No nos hagamos ilusiones:
el cambio de estructuras en los países subdesarro- |
7 (71) |
llados será inviable sin
el cambio de estructuras en los países desarrollados. La |
expresión debe tomarse al
pie de la letra. |
6. ¿COMO DERRIBAR LAS
MURALLAS DE |
JERICO? |
Cuando os preguntéis si es
posible citar un ejemplo de un país cualquiera |
que, sin violencia armada,
ha podido cambiar sus estructuras, es posible responder |
que hasta un pasado muy
reciente, la humanidad no disponía de medios |
tan poderosos de
comunicación social como los que disponemos nosotros hoy. |
Ahora bien, sucede que en
los países subdesarrollados, aquellos que se deciden |
a derribar las
estructuras, aun cuando ellos lo hagan con métodos demo- |
cráticos, pierden acceso a
estos poderosos medios de comunicación social, cuando |
no pierden, al mismo
tiempo, sus derechos cívicos. |
Prestad todavía este
servicio a la causa de la paz: sin medir los sacrificios, |
tratad de experimentar que
la verdad, el amor y la fe, con la bendición divina, |
son capaces de sacudir y
derribar las murallas de Jericó. |
ES IMPRESCINDIBLE |
PROCURARSE INFORMACIÓN
HONESTA |
PARA NO SER VICTIMA DE LA
DESORIENTACIÓN |
Nosotros suponemos que
nuestros |
amigos y lectores
resuelven la necesi- |
dad de estar informados
sobre la vida |
de la Iglesia y también
que se procurar |
criterios para una
interpretación cris- |
tiana de los hechos más
salientes que |
son noticia en el mundo,
recurriendo a |
alguna de las
publicaciones existentes |
que, si no abundan tanto
como seria |
deseable, si pueden
ofrecer al lector in- |
teresado e inteligente, la
noticia y la in- |
terpretación honesta que,
limpia de |
tendenciosidades y
compromisos ajenos |
al Reino de Dios, le
ayuden a vivir y |
a crecer en la fe, en el
lugar y en la ho- |
ra que nos toca
desenvolvernos. |
¿Hace falta que volvamos a
indicar |
el título de alguna de
estas revistas: |
"Vida Nueva",
"Hechos y dichos, "El |
Ciervo", "Mundo
Social", "Cuadernos |
para el Diálogo",
"Cuestiones de vida |
Cristiana"…? El
lector asiduo de algu- |
na o algunas de estas o
parecidas revis- |
tar, caracterizadas por su
agilidad men- |
tal, amor a la Iglesia y
modernidad de |
pensamiento, difícilmente
caer en las |
angustias y dudas de los
desorientados, |
para quienes la fe
cristiana era más bien |
una reina ideológica que
un compromi- |
so esperanzado y
sobrenatural, siempre |
creciente, con la vida. |
LAUS |
Director: P. Ramón Mas, C.
O. Edita: Congregación del Oratorio - Apartado 182.-Albacete |
Imprime: LA VOZ DE
ALBACETE, S. López, 24. 22-10-70 Depósito Legal: AB-103-62. |
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