BOLETIN DEL ORATORIO DE ALBACETE.
N.º 36. OCTUBRE. 1963.
1. CÓMO SERÁ LA IGLESIA
Llevamos ya varios meses en obras y, aun cuanto las recias paredes ya inician perimetralmente el espacio de las edificaciones, no está de más que demos una sumaria descripción del proyecto, que se extiende, junto al Parque de Albacete, en una superficie libre, de más de 800 m2, contiguos al domicilio de la Congregación del Oratorio albacetense.
El proyecto consta de dos plantas. La inferior con un salón de actos para 300 butacas y otros espacios para las diferentes secciones del apostolado del Oratorio, con instalaciones especiales para los jóvenes y la escolanía. La planta superior se destina íntegramente a templo.
Se ha procurado dar a la construcción, en medio de una gran sencillez plástica, un aspecto que conjugue con la profusa vegetación circundante que, con sus altísimos pinos, constituye casi un milagro de verdor en medio de la inmensa y enjuta llanura manchega. Al mismo tiempo, se integra en la sobriedad regional propia de la Mancha. Con sus limpias paredes de piedra enjalbegada, sobre robusto zócalo, que se elevan a poca altura, hasta recoger el gran tejado —casi dos manos inmensas que se juntan para rezar—, en el que la calidad y disposición de la cerámica ofrece la mejor solución técnica, en su género, {1 (29)} Aspecto general del proyecto {2 (30)} ante las contrastantes diferencias térmicas de esta latitud. El tejado, en su alero, de acusado saliente, se anticipa aún más, en la parte anterior, para servir de amplio y espontáneo cobijo a la entrada.
Externamente, la iglesia tiene una altura más bien escasa y busca, en cierto modo, el simbolismo de la paz que inspira lo horizontal; pero arranca, desde el suelo, en el ángulo anterior que se abre a dos calles, un haz de espigas metálicas, apoyadas en un poste hormigonado, que se elevan hasta el cielo y una de ellas, la más alta, se convierte en cruz: símbolo regional del trigo de nuestros campos, convergiendo con la significación del sacrificio eucarístico, centro y alma del culto cristiano que, en el altar, nos da, cada día, el Pan del alma, El interior, levemente iluminado por un perímetro de matizada luz indirecta, que el alero deja pasar a través de una cinta de cristales de color, se hace intensamente claro en el altar, centrado en el foco elíptico de la nave, y sobre él y el amplio presbiterio, baja la luz, que absorbe la atención desde la misma entrada a la iglesia, de lo que constituye su corazón.
Además del altar mayor y unido al mismo por una grada que enlaza a ambos, un adyacente espacio rectangular se destina al altar del Santísimo Sacramento.
La forma elíptica de la iglesia y la disposición general de su estructura y total diafanidad, consienten una perfecta visibilidad e impresión de cercanía desde cualquier punto de la misma hacia los altares. Se acomodan en sus bancos 350 personas sentadas. Se han tenido en cuenta y estudiado con detenimiento, otros aspectos prácticos, como la acústica, calefacción, higiene, para que la destinación sagrada del lugar, dentro de un ambiente de acusado espíritu de sencillez, invite espontáneamente a la oración y sirva de marco adecuado y cómodo para el esplendor de las ceremonias del culto, sin nada que lo estorbe, y al ejercicio de los ministerios que son más propios de los Padres del Oratorio.
El proyecto es obra de los arquitectos don Adolfo Gil Alcañiz y don Antonio Escario.
2. VOCACIONES SACERDOTALES
También este año el Señor ha dejado oír su voz a algunos de nuestro Oratorio secular para que le consagren sus vidas.
Los llamados han sido estos tres jóvenes: Eduardo Carrasco, Manuel García y Ángel Salazar, que acaban de ingresar en el Seminario Mayor Diocesano de Albacete.
Pedimos gozosa y esperanzadamente al supremio sacerdote, Jesucristo, que no tardemos en ver como se acercan a su altar y se afanan en llevarle generosa cosecha de almas.