BOLETIN
DEL ORATORIO ALBACETE. |
N.º
89. OCTUBRE. 1970. |
1.
TRIANGULO |
Ese
calor, que ya acepta ser vencido, marca el principio de los nuevos impulsos
que han de acelerar, otra vez, el ritmo de todas las actividades que nos
absorben. Octubre es más comienzo que enero, no solamente para los escolares.
Y no porque el verano pueda ser tranquilo, que el que acabamos de cerrar no
lo ha sido. Cada vez son más detectables los latidos del mundo puede que sea
por eso mismo, cada vez nos parece también más agitado. |
En
realidad, no es agitación, sino el rumor del dinamismo siempre providencial
que lo conmueve mientras crece para el bien. Entre las impresiones
aparentemente optimistas o preocupantes que podamos recibir, sólo es
necesario ir enmarcándolas en la visión de conjunto que nos puede dar una
actitud iluminada por la fe. Y entonces acabamos, siempre, agradeciendo a
Dios el que nos haya deparado esta hora para vivir, porque es hermosa. |
Dispongámonos
a vivirla renovando el esfuerzo para corresponder a la "misión",
por humilde que sea, que tenemos asignada. Cerremos, con el abrazo de nuestra
generosidad abnegada, el triángulo de nosotros mismos cada uno Dios y el
mundo. El pecado es lo incompatible. Y miremos, con los ojos abiertos e
iluminados, este mundo nuestro y de Dios. Y trabajemos con amor y dolor, como
Cristo, hasta que sea totalmente redimido. |
Ni
miremos a Dios haciendo abstracción del mundo, ni contemplemos el mundo y su
movimiento, desvinculado de Dios. |
Miremos,
contemplemos, y movámonos también, trabajemos. Eso será "vivir". |
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(57)} |
2.
CONCEPCIÓN MISIONERA DEL BEATO RAMON LLULL |
Con
pocas fechas de separación "L'Osservatore Romano" nos acaba de dar
sendas semblanzas misioneras de Ramón de Panyafort y de Ramón Llull, esas dos
grandes figuras cristianas medievales, barcelonés el primero, mallorquín el
segundo que, miradas de cerca, recobran actualidad, porque descubrimos. en
sus ideales, conceptos que hoy llamaríamos modernos, adecuados a la
mentalidad y al momento de nuestra vida. Uno y otro son opuestos al espíritu
de "cruzada". En realidad, no se trata de ningún descubrimiento,
sino de ser fieles al mismo Evangelio que, desde Cristo hasta nuestros días,
nunca ha podido ser defendido con la espada ni impuesto coactivamente, sin
deformarlo y comprometerlo, aunque haya sido por error que se haya empleado
la violencia física o moral en su nombre. |
No
encontraríamos, en los escritos de San Ramón de Panyafort, expresiones
negativas, como era el estilo de otros escritores de la época, con el famoso
"contra": "contra iudeaos", contra gentiles",
"contra saracenos"... Y su actuación y celo apostólico nos
confirma, a pesar del acceso que tuvo entre los grandes" de su mundo
—"Confesor de reyes y de Papas...", le llama el cantar—, la
ausencia de tentaciones de violencia al servicio (?) de Cristo: no con la
fuerza de las armas, sino con el respeto del hombre y en el diálogo fraterno
se puede llegar a la auténtica verdad, al fondo del espíritu, a Dios. |
No
le iba a la zaga el beato Ramón Llull. ¿Se conocieron ambos? Llull era paje
de Jaime a El Conquistador, cuando el Penyafort, hombre maduro,
"confesaba reyes y exhortaba Papas..." Llull se inició en la corte,
pero a los treinta y tres años (1263), tocado por Cristo, cambio de rey: lo
seria Jesucristo, cl Amado. Eran aquellos, tiempos de fe y de gestos heroicos
y él abandonó todo, decidido a emplear sus energías en el servicio de su
Señor y en la conversión de los no cristianos. Más tarde, su ardiente amor a
Cristo nos dará, entre otros escritos, su incomparable Llibre d'Amic e Amat,
verdadera joya de la literatura mística; de su amor a las almas surgirán
varias obras directamente misioneras, en las que estudiará las diversas
religiones de que tiene noticia, reflexionar sobre lo que, en su época,
serían los signos de los tiempos" aplicándolos al designio de
santificación universal querido por Dios, y hará una exposición nítida e
irónica sobre la esencia del cristianismo. Además, una amplia y vivacísima
concepción religiosa será vertida en su poema Blanquerna, la más conocida de
sus obras. |
Como
del resto ha hecho siempre la Iglesia —salvo en aquellos casos en que ha sido
subyugada y utilizada por los poderes de este mundo, como instrumento de
colonización cultural—, Llull tuyo, como Ramón de Penyafort, una gran
preocupación por asimilar la {2 (58)} lengua y la cultura de los pueblos que
quería evangelizar. En aquella época, en la que el Mar Mediterráneo podía
considerarse, como observa Metodio da Nembro, el "lago árabe", no
solamente profundizó sus estudios de latín, para hacerse entender de las
altas jerarquías de la Iglesia, sino que estudio la lengua y las
manifestaciones culturales árabes, siguiendo con ello la misma dirección que
al de Penyafort había iniciado al fundar escuelas lingüísticas en Túnez,
Barcelona y Murcia, para el estudio del árabe, hebreo, turco, eslavo..
en orden a misionar las riberas mediterráneas. El colegio de Palma de
Mallorca, fundado en 1275 por Ramón Llull obedecía a la misma preocupación,
especialmente en lo relativo al mundo islámico. Aquí estuvo Llull por espacio
de un decenio, escribiendo, ensenando, hasta que emprendió una serie de
viajes cerca de los reyes cristianos. Papas y cardenales para excitarlos a
colaborar con su plan pacifico de evangelización. Casi treinta años duro Sui
peregrinar desde Mallorca, a las costas del Norte de África, a las cortes de
los reyes, a la del Papa... Finalmente encontró la muerte en el martirio en
el último de sus tentativos entre los musulmanes. |
Aparentemente,
no tuvo éxito la porfía de Ramón Llull. En realidad, su canto Desconhort,
escrito en Roma en 1295, tal vez la más importante por su fuerza dramática y
por su interés autobiográfico, revela los sentimientos de su corazón
afligido, al ver que no se le hacía caso cuando presentaba su plan
—¿utópico?— para convertir el mundo. |
Pero,
¿tenía razón en despreciar sus planes de evangelización pacifica aquel mundo
cristiano medieval que había conocido el fracaso de las
"cruzadas"?.. |
Si,
a pesar de los mitos de heroicidad, la razón de la fuerza había fracasado,
¿por qué no se daba una oportunidad a la fuerza de la razón, de la razón
manifestada con el amor, no de unos cuantos misioneros sonadores con el
martirio, sino de la cristiandad entera, hermana de media humanidad ignorante
del Evangelio? No armas de violencia, sino "armas espirituales",
repetirá Ramón Llull: "oración, mortificación, sacrificio, {3 (59)}
ciencia"... Es la obsesión que gravita en toda su obra Ars magna,
imposible de comprender sin este supuesto. |
Las
exigencias más audaces para una presentación del Evangelio con toda su pureza
a las masas que lo desconocen, hoy encontrarían, en Llull, no sólo un
precedente, sino un maestro, joven todavía, ante el amanecer de un mundo en
transformación, absurda si no es inspirada por la trascendencia. |
Llull
comprende, en pleno siglo XIII, que la Iglesia no puede resignarse a la
cerrazón impuesta por unos 11mites que determinan la "Cristiandad". |
Esos
límites han de derribarse y hay que penetrar más allá, sin límites. Por ello
pide, ya entonces, que la Iglesia, no se resigna a mantener y defender la
pureza de su fe, sino que la comunique activamente, disponiendo todos los
medios a su alcance y que, para ello, instituya un organismo que articule
todo este dinamismo apostólico, a escala universal. No se le hizo caso. Pero
tres siglos más tarde, después de unos primeros tentativos de San Pio V
—contemporáneo de San Felipe Neri—, Gregorio XV, en 1622, instituía ese
organismo con el nombre de "Sagrada Congregación para la Propaganda de
la Fe", que ahora se llama con más propiedad, para la Evangelización de
los Pueblos". Esta institución surgía en la Iglesia ante la apremiante
necesidad de evangelizar las grandes zonas de la tierra descubiertas en el
siglo XVI; pero es curioso constatar cómo, los países descubridores más
directamente interesados, se negaron a aceptar la jurisdicción del nuevo
organismo pontificio en las tierras de su dominio, cuya evangelización estuvo
directamente supeditada al poder político respectivo. Por lo cual, dicha
"Congregación para la Propaganda de la Fe" tuvo que alterar la
finalidad por la que fue fundada y los Papas la dedicaron a la lucha por la
recuperación de los países protestantes. |
Extorsión
que recientemente ha sido subsanada. En realidad, propiamente para las
misiones, ha funcionado sólo recientemente. Ello puede explicar, por lo menos
en parte, algunos de los problemas actuales que, en el orden cristiano,
tienen presentados países como, por ejemplo, el Brasil. |
Pero
Llull, además de un organismo central eclesiástico, asistido por un conjunto
convencional de delegaciones periféricas que coordinarán toda la actividad
misionera de evangelización, insistía para que, paralelamente, se operara una
igualmente universal reforma del mundo católico, no sólo en el aspecto
religioso, sino también político y social, sin lo cual la evangelización se
habría reducido a un recurso hipócrita para dilatar el dominio de los reyes
cristianos, pero no para la verdadera extensión espiritual del reino de Dios. |
Por
lo tanto, con idéntico compromiso global, pero cumpliendo cada cual el propio
deber especifico —Papas, reyes, cardenales, hombres de Iglesia, sabios...—,
todos debían trabajar en orden a la propagación del Evangelio. No sería
difícil encontrar en la voz del protagonista de Blanquerna resonancias del
Vaticano II en el capítulo VI del decreto Ad gentes. Llull siente, vivamente.
el valor y la fuerza del "deber misionero" y lo subraya repetidas
veces. |
Obviamente,
el compromiso universal de todos los creyentes constituye el único verdadero
problema para una concreta y eficaz evangelización mundial, problema siempre
vivo y de extrema actualidad. |
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(60)} |
3.
A, B, C, ... PARA MEDITAR |
Cuando
hablamos de pobreza en el mundo, reducimos, demasiadas veces, su descripción
a los aspectos meramente materiales, que tienen, sin duda, grandísima
importancia y que influyen, en gran parte, en los no menos importantes
aspectos culturales y espirituales. Pero éstos no pueden relegarse, porque
son la causa y la raíz de todas las demás miserias humanas: los males del
mundo están más en las negligencias humanas que en la falta de recursos
materiales ofrecidos por la naturaleza; están más en la ignorancia, en la
pereza estúpida, en el egoísmo, en la falta de entusiasmo para el bien. Sí,
están en la ignorancia y en la falta de generosidad de muchos que no son
completamente ignorantes, para quienes, lo que alcanzan a saber no es para
comunicarlo a los demás, sino para aprovecharse todavía más de los hombres,
sus hermanos. |
Así,
en una humanidad donde de cada tres hombres uno, por lo menos, es analfabeto,
no es extraño que se produzcan toda suerte de desequilibrios. Tal vez sea
preciso reconocer la bondad profunda del ser humano y admirarnos, a pesar de
todo, de que los males no sean mayores... |
Llevamos,
desde hace algún tiempo, hablando de ese tercio de la humanidad, hambriento,
errante, ignorante; pero en el decurso de los últimos trece años, a pesar de
las propagandas y de las campañas llevadas a cabo, solamente se ha conseguido
reducirlo un diez por ciento. Seguimos, en el mundo, con 810 millones de
analfabetos, que el crecimiento demográfico amenaza superar. En este año de
1970 se supone que el aumento de analfabetos será de 70 millones más. |
En
América Latina solamente el quince por ciento de la población sabe leer y
escribir; en Asia el cuarenta por ciento; en África, el veinte por ciento. En
estos continentes solamente un tercio de los niños va a la escuela. Pero
faltan maestros: América Latina necesitaría dos millones más de maestros;
África tres millones y Asia dieciséis millones... |
Hay
naciones en las que, oficialmente, como en el Brasil, la enseñanza primaria
"es obligatoria y gratuita"... pero subsiste su cuarenta por ciento
de analfabetos. En los últimos años, solamente Cuba, con drásticas medidas,
ha conseguido reducir al veinte por ciento el ochenta por ciento de
analfabetos de los tiempos de Batista. |
No
hace falta recordar que, en estos continentes, el compromiso de la
escolarización se ha mantenido gracias a la perseverancia de las
instituciones misioneras. Si se tiene en cuenta que en ellos funcionan 50.325
escuelas primarias, 1.695 de segunda enseñanza, 706 escuelas técnicas, 272
escuelas normales, 249 {5 (61)} escuelas superiores y dos universidades
católicas, se ha de reconocer el mérito de tal aportación de la Iglesia. Pero
el beneficio de la misión apostólica de la Iglesia a través de la enseñanza,
no solamente es patente en los países de misión, sino también en los
desarrollados, donde, mientras los gobiernos siguen gastando cifras
astronómicas en vanidades políticas o presupuestos de guerra y seguridad,
ella suple buena parte de las deficiencias de los planes educativos que
deberían ser, en definitiva, los de atención preferida, porque en el cultivo
de la inteligencia y del espíritu radica el desarrollo y perfeccionamiento
del hombre total. |
Hablamos,
repetidamente, de ese tercio de la humanidad, marginado, hambriento,
ignorante... Pues bien: la Iglesia dedica precisamente un tercio de su
esfuerzo pedagógico y cultural en tierras de misión, donde alcanza la cifra
de unos ocho millones de alumnos, al lado de los dieciséis que frecuentan sus
clases y aulas en los países desarrollados o semi-desarrollados. |
Este
esfuerzo de promoción humana la Iglesia lo lleva a cabo a la luz del
Evangelio. Su misión fundamental es el anuncio del Reino de Dios: pero este
anuncio no puede ser comprendido por el hombre intelectual y culturalmente
mutilado o deforme. El Evangelio ha de ser anunciado "a los
hombres". Por esto se preocupa ella de la promoción humana: obra de
misericordia que abre las puertas a la claridad del Evangelio. |
En
nuestros días los mejores cristianos alaban el testimonio evangélico de los
sacerdotes obreros, cuyo amor por el mundo del trabajo, les lleva a compartir
el esfuerzo de sus hermanos trabajadores en la fábrica, en la cantera o en la
mina. Seguramente que, pasados más anos, todavía agradeceremos más la
abnegación de estos sacerdotes. Pero ello no ha de hacernos olvidar, por más
antiguo y sabido, el ejemplo del trabajo de sacerdotes y religiosos que,
durante toda la vida de la Iglesia, también se han cansado, con el trabajo de
su inteligencia y de sus brazos, por el Reino de Dios. Cerca de nosotros y
lejos de nosotros. |
Olvidarlo
evidenciaría, por lo menos, una gran superficialidad. |
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(62)} |
4.
¿MÁS TEOLOGÍA? |
La
teología no es la misma fe; pero una fe excesivamente "implícita" —
como la llamaría Newman—sofocaría su aliento sobrenatural en las cenizas de
la pereza de la inteligencia que, siendo la reina de las facultades del
hombre, no puede elegir mejor objeto de reflexión que Dios mismo. |
La
teología no es la misma fe: es ciencia de Dios y por eso ayuda a la fe. |
Decir
teología al servicio de la fe, es decir teología al servicio de la vida,
sobre todo en este tiempo en el que, el creyente se da cuenta, con más viveza
que en otras épocas, que para realizar un acto de fe, no le basta vincular la
inteligencia a una fórmula conceptual, sino que, a través y más allá de esto,
ha de identificar su actitud y toda su persona con la realidad en la cual
cree. Compromiso personal es equivalente a compromiso inteligente,
responsable, total y libre. La fe, para el creyente, guía el esfuerzo
esclarecedor de la inteligencia; pero la teología, que representa este
esfuerzo iluminado, dilata y profundiza el campo de la fe y lo purifica de
inercias convencionales, de anquilosamientos sentimentales y pueriles, que en
realidad no son más que distracciones pseudo-religiosas y obstáculo, por lo
tanto, para acercar verdaderamente el hombre a Dios. En pocas palabras lo ha
resumido un teólogo español de nuestros días: |
"Una
Iglesia sin teología no pasa de ser una asamblea de tontos o de fanáticos, y
una teología sin Iglesia se reduce a una ciencia-ficción de lo divino". |
No
importa que al emprender una profundización teológica surjan problemas. Los
problemas existen independientemente y, no afrontarlos, es solamente
aplazarlos y aumentarlos; aunque sean problemas para la fe. Solamente se
resuelven, finalmente, cuando no se eluden y cuando se tratan con honradez. |
Por
esto hemos de alegrarnos cuando se nos dice que se han celebrado un par de
Congresos de teología, en el pasado septiembre: el tomista de Roma que, a
pesar de su tradicionalismo, ha elegido un tema de máxima actualidad, como ha
sido "El hombre y sus problemas" a la luz de la fe, y el de
Bruselas sobre "La Iglesia del futuro". En realidad, ha sido éste
el más importante, porque ha reunido el máximo y más selecto número de
teólogos de todo el mundo, entre los que representan el esfuerzo renovador
que, partiendo del Vaticano II, se ha ido concentrando en la revista
internacional más prestigiosa, sobre temas teológicos, que lleva el
significativo nombre de "Consilium", publicada simultáneamente en
varias ediciones, para los principales idiomas del mundo. |
{7
(63)} Sí, más teología para los que estamos en la Iglesia y también para los
que nos miran desde fuera. Más teología para acudir el polvo arcaico que
oculta verdades olvidadas por la inconsciencia o por comodidad: más teología
para descubrir esa luz nueva que hace crecer la verdad, día a día, en nuestro
mundo siempre más ansioso de absoluto, cuyos hombres, incluso cuando lo
niegan buscan sin darse cuenta al verdadero Dios; más teología para
liberarnos de las caricaturas de la divinidad, para poder reconocer su
presencia sencilla, próxima y viva. |
De
lo contrario, una fe demasiado "implícita" desembocaría en esta
sorpresa, de algún modo ya iniciada en el mundo de hoy: que no todos los que
se denominan cristianos lo son realmente, puesto que en la práctica existen
grandes contradicciones con su bautismo —tal vez jamás comprendido—, mientras
que, fuera de la Iglesia, existen ansias de redención, tan universales y
vehementes que se acercan al bautismo de deseo. |
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