BOLETIN
DEL ORATORIO DE ALBACETE. |
N.º
69. ABRIL. 1968. |
1.
SIEMPRE LA PAZ |
Varias
veces, desde este Boletín, hemos hablado de la paz: en especial en el
mes de enero, para secundar los deseos del Santo Padre, afligido en la
infructuosidad de sus nobilísimos intentos, porque se acabe con la guerra
vietnamita, como rezuman explícitamente las palabras de sus múltiples
discursos sobre el mismo tema, y como todos podemos conocer. No hace falta
referirse a los documentos conciliares en los que se deploran los gastos
ingentes que son escándalo para la humanidad y "perjudican a los pobres
de manera intolerable" (Gaudium et spes, 81). Ni la sugerencia de que
"las leyes tengan en cuenta, con sentido humano, el caso de los que se
niegan a tomar las armas por motivo de conciencia y aceptan al mismo tiempo
servir a la comunidad humana de otra forma" (Gaudium et spes, 79).
Porque "la paz es la suprema aspiración de toda la humanidad a través de
la Historia" (Pacem in terris, núm. 1), solamente posible cuando,
"alejada toda injusticia, deseo de dominio y de desprecio por las
personas" (Gaudium et spes, 83), "se considera a la sociedad, ante
todo, como una realidad de orden principalmente espiritual" (Pacem in
terris, 36), porque lo contrario sería "una sociedad que se apoye sólo en
la razón de la fuerza, la cual tendría que calificarse de inhumana" (Id.
34). |
En
estos días próximos a los misterios más altos de nuestra redención, y para
recordar las palabras de Cristo como algo más que un suceso histórico {1
(61)} de hace veinte siglos, invitamos a todos nuestros amigos a recoger con
atención las lecciones que nos ofrece el relato sagrado de la pasión del
Señor y, muy en particular, lo que nos predica y anuncia la paz. Desde el
grito a San Pedro, en Getsemaní, por el cual Cristo le prohíbe el uso de la
espada ni siquiera para defenderle a EI, hasta el saludo reiterado de Cristo
resucitado —"¡No con la espada!" "La paz sea con
vosotros"— Todos podemos hacernos las aplicaciones necesarias y
extenderlas a la misma Iglesia, a pesar que a través de su historia tantas
veces, los que han pretendido seguir a Cristo sin conocerle e intentaron, con
la espada, no sabemos si defenderlo o defenderse El Concilio y el Papa se han
referido a la necesidad de una renovación de las mentes, especialmente entre
la juventud, en favor de la paz. Por nuestra parte, mientras preparamos
selecciones de textos pontificios y episcopales con la breve ilustración
interpretativa requerida, invitamos a leer y reflexionar sobre todos los
extremos de los documentos conciliares y pontificios que se refieren a la
paz, con el debido apoyo de una base natural y humana, para que nunca se
pudieran reducir a simple teoría alienadora y descomprometida. Por esta misma
razón, apoyados en las repetidas y explícitas alusiones pontificias,
reproducimos en este número el texto íntegro de los derechos humanos" de
la O.N.U. |
Mientras
deploramos que, por el atropello de estos derechos, otra víctima de la
"no violencia", Martin Lutero King, haya sido abatido, como otro
Cristo. El Papa ha dicho que, ante esta muerte, "unirá su recuerdo a la
tragedia de la pasión de Cristo", el primer gran "no
violento", el cual, en aquel grito, "¡No con la espada!",
resumía todo el sermón de la montaña: la pobreza, la mansedumbre, la
transparencia de corazón, la misericordia, y bendecía el dolor de las víctimas
de la injusticia. |
{2
(62)} |
2.
El nombramiento de los Obispos, es España |
En
estos días, dos diarios madrileños han mantenido un debate que ha despertado
la atención de los españoles al discutir un tema que estaba, de tiempo, en el
ánimo de todos: el hecho de que, a pesar del "humanísimo ruego" del
Concilio, aún sigue en España el "nombramiento de los obispos por el
Estado. La negativa de la Santa Sede a los sucesivos candidatos que el
Gobierno siga presentando para su designación efectiva, no impiden que la
persona designada lo sea más, en su conjunto, por la voluntad gubernamental
que por el parecer de la Santa Sede; so pena de alargar indefinidamente las
provisiones de diócesis vacantes —con evidente daño para las almas—{1} hasta
llegar, por lo menos, a una aquiescencia recíproca. |
El
diario "Ya" constata que la renuncia, por el Estado, a tal
privilegio, no se ha obtenido hasta la fecha y, naturalmente, desea e insiste
para que se haga cuanto antes. |
El
diario "Arriba", por su parte, pretende rebatir las razones de
"Ya" con reticencias cesaristas; razonamientos inadmisibles en esta
época, aunque comprensibles en la línea política que mantiene. A propósito de
la insinuación de aspecto económico que este diario apunta, le contesta
"Ya" (28-3-68): |
"No
estimamos acertada la alusión de los privilegios económicos de la Iglesia,
los cuales no son canjeables con su libertad, sino que tienen una raíz
absolutamente distinta. Nos atreveríamos a recordar que existen dos razones
de contribución del erario del Estado al presupuesto eclesiástico: la
primera, de restitución (que por nuestra parte desearíamos ver pronto
definitivamente cancelada mediante acuerdo especial, al menos porque resulta
"anacrónica" una restitución hecha a plazos y por siglos
indefinidos); la segunda, porque el catolicismo del Estado con sus deberes
anejos (como otras religiones en otros países) es un resultado del
catolicismo mayoritario de la sociedad, cuya fe se trasfunde a
manifestaciones prácticas de la vida pública, en lo cultural, en lo
artístico, en la beneficencia y en el mismo culto. Muchas naciones encuentran
válidas razones para subvencionar a las Iglesias por su actividad y
servicio." {3 (63)} Esta primera razón de restitución en la que se apoya
el argumento de "Ya", viene consignada claramente en el texto del
Concordato y aceptada, consiguientemente, por el Estado, aunque sea de
lamentar el no haberse cumplido el número 1 del Art. XIX, con lo cual la
Iglesia sigue, dependiendo, en lo económico, del Estado. A esta equivoca
situación ha dado lugar, seguramente, la interpretación menos acertada que se
ha dado al número 2 del mismo Art., y que permitía al Estado aplazar
demasiado la urgencia de la restitución. He aquí el texto interesante de
dicho Art, concordatario: |
"Art.
XIX. 1. La Iglesia y el Estado estudiarán, de común acuerdo, la creación de
un adecuado patrimonio eclesiástico que asegure la congrua dotación de culto
y clero. |
2.
Mientras tanto, el Estado, a título de indemnización por las pasadas
desamortizaciones de bienes eclesiásticos y como contribución a la obra de la
Iglesia en favor de la Nación, le asignará anualmente una adecuada
dotación." A pesar de todo, es decir, de que el Estado es deudor a la
Iglesia, existe cada vez más, en el seno de la misma—como no han faltado
ejemplos para demostrarlo—la disposición creciente a renunciar aún a lo
justo, si ha de ser interpretado como precio de una renuncia a la libertad
con que ha de dar testimonio del Evangelio, en todos los niveles, tanto si
esta falta de libertad puede proceder del modo como los poderes públicos la
atienden, como de la interpretación popular, espontánea o dirigida. |
He
aquí el pensamiento de la Iglesia, tanto en lo referente a los posibles
privilegios del poder civil, como a la estimación que merezcan al ser
interpretados por los hombres: |
"Con
el fin de defender debidamente la libertad de la Iglesia, y de promover más
apta y expeditamente el bien de los fieles, es deseo del sacrosanto Concilio
que, en lo sucesivo, no se concedan a las autoridades civiles más derechos o
privilegios de elección, nombramiento, presentación o designación para el
cargo del episcopado; en cuanto a las autoridades civiles, cuya obediente
voluntad para con la Iglesia reconoce y altamente estima el Concilio,
humanísimamente se les ruega que quieran renunciar espontáneamente, después
de consultada la Sede Apostólica, a los derechos o privilegios susodichos, de
que, por pacto o costumbre, gozan hasta el presente." (Decr.
"Christus Dominus" núm. 20). |
La
Iglesia no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está
ligada a sistema político alguno. |
{4
(64)} […] No pone, sin embargo, su esperanza en privilegios dados por el
poder civil: más aún, renunciará al ejercicio de ciertos derechos
legítimamente adquiridos tan pronto como conste que su 150 puede empanar la
pureza de su testimonio o las nuevas condiciones de vida exijan otra
disposición. Es de justicia que pueda la Iglesia en todo momento v en todas
partes predicar la fe con auténtica libertad, enseñar su doctrina social,
ejercer su misión entre los hombres sin traba alguna y dar su juicio moral,
incluso sobre materias referentes al orden político, cuando lo exijan los
derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas."
(Const. "Gaudium et spes" núm. 76). |
Por
esto no es de extrañar que algunos obispos españoles se hayan referido a la
necesidad de una revisión del Concordato entre España y la Santa Sede. A
pesar de la escasa publicidad que se le diera en su día, todos podrán
recordar el explícito deseo que formuló, en este sentido, Monseñor Mauro
Rubio, obispo de Salamanca, especialmente grato a los albacetenses por haber
nacido en nuestra provincia. No menos claras que aquéllas son estas palabras
recentísimas del cardenal Bueno Monreal, arzobispo de Sevilla, en unas
declaraciones hechas al "Diario de Navarra": |
"La
provisión de las sedes episcopales vacantes está sujeta a las normas
establecidas en el acuerdo entre la Santa Sede y el Estado español, el cual
está vigente mientras no se reforme. Después de los deseos manifestados por
el decreto conciliar "Christus Dominus" el Concordato no refleja el
espíritu de la Iglesia que busca una libertad auténtica en la designación de
los pastores sin que quede sujeta a limitaciones civiles." El diario
"El Alcázar", del 3 de este mes de abril, escribía al comentar las
palabras del cardenal: |
"Por
mucho que se quiera lucubrar hay un hecho clarísimo: hoy en España sigue el
Gobierno nombrando —aunque se empleen los eufemismos que se quiera para
evitar esta palabra— a los obispos, y eso está en contradicción con lo que,
de manera muy clara, es el deseo de la Iglesia." Y el "Correo
Catalán", del día 2: |
"Ninguna
explicación oficial se ha dado a por qué España aún no ha renunciado tal como
hace ya años ha pedido solemnemente el Vaticano Il y siguiendo el ejemplo de
otras naciones oficialmente menos católicas." Podría seguir la antología
documental y de comentarios. Pero nos parecen {5 (65)} suficientes los
aducidos para dar una idea general del problema que, por si mismo, reclama
una rápida solución. Ya no es posible disimular la urgencia y la importancia
de los intereses espirituales que están en juego, digan lo que digan los
interesados en silenciarlo. No puede continuar la persistencia de una
situación que dificulta, después del Concilio, la provisión rápida de
personas idóneas para el gobierno de la Iglesia en las diócesis españolas. La
rapidez sólo sería posible si prevaleciera el método concordatario y sin
poner reparos a los candidatos presentados por el Gobierno; lo cual
precisamente es contrario a lo que pide el Concilio y a lo que exige la
naturaleza, la autonomía y la necesidad de la Iglesia española; máxime
cuando, así las cosas, son en realidad una veinte a los nombramientos que
actualmente, por una u otra razón, habría que hacer. |
3.
SOBRE LA FE |
Dios
no es algo que, artificiosa o engañosamente, introducimos ahí; no metemos en
esa experiencia del amor —en un juego mayúsculo de prestidigitación— al
«idolátrico Emperador del mundo», en que muchos creyentes han creído, y
contra el que se resolvía el también filósofo Maritain. |
Y
si alguno me llamase ateo —lo mismo sea religioso que arreligioso el que me
increpe— le diría: «te engañas si piensas que amando a tu hermano no amas a
Dios, pues forzoso es que amando a tu hermano amas al amor mismo, y el amor
es Dios» (Com. 1." Epístola S. Juan, S. Agustín). |
Yo
no hallo otro camino religioso para encontrar a Dios: «solamente en la
relación humana entre yo y tú, podemos encontrar a Dios». Eso es lo que creo
con Martin Buber, el profundo pensador judío de El eclipse de Dios. Un
eclesiástico y filósofo —verdadero filósofo— se lo plantea del mismo modo:
«el hombre en cuanto hombre, que vive en la presencia respetuosa y amorosa
del otro, es en quien se hace presente el Absoluto» (Prof. José Manzana,
«Ateísmo contemporáneo») Cuando me doy cuenta que tengo que construir un
mundo nuevo, para que sea una realidad «el respeto a todo hombre» —que es lo
que pedía San Pedro—.Cuando no reduzco a los otros al nivel de cosas, o de
instrumentos de mi capricho o de mi ventaja —cuando les trato y pido que se
les trate como personas—, vive presente en mi algo absoluto y decisivo en mi
vida, que me envuelve constructivamente. Vivo entonces el bien absoluto, vivo
a Dios. |
{6
(66)} Creo convencidamente en el hombre, aunque no siempre en los hombres. Y
creo que todo el que lucha por el bien de los otros, por una mayor justicia y
una mejor convivencia entre los humanos, sin guerras ni discriminaciones
—como no me cansare de repetir— raciales, sociales, políticas, culturales o
religiosas, en virtud del dinamismo interno de su elección del bien por el
único motivo de hacer el bien, quiere y ama el bien en sí como fin último de
su existencia. Y éste que así lo hace —se lame creyente o no se lo llame—
«conoce a Dios sin saberlo» (Maritain, «Búsqueda de Dios»). Y le conoce, no
conceptualmente, sino de forma más importante, sin etiquetas ni títulos, en
«un conocimiento radicalmente práctico..., existencial» (Maritain, O.C.) Dios
ya no será para él ningún impedimento para ser hombre, ninguna pantalla para
no querer directamente a cualquier ser humano, ninguna alineación. Es un
hecho real en la vida propia, liberador, que unos llaman de un modo y otros
de manera distinta. |
Enrique
Miret Magdalena. |
4.
Palabras de Martín Lutero King |
SOBRE
LA NO VIOLENCIA (al fiscal, desde la cárcel de Birmingham, 1963): "En su
exposición, usted defendía que nuestras acciones, aun cuando sean pacíficas,
deben ser condenadas, porque precipitan a la violencia. ¿No es esto lo mismo
que condenar al hombre que ha sido robado, porque su posesión del dinero
precipitó el acto del robo? ¿No es lo mismo que condenar a Jesús, porque su
conciencia de un Dios único y su incesante fidelidad a la voluntad divina
precipitaron el acto de la Crucifixión?" SOBRE LA NO CONFORMIDAD
(1963):" Esta hora de la historia necesita un grupo dedicado de no
conformistas. Peligrosas pasiones de orgullo, odio y egoísmo se entronizan en
nuestras vidas; la verdad yace postrada sobre las ásperas colinas de anónimos
Calvarios. La salvación de nuestro mundo, sumido en tan indeciso destino,
vendrá, no a través del complaciente arreglo de una mayoría conformista, sino
a través del desarreglo creador de una minoría no conformista. Yo declaro que
no me conformare jamás con los males de la segregación, ni con los
desastrosos efectos de la discriminación, ni con la moral degenerada del
fanatismo religioso, ni con los corrosivos efectos de un sectarismo mezquino,
ni con las condiciones económicas que privan a los hombres de trabajo y de
comida, ni con las locuras del militarismo o los efectos destructores de la
fuerza física". |
{7
(67)} SOBRE LOS DERECHOS CIVILES (en la marcha desde Selma a Montgomery,
1965): "Como una idea cuya hora ha llegado, ni siquiera la oposición de
ejércitos poderosos podría detenernos. Estamos en camino hacia la tierra de
la libertad. Marchamos hacia la realización del sueño americano. |
Marchamos
contra la segregación de viviendas; marchamos contra la segregación de las
escuelas; contra la pobreza; contra las armas. Marchamos contra las armas
hasta que la raza de los aprovechados desaparezca de la arena política, hasta
que los Wallace de nuestra generación, lejos de aquí, tiemblen en silencio.
¡Escucha pueblo mío: la suerte de la batalla está en nuestras manos!"
SOBRE LA PAZ (1964): "Más pronto o más tarde, todos los hombres del
mundo tendrán que descubrir un camino para vivir juntos en paz y así
transformar la elegía de un mundo incierto en un salmo de hermandad. Rehusó
aceptar el panorama de la humanidad limitada trágicamente a la medianoche sin
estrellas del racismo y la guerra; rehusó aceptar que el claro amanecer de la
paz y la hermandad entre los hombres no pueda ser una realidad. |
Y
no lo acepto, porque el derecho vencido temporalmente es más fuerte que el
mal triunfante." EL SUEÑO DE LA LIBERTAD (1963): "Aunque hemos de
afrontar las dificultades de hoy y de mañana, yo todavía sueño. Sueño que un
día esta Dación se levantará y vivirá el verdadero significado de su
creencia: que todos los hombres han sido creados iguales. Sueño que un día
incluso el Estado de Mississippi, un Estado sofocado en el odio de la
opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia. Sueño que mis
cuatro hijos vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el
color de su piel, sino por el agrado de su carácter. Tengo hoy un sueño y si
América ha de ser una gran nación, esto llegará un día a ser verdad... Cuando
esto ocurra, cuando resuene por todo el mundo la llegada del día de la
libertad, nos apresuraremos, todos los hijos de Dios, blancos y negros,
judíos y gentiles, protestantes y católicos, y nos encontraremos para
estrechar nuestras manos y cantar con las palabras del viejo canto espiritual
negro: ¡LIBRES AL FIN, LIBRES AL FIN, GRACIAS, OH DIOS TODOPODEROSO, PORQUE
SOMOS LIBRES AL FIN! |
EN
LA VISPERA DE SU MUERTE (3 de abril, 1968): "Tenemos días difíciles ante
nosotros. Pero eso realmente ahora no me importa. He llegado ya a lo alto de
la montaña. No me protegeré. Como a todo el mundo me gustaría tener una vida
larga. La longevidad tiene también su puesto. Pero no me interesa esto ahora.
Yo sólo quiero hacer la voluntad de Dios. Y él me ha permitido subir a la
montaña. Y he mirado más allá y he visto la Tierra Prometida. Yo no puedo ir
allí contigo, pero quiero que sepas esta noche que, como pueblo, llegaremos a
la Tierra Prometida. Es así como soy feliz esta noche. No tengo miedo a
ningún hombre. Ya muchos ojos han visto la gloria de la llegada del
Señor." 8 (68) |
{8
(68)} |
5.
¿QUÉ ES LA PAZ? |
Actualmente,
intentar definir lo que es la paz no resulta demasiado difícil. |
Todos
tenemos un concepto bastante claro de lo que es la paz y de lo que es la
guerra. Los modernos medios de comunicación nos permiten seguir al día
cualquier conflicto armado en cualquier parte del mundo. La televisión, las
fotos, los comentarios y artículos —sección permanente en todos los
periódicos— hacen que aborrezcamos la violencia y los horrores de la guerra.
Sin embargo, lo que ya no está tan claro, es el saber distinguir entre la paz
aparente y la paz verdadera; es decir, entre la violencia no aparatosa,
disimulada y los fundamentos de una paz auténtica y sincera. |
Si
preguntásemos a cada uno de los ciudadanos de un país que se dice vivir en la
paz, en qué cosas concretas se manifiesta ésta, la mayoría nos respondería,
sin duda, que en el orden, la estabilidad, la ausencia de conflictos, la
tranquilidad, el desarrollo económico, un cierto bienestar, etc. Pero bajo
estas definiciones no quedarían las cosas del todo claras; por ejemplo: el
orden y la estabilidad, ¿son siempre expresión del respeto mutuo entre los
hombres, o por el contrario en muchas ocasiones son resultados del
conformismo, la sumisión y la represión gubernativa?, ¿hasta qué extremo la
ausencia de conflictos significa que todos pensamos igual, o quizá la causa
es la falta de cauces adecuados donde poder expresar las diferentes formas de
pensar?, ¿el desarrollo económico beneficia a todos por igual, o más bien
enriquece en mayor proporción al capitalista que al trabajador?, ¿dicho
desarrollo económico lleva consigo la promoción social del trabajador,
permitiéndole ocupar puestos de dirección, o por el contrario frustra este
derecho y a cambio le da como estímulo artificial el consumo a gran escala?,
¿el deseo de bienestar y de tranquilidad son tan sólo una lícita aspiración
humana, o más bien la mayoría de las veces son consecuencia de un egoísmo
individualista y de una despreocupación y falta de ideales?, ¿hay violencia
solamente cuando existe agresión física, o también el orden es otra forma de
violencia disimulada cuando un grupo social o un Estado intenta ordenar y
justificar las cosas sogún sus propios intereses? |
Si
por paz entendemos, fundamentalmente, la no violencia, es claro que lo dicho
hasta aquí es insuficiente para descubrir si bajo la apariencia de paz y
orden no se esconde esta otra forma de violencia disimulada. Para ello
tendríamos que profundizar un poco más y ver el contenido concreto de este
orden social. Para hablar de verdadera paz tendríamos que constatar que la
libertad no es solamente una teórica igualdad de derechos, sino también una
efectiva igualdad de posibilidades para {9 (69)} expresar y defender los
propios intereses ante los intereses de los poderosos; que la distribución de
bienes no es sólo un relativo bienestar para la mayoría y la opulencia para
una minoría, sino una participación plena de todos en la producción y el
disfrute de la riqueza; tendríamos que decir, igualmente, que para que unos
hombres (también una minoría) no hicieran violencia al resto de los hombres,
habría que evitar que unos pocos monopolicen la cultura, determinen
ideológicamente a los demás, y acumulen en sus manos todo el poder de
decisión y coacción política. |
Tendríamos
que afirmar, en definitiva, que sólo existe la paz en la medida que se
fundamenta en un desarrollo integral de la persona, teniendo en cuenta: su
derecho a una libertad real y operante. A una participación correlativa en
esfuerzo-beneficio en lo económico, en lo cultural y en lo político. |
Del
mismo modo, la paz entre los pueblos sólo es real cuando sus relaciones,
lejos de basarse en situaciones de privilegio y de fuerza de los Estados
poderosos, sobre los pueblos subdesarrollados, se construya en una actitud de
acercamiento y de sincera colaboración. Sustituyendo la paternalista e
interesada ayuda, por el justo pago de las riquezas que tiene cada país,
cesando de este modo la explotación y el colonialismo. |
Por
todo esto, aunque en un país o en una comunidad de naciones veamos un orden y
una estabilidad, un desarrollo económico e incluso una legislación
teóricamente justa, no habrá auténtica paz si en la realidad práctica de los
hechos hay una clase o un grupo que disfrute de la mayor parte de la renta;
si junto con las clases cuitas coexiste una masa ignorante; si un grupo
domina y mentaliza al resto de la sociedad; si son unos pocos los que
controlan el aparato estatal; si un sistema se establece autocráticamente sin
contar con la opinión de los ciudadanos. Si hay millones de hombres que
tienen que emigrar de sus hogares, en busca de medios de subsistencia; si no
hay libertad de asociación para que los trabajadores defiendan con garantía
de éxito sus legítimos intereses; si la mujer sigue siendo relegada a tareas
secundarias; si los adultos no tienen en cuenta la iniciativa y los valores
de la juventud; si todo esto ocurre, aunque haya una paz aparente, no hay una
auténtica paz, porque sigue habiendo violencia, violencia silenciosa, tan
inteligente como cínicamente disimulada, violencia, en fin, de los más
elementales universales e inviolables atributos y derechos del ser humano y
de los pueblos. |
Incluso
yendo más lejos, habría que decir que en esta situación de dominación, el
siempre loable pacifismo sería una traición a la causa misma de la paz. |
Es
más, cuando un hombre o un pueblo es violentado en lo más íntimo y sustancial
de sus derechos, la única forma de alcanzar la verdadera paz es, mediante una
toma de conciencia de esta realidad, una superación personal y una
solidaridad con el resto de los hombres y de los pueblos para cambiar el
orden instituido injusto. |
ENRIQUE
DEL RIO. |
{10
(70)} |
6.
LO FUNDAMENTAL DEL CRISTIANISMO |
He
ahí lo fundamental de la experiencia cristiana del hombre: descubrir, caer en
la cuenta de que la vida en su última substancia consiste en tener que ser
dedicada a algo, no en ocuparse de esto o de lo otro dentro de la vida, que
eso sería lo contrario, meter en la vida algo que se considera valioso, sino
tomar en vilo nuestra existencia entera y entregarla a algo, dedicarla...,
ésa es la averiguación fundamental del cristianismo, lo que indeleblemente ha
puesto en la historia, es decir, en el hombre. |
El
hombre antiguo ignoraba eso: para él, en el mejor de los casos, la vida recta
consistía en aguantar con dignidad los golpes de la fortuna —esto era en su
mejor extremo el estoicismo: la vida como aguantar, el sustine de Séneca.
Pero desde el cristianismo el hombre, por ateo que sea, sabe, ve, no ya que
la vida humana debe ser entrega de sí misma, vida como misión premeditada y
destino interior— todo lo contrario que aguante de un externo destino sino
que lo es, queramos o no. |
¿Qué
otra cosa significa la frase tan repetida en el Nuevo Testamento y como casi
todo el Nuevo Testamento tan paradójica: "el que pierde su vida es el
que la gana"? Es decir, da tu vida, enajénala, entrégala; entonces es
verdaderamente tuya, La has asegurado, ganado, salvado. |
Y
esta concepción de la vida como dedicación de sí misma a algo, como misión y
no simplemente como uso discreto de algo que nos hubiesen regalado y dado ya
hecho, tiene un reverso: |
que
entonces la vida es en su propia esencia responsabilidad de sí misma. |
¿Quién
sino el cristianismo ha hecho este descubrimiento de la vida como
consintiendo en responsabilidad? |
José
ORTEGA Y GASSET en la lección, RENACIMIENTO Y RETORNO. |
¿CRISTIANOS? |
Cada
vez que una escuadrilla de aviones pilotados por cristianos destruye un
poblado de Asia con sus habitantes, en el mismo momento, esa misma
escuadrilla aérea borra del Oriente, una a una, las frases más bellas del
Evangelio. |
Mons.
Jean Rodhain, obispo-presidente de Caritas Internacional. |
PORQUE: |
Toda
acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades
enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, es un crimen contra
Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones. |
Vat.
II, GS, 80. |
{11
(71)} |
7.
COMPRA - VENTA |
Aquellas
treinta monedas cobradas por Judas, "precio de sangre inocente",
brillan aún como estrellas metálicas en el cielo siniestro de las maldades
humanas. Desde entonces, poner precio al bien, a la verdad y a la libertad de
los hombres, es algo más que abusar de su dignidad: es renovar la memoria del
misterio del pecado en el mundo, donde aunque no siempre todo comercio es
necesariamente pecado, si es siempre, todo pecado, forma denigrante de
comercio, abuso y engaño, atropello y robo de los dones de Dios a los
hombres, que llevan su imagen y que son los hermanos de Cristo: |
"lo
que hacéis con uno de los más débiles y pequeños, a mí me lo hacéis". |
No
obstante, el afán de comprar o la urgencia de vender parecen llenar el
frenesí y la angustia de la vida, como si todo en ella fueran cosas, o fuera
convertible en cosas, que se compran y se venden: si se pueden" comprar,
si se "quieren" vender... |
Más
justamente o menos justamente, se compra trabajo y se venden tiempo y
fuerzas: y los ricos se enriquecen y los pobres, por lo menos, comen. |
Pero
se compran y se venden más cosas, cuando se "pueden" comprar y si
se "quieren" vender... Se compran casas y campos, alimentos y
vestidos, coches y libros, pero se compran también y se venden honores y
títulos, victorias y éxitos, palabras y silencios, traiciones y amistades. Y
con dinero se fabrican mentiras que parecen verdades y se infectan y pudren
verdades para que sean mentiras, y se tapan las bocas y se cierran los ojos
que escrutan y delatan, disconformes a seguir siendo encubridores y cómplices
conscientes y gratuitos de la injusticia. En las amistades, en el trabajo, en
los negocios, en los cargos, en la política, en los deportes, en el arte, en
los medios de información... en todo lo que es capaz de convertirse en un valor
estimativo temporal, en todo lo que puede ser medido en el mercado de la vida
humana. |
Hasta
la misma religión tiene que defenderse, sin cesar, del asedio de quienes
quisieran utilizarla para lo que no es del reino de Dios, y pagarían el
precio de su prostitución con dinero robado. |
Es
difícil deshacerse de los tentadores, sin descomponerse, sin perder la propia
dignidad insobornable, porque al que le interesa comprar, sabe tender redes y
encerrar en círculos de compromiso, moralmente irrompibles, desde donde
parece más cómoda la esclavitud conformista y recompensada, aunque indigna,
que el riesgo limpio de la libertad que sabe que hay razones {12 (72)} para
vivir que valen más que la vida. |
La
víctima elegida, por lo común —por eso es elegida— no posee una capacidad de
autodefensa capaz de contrarrestar los medios y recursos del que la asedia y
que por eso actúa como propietario indiscutible del patrimonio del alma"
ajena. Si la indefensa víctima se resiste o quiere huir de la red tendida, el
mínimo reproche que se le escupirá es el del orgullo y de la ingratitud,
mientras se le cierne encima, despótica e implacable, la venganza temida. El
poderoso y despechado comprador de todo, jamás podrá comprender la
autenticidad lúcida y profunda de quien, dueño de su propia conciencia, no
puede traicionarla ni al precio de todo el oro y la seducción de todos los
triunfos y vanidades mundanas — "Todo esto te daré si me adoras"
que valen mucho menos que "el patrimonio del alma", para quien crea
aún que éste "sólo es de Dios", como dijo el poeta. |
Pero
faltan poetas en el mundo. Y no precisamente para que nos envasen la belleza
en palabras o nos la canten en música o nos la declamen en escenarios, sino
para que la ausculten en sus propias almas y descubran el bien, la sed de
verdad y la luz de belleza que Dios ha puesto en ellas y, agradecidos, salgan
de sí mismos para admirar y respetar en los demás un tesoro parecido,
igualmente hermoso, real y bueno, que sería pecado arrancar, deformar o
despreciar, aunque fuese poniendo un precio. |
Hay
en el mundo todavía corazones generosos que se resisten a admitir que la vida
sea un espectáculo y, menos, que ellos deben intervenir como actores a
sueldo; sino que la conciben como un proyecto de bondad y belleza, siempre
perfectible a pesar de la miseria humana, y que puede y debe realizarse con
libertad de con ciencia y respeto, porque de otro modo no sería jamás posible
el amor y porque sólo con el amor se llega a la paz verdadera, tan ansiada en
todas partes, siempre, por todos. |
Las
generaciones jóvenes se muestran cada vez más capaces de este ideal de bien,
de sinceridad, de respeto, de libertad, de justicia y de amor, y no faltan
síntomas elocuentes que lo proclaman sincera y desinteresadamente. Las
sombras que oscurecen, a veces, la nobleza de sus gestos o de sus actitudes,
o son impaciencia desatada ante la lentitud paralizante de los mayores ya
instalados, o torpeza y duda confusa ante las seducciones egoístas con que
éstos les hacen vacilar, o simplemente los primeros síntomas deformantes de
esta misma siembra de egoísmo , que ya arraiga: único bagaje que han sabido
darles, ineptos y cobardes, los que así les preparan (?) para la vida. |
En
el mundo habrá siempre compradores de todo: muchas veces ricos, según el
mundo, pero, en realidad, profundamente miserables, porque les falta todavía
por descubrir su propia riqueza interior, lo que Dios les ha dado, y
agradecerlo. Esos, aunque le nombren por elegancia, no miran a Dios. Miran
fuera de sí mismos, a los demás, para envidiarles, y todo bien ajeno les
parece daño propio, y lo destruyen como sea, o lo comprar al precio que sea,
o lo maldicen si no se vende, o lo matan si no se muere. El día que
serenamente, humildes y agradecidos, descubran el tesoro que les basta tener
en sí mismos, dejarán de sentirse tan miserables y se alegrarán del bien que
también tienen los demás. |
Eso
será el comienzo del amor, la única riqueza, que no se compra ni se vende:
que se da y que se respeta. |
{13
(73)} |
8.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS |
El
10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y
proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. En todo el mundo se
celebra este año el XX Aniversario de dicha proclamación y pensamos hacer un
servicio a nuestros lectores si les ofrecemos el texto íntegro, cuyo
contenido se conmemora, porque en esta Declaración, tal como afirmó Juan
XXIII en su Encíclica PACEM IN TERRIS, se "reconoce solemnemente la
dignidad de la persona humana de todos los hombres y se afirman los derechos
que todos tienen a buscar libremente la verdad, a observar las normas
morales, a ejercer los deberes de justicia, a exigir una vida digna del
hombre y otros derechos vinculados a éstos. Derechos que porque brotan
inmediatamente de la dignidad de la persona humana son universales,
inviolables e inalienables". También el Estado español ha manifestado su
adhesión, oficialmente, a esta conmemoración. |
PRE
AMBULO |
CONSIDERANDO
que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana; CONSIDERANDO que el
desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos
de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha
proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un
mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria,
disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
CONSIDERANDO esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen
de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de
la rebelión contra la tiranía y la opresión; CONSIDERANDO también esencial
promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
CONSIDERANDO que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la
Carta, su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y {14
(74)} el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y
mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a
elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
CONSIDERANDO que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en
cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal
y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre; y
CONSIDERANDO que una concepción común de estos derechos y libertades es de la
mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso; LA ASAMBLEA
GENERAL {t} proclama {t} LA PRESENTE DECLARACION UNVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a
fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose
constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el
respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de
carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universal y
efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de
los territorios colocados bajo su jurisdicción. |
ARTICULO
1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros. |
ARTICULO
2. 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. |
2.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política,
jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa
una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un
territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier
otra limitación de soberanía. |
ARTICULO
3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de
su persona. |
ARTICULO
4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la
trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. |
ARTICULO
5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. |
ARTICULO
6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica. |
{15
(75)} ARTICULO 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,
derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección
contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación. |
ARTICULO
8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley. |
ARTICULO
9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso nj desterrado. |
ARTICULO
10. Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para
la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal. |
ARTICULO
11. 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en
juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias
para su defensa. |
2.
Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos, según el Derecho nacional o internacional. |
Tampoco
se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del
delito. |
ARTICULO
12. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su
familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su
reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales
injerencias o ataques. |
ARTICULO
13. 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su
residencia en el territorio de un Estado. |
2.
Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a
regresar a su país. |
ARTICULO
14. 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país. |
2.
Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente
originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas. |
ARTICULO
15. 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. |
2.
A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiar de nacionalidad. |
ARTICULO
16. 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho,
sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, {16
(76)} a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del
matrimonio. |
2.
Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá
contraerse el matrimonio. |
3.
La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado. |
ARTICULO
17. 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y
colectivamente. |
2.
Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad. |
ARTICULO
18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y
de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de
creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia,
individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la
enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. |
ARTICULO
19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y —¡Estoy de los
derechos humanos hasta la coronilla! ¿Cuántos quedan? |
{17
(77)} de expresión; este derecho incluye ci de no ser molestado a causa de
sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. |
ARTICULO
20. 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión 2. Nadie podrá ser
obligado a pertenecer a una asociación. |
ARTICULO
21. 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos. |
2.
Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las
funciones públicas de su país. |
3.
La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta
voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. |
ARTICULO
22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad
social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada
Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. |
ARTICULO
23. 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su
trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la
protección contra el desempleo. |
2.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual. |
3.
Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme
a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por
cualesquiera otros medios de protección social. |
4.
Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa
de sus intereses. |
ARTICULO
24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a
una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas
pagadas. |
ARTICULO
25. 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de
sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. |
{18
(78)} 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia
especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio,
tienen derecho a igual protección social. |
ARTICULO
26. 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser
gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y
fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción
técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios
superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. |
2.
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana
y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre
todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el
desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de
la paz. |
3.
Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos. |
ARTICULO
27. 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida
cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten. |
2.
Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora. |
ARTICULO
28. Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e
internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración se hagan plenamente efectivos. |
ARTICULO
29. 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en
ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. |
2.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda
persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley
con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y
libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral,
del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. |
3.
Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso, ser ejercidos en
oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. |
ARTICULO
30. Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que
confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender
y desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la Supresión de
cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración. |
|