BOLETIN
DEL ORATORIO DE ALBACETE. |
N.º
7. ABRIL. 1960. |
1.
SEMANA SANTA |
A
través de todo el año, la Iglesia nos lleva ininterrumpidamente a conmemorar
los misterios y la vida de Jesucristo, proyectados en nuestras almas por
medio de la gracia. Pero cuando llegamos a esta semana, que llamamos Santa,
no se resigna ya con apuntar ideas, ni señalar misterios, ni resumir las
gestas del Señor, sino que, día tras día y hora tras hora, acompasando la
marcha del tiempo como para sintonizar con los mismos sentimientos de Jesús,
en estas jornadas y estos momentos, nos lleva despacio de la mano para que,
con El, vivamos otra vez, místicamente, los misterios humanos y divinos de su
Pasión, su Muerte y su Resurrección. Son los misterios que obraron la
redención de nuestras almas y nos llevaron a la nueva vida de hijos de Dios. |
Esta
Semana, santificada por el dolor, por el amor y por la victoria de Cristo,
será verdaderamente santa para cada uno de nosotros, si el espíritu de
oración envuelve nuestra piedad y si mantenemos viva la fe y la caridad que
el Bautismo nos dio y la Eucaristía nos conserva y aumenta. |
{1
(13)} |
2.
RITO DE LA RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO, EN EL SÁBADO SANTO |
En
esta sagrada noche, queridos hermanos, la Santa madre Iglesia, contemplando
la muerte y sepultura de nuestro Señor Jesucristo, en correspondencia a su
amor, está velando: y celebrando su gloriosa resurrección, gózase henchida de
alegría. |
Y
puesto que, según enseña el Apóstol, hemos sido sepultados juntamente con
Cristo por el Bautismo en orden a su muerte, así, |
de
la misma manera que Cristo resucitó de entre los muertos, también a nosotros
nos toca caminar en novedad de vida, seguros de que nuestro hombre viejo fue
crucificado con Cristo, para que en adelante no seamos esclavos del pecado. |
Considerémonos,
pues, estar en verdad muertos para el pecado, viviendo ciertamente para Dios,
en Cristo Jesús, Señor nuestro. |
Por
lo cual, queridos hermanos, terminado el ejercicio cuaresmal, renovemos las
promesas del Santo Bautismo, por las cuales, en otro tiempo, renunciamos a
Satanás y a sus obras, así como al mundo, enemigo de Dios, y prometimos
servir fielmente a Dios dentro de la santa Iglesia católica. |
Así
pues: |
Celebrante:
¿Renunciáis a Satanás? |
Todos:
Renunciamos. |
Celebrante:
¿Y a todas sus obras? |
Todos:
Renunciamos. |
Celebrante:
¿Y a todas sus pompas? |
Todos:
Renunciamos. |
{2
(14)} Celebrante: ¿Creéis en Dios, Padre omnipotente, Creador del |
ciclo
y de la tierra? |
Todos:
Creemos. |
Celebrante:
¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, |
que
nació y padeció por nosotros? |
Todos:
Creemos. |
Celebrante:
¿Creéis también en el Espíritu Santo, la santa |
Iglesia
católica, la comunión de los santos, la remisión {1} |
de
los pecados, la resurrección de la carne |
y
la vida eterna? |
Todos:
Creemos. |
Celebrante:
Ahora, pues, todos a una roguemos a Dios, tal |
como
nuestro Señor Jesucristo nos enseñó a orar: |
Todos: |
Padre
nuestro, que estás en los cielos, * |
santificado
sea tu nombre; * |
venga
a nosotros tu Reino; * |
hágase
tu voluntad, así en la tierra como en |
el
cielo. * |
El
pan nuestro de cada día dánosle de hoy; * |
perdónanos
nuestras deudas, * |
así
como nosotros perdonamos a nuestros |
deudores;
* |
y
no nos dejes caer en la tentación; * |
mas
líbranos de mal. * |
Amén. |
Sacerdote: |
Y
Dios omnipotente, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró en el
agua y el Espíritu Santo, y que nos otorgó la remisión de los pecados, nos
guarde él con su gracia, en el mismo Cristo Jesús, Señor nuestro para la vida
eterna. |
Todos:
Amén. |
|