Boletín
del Oratorio de Albacete. |
Núm.
106. JUNIO. Año 1972. |
0.
SUMARIO |
EL
sol fecunda la tierra, como Cristo ―el gran Sacramento del
mundo―, prepara la madurez de la Iglesia, que crece y se purifica, a
través del tiempo, por la eficacia de los signos de su Gracia, para la
evolución hacia la transparencia de su luz. |
VACACIONES,
PERO NO PARA EL ESPÍRITU |
LA
FE DE LOS JÓVENES |
CALIFICATIVOS |
LA
SUPRESIÓN DE LAS SOLEMNIDADES EN LA COMUNIÓN |
«EL
EVANGELIO NO PUEDE QUEDAR EN LA DOCTRINA MUERTA DE UN CONVENCIONALISMO |
SOCIAL» |
¿DILEMA
O SÍNTESIS? |
HAY
QUE RESCATAR A LA VIRGEN QUE HA SIDO "SECUESTRADA" POR LA IDEOLOGÍA
BURGUESA |
{1
(93)} |
1.
VACACIONES PERO NO PARA EL ESPÍRITU |
VACACIONES,
algo que jamás se puede permitir el espíritu, que ha de estar siempre activo.
Pero el cambio de ritmo que, para muchos, supone el verano, facilita, para el
que la busque, una ocasión para dedicar al espíritu un poco más de atención
que de ordinario. No podemos creernos cristianos por el solo hecho de pensar
que hemos recibido una fe que nos esforzamos en mantener inalterada. La fe es
para la vida y, como la vida, es dinámica, y nos ha de servir para dar forma
cristiana a ese incesante devenir de nuestra existencia. De donde nos
conviene reconstruir, también incesantemente, la síntesis de nuestra
mentalidad cristiana, educida del Evangelio y de las enseñanzas de la
Iglesia, y proyectada sobre la vida de aquí, de ahora, en nosotros mismos y en
el contorno que nos envuelve. La predicación, las lecturas en libros y
revistas cristianas, nos son indispensables para no pasar ajenos por el mundo
y olvidados de la presencia de Dios en él que, en su providencia, ha asignado
un papel para cada uno de nosotros y para todas las circunstancias que nos
envuelven. |
No
recetamos, pero, un cristiano consciente, no puede dejar de acudir a los
textos sagrados del Evangelio y del Nuevo Testamento en general, buscando una
interpretación para la vida presente. Una interpretación de la Escritura,
para no perderse en teoría remota, ha de ser hecha con algún conocimiento
ordenado del conjunto de la fe cristiana y, por eso, es indispensable volver
siempre a la reflexión que facilita un buen catecismo ―por ejemplo, el
llamado CATECISMO HOLANDES, o un buen manual como el también construido por
Manuel Benzo con el título de TEOLOGIA PARA UNIVERSITARIOS, con la MORAL, del
mismo autor...― Existe en muchos una pereza o dejación para todo lo que
se refiere al espíritu, que está en contradicción con el interés que ponen en
tantas cosas menos importantes. |
Otro
aspecto que un cristiano de nuestros días debe cuidar, es el de poseer una
buena información referente a la vida de la Iglesia que, en la actualidad,
todavía más que en épocas pasadas, ofrece un interés excepcional, dada la
evolución del mundo y de la inserción de su mensaje, entre claridades, penas
y dolores, que a todos nos pertenecen por haber recibido una fe que no puede
ser reducible a individualismos desvinculantes de esa proyección de Cristo en
el mundo, que es su Cuerpo Místico, con todas las esperanzas de bien no
logrado todavía, y con todas las imperfecciones y balbuceos que la limitación
humana produce, pero que es el medio por el cual el Evangelio nos ha sido
transmitido y, por el cual, entre todos, podemos ir limpiando "la faz de
la Iglesia" hasta hacerla más conforme con el rostro de Cristo. |
{2
(94)} |
2.
LA FE DE LOS JÓVENES |
HACE
algo más de treinta años, en un libro publicado en Madrid, con el título de
ESPAÑA... ¿ES CATÓLICA?, el P. Sarabia recordaba que, antes de 1939, había
grandes zonas del territorio español en las que "casi la mitad de los
niños no se bautizaban". Pero después de la guerra civil, dadas las
presiones sociales que ejerce el nacional-catolicismo, puede asegurarse que
son escasos los niños sin bautizar. Puede decirse que la
"sacramentalización" es plena entre nosotros; aunque no ocurra lo
mismo con la "evangelización". Por esta razón, mientras en teoría
puede continuar afirmándose que el bautismo es el sacramento de entrada en la
Iglesia, en la práctica viene a resultar el de salida: porque no se toma en
serio el criterio tradicional de bautizar a niños que fuesen hijos de padres
cristianos (no solamente de nombre), en cuyo caso existe la seguridad moral
de que serán iniciados, como creyentes, en la familia y en la comunidad
cristiana. |
En
los primeros tiempos cristianos se bautizaba a los adultos, como norma
general, y se comenzó a bautizar también a los niños cuando los padres
garantizaban ese cristianismo "anticipado" de sus hijos. En la
actualidad el bautismo ―como las "primeras comuniones", como
las bodas…― tiene, en muchísimos casos, el significado de una fiesta
social o familiar, en la que permanece muy difusa, relegada u olvidada la
conciencia de recibir o asistir a la recepción de un sacramento que configura
con Cristo y que entraña, por lo tanto, un compromiso total, personal y
transformante. |
Este
cristianismo simplemente sociológico, o poco más, por falta de vida de fe en
la familia y por falta de verdadera comunidad creyente, luego se diluye, se
olvida o simplemente se sacude ante la más leve sorpresa de exigencias no
pactadas que, en su nombre, se pretendiera recordar al bautizado entrado en
edad consciente. Cuando en tales casos se habla de pérdida de la fe"
―lo que tiene lugar más bien en jóvenes estudiantes, relativamente más
capaces de reflexión―, se es poco exacto, porque en la mayoría de
ocasiones se trata de una incredulidad que no es el resultado de haber
perdido nada, simplemente porque no se tenía nada que perder. Podían existir
unos determinados convencionalismos, pero no una fe, ni en el bautizado ni en
los padres. Sí, eran bautizados, pero ni vivían en cristiano en sus casas, ni
formaban ni aprendieron a formar parte de comunidades cristianas. Su
cristianismo no pasaba, a lo sumo, de un matiz ideológico, moralizante u
honorable, pero no comprendieron ni tuvieron {3 (95)} ocasión de comprender,
por el testimonio inmediato de su familia, que el cristianismo era un
compromiso que empeñaba la vida, gozosamente, generosamente, para un ideal
personal y universal. Descubrieron, a lo más, in contraste entre las etéreas,
elevadas y posteriores ―enajenantes― elucubraciones de la fe y la
realidad de la inmediatez vital, para la cual eran equipados con criterios
todavía profundamente paganos, materialistas, prevalentemente económicos, si
bien con el adorno levemente sentimental, con intermitencias
simbólico-altruistas bien dosificadas, para obtener la buena apariencia y el
decoro superficial apetecibles, y nada más. En tal caso era evidente que el
cacareo cristiano-católico de sus mayores nada tenía que ver con el
Evangelio, ni podía influir en las convicciones personales que, a la hora de
la responsabilidad, hubieran debido de asumir respecto a la fe heredada. Y
abandonan a la Iglesia al darse cuenta de que pertenecen a la misma por
razones institucionales o sociológicas, no por razones personales. |
Las
desviaciones |
Fuera
de un auténtico cristianismo evangélico, las desviaciones se dan incluso con
su mismo nombre cristiano, cuando la fe no se entiende, ante todo, como un
compromiso con Dios, sino como un aditamento calificativo y soportador de
otros intereses no precisamente sobrenaturales que, al hacerse colectivos,
dan lugar a la pervivencia del caduco concepto sociológico de
"cristiandad". El concepto de "cristiandad" incluye la
fusión y confusión institucionalizada de las realidades temporales con las
sobrenaturales, con la pretensión de anticipar la hora del Reino de Dios, no
porque las realidades terrenas, purificadas, se dejaran penetrar totalmente
por las exigencias espirituales del Evangelio, sino porque el honor, el
prestigio de éste sirviera de mayor apoyo a los intereses mundanos de los
hombres y por el error de que el Evangelio puede ser defendido directamente
por la fuerza del poder secular. |
Otras
desviaciones se encuentran fuera de la ley y hasta en contra de la fe
cristiana cuando, al suponer que ésta adormece la capacidad perceptiva de los
verdaderos problemas humanos y frena las soluciones que éstos reclaman,
buscan la universalización de una justicia que no tenga nada que ver con el
"opio de la religión". Los jóvenes inquietos, preocupados por el
porvenir de la humanidad, son más sensibles a esta búsqueda de la justicia
que a soluciones de "cristiandad", salvo en los casos que la
corrupción, al precio de seguridades económicas a plazo fijo, barre toda
posibilidad de ideal y de generosidad. Pero estos jóvenes, envejecidos
prematuramente por el egoísmo burgués, ya no son "jóvenes": serán
los futuros papás que seguirán bautizando hijos para que tampoco sean
cristianos. |
¿Y
la escuela? |
En
general, los padres que mandan sus hijos a escuelas confesionales o, mejor
dicho, de religiosos, lo hacen no solamente o no principalmente para {4 (96)}
que reciban una enseñanza religiosa, sino por suponer una mejor calidad
pedagógica, o disciplina de estudio, o parecidos motivos. (No digamos nada de
los padres ―¿"padres"?― que mandan sus hijos al colegio
sólo para quitárselos de encima...). Luego, sin que ellos ―los
padres― hayan ayudado nada en la colaboración formativa cristiana de
los hijos, se quejan de que no han recibido buena formación como creyentes.
Pero la catequesis escolar, dada en escuelas, religiosas o no, en vano puede
suplir la acción formativa familiar. Dreher ha podido afirmar: «El fracaso
permanente de la catequesis escolar no reside en una carencia cualitativa
teológica o metodológica, o en fallos de pedagogía catequística, ni siquiera
en su estructura escolar... sino en su aislamiento de la comunidad de
adultos». |
La
primera comunidad de adultos es la familia; las demás comunidades que puedan
crearse tratarán de parecérsele y de complementarla, pero en vano podrán
substituirla. La crisis siempre está en la familia, o porque ella misma,
inmatura, es incapaz, o porque, perezosa, delega en otros lo que forma parte
de su primera responsabilidad respecto a los hijos. ¿Qué hijos pueden salir
de la ignorancia de los padres, o del egoísmo perezoso y comodón, incluso
prescindiendo de las exigencias sobrenaturales de la fe? A este propósito
escribía, hace poco, en una revista española, el profesor Lee Thayer, de la
Universidad de Iowa: «necesitamos una licencia especial para conducir, pero
no para la maternidad, aun cuando sabemos que las madres producen
infinitamente más daño que los automóviles»; madres y padres, naturalmente
cuando ellos mismos no saben educar. |
Paternidad
responsable |
Es
claro que, en cristiano, cuando se hable de "paternidad
responsable" se debe entender, principalmente, en esa capacidad de
transmitir la práctica de la fe a los hijos... aunque la mayoría se limiten a
sacarle aplicaciones respecto a la regulación de nacimientos. |
La
responsabilidad de los padres cristianos está en esta capacidad y voluntad de
transmisión que inútilmente se puede esperar si, comenzando por ellos,
carecen ya de fe viva, más allá de un conjunto borroso, elemental (por no
decir infantil), por debajo del nivel de los demás conocimientos (incluso,
con frecuencia, cuando se trata de personas cultivadas intelectualmente en
campos profanos), aglomerando una real ignorancia, disimulada, por complejo,
con críticas tópicas y altivas que no cumplen con otra misión que la de
aplazar el problema íntimo, sepultado, de una conciencia necesitada de
sinceridad, o de más sinceridad. Esa sinceridad que ha de ser el principio de
la encarnación de la fe en la vida. |
Porque
la fe plena no consiste en "tener por verdaderas" las afirmaciones
de la revelación, sino que afecta al proyecto total y al sentido profundo del
hombre en lo que respecta a su plenitud y sobrenatural liberación. Tampoco es
la fe, dice Floristán, una ética o un tener que guardar" unas normas o
preceptos asimilados frecuentemente a unos comportamientos morales; sino que
es {5 (97)} una aceptación personal, libre y profundamente comprometedora del
Dios de Jesucristo en la Iglesia. El creyente cristiano se adhiere a la
persona de Jesucristo, cuyo ser y actuar lo descubre en la comunidad
cristiana, donde el Evangelio adquiere contornos humanos. |
La
fe cristiana así basada en Jesucristo se articula en contenidos que no son
verdades científicas aceptadas por las facultades intelectuales, sino sucesos
mediante los cuales Dios actúa, salva y libera al hombre. No es un saber que
se acepta, sino una praxis liberadora de uno mismo y para sí mismo, mediante
la comprensión de Cristo, verdad operativa total, que le orienta plenamente
hacia el Reino de la totalidad del mundo y de la plenitud del hombre, a
saber: |
el
reino de la libertad. |
Depurados
del sociologismo religioso a que nos ha inducido fatalmente la pervivencia de
la idea de "cristiandad", y purificados de falsos mesianismos,
aunque recogiendo los deseos universales de bondad y de justicia, sería
posible, a partir precisamente del Evangelio, ofrecer a la juventud un ideal
y una vida verdaderamente hermosa, como proyecto de un hombre y de un mundo
nuevo según Dios. Solamente se harían atrás los "ricos" según el
mundo, los codiciosos de seguridades egoístas; los que tímida o cautamente se
acercan, sin tocarlo, al Evangelio, para ver qué es eso de la "otra
vida", porque sienten tanta codicia por la presente... que quisieran
dos. No, el Evangelio no puede ser comprendido por esos. El Evangelio es de una
sola vida, que comienza ahora ―¡eso es lo comprometedor!―, aquí,
pero que no acaba aquí, porque es grande, total. |
CUANDO
se piensa en la juventud, se piensa ante todo en el cuerpo. |
Por
varias razones: en primer lugar, el alma tiene un frescor más prolongado, que
a veces llega a ornar la vejez de la persona; en segundo lugar, el alma es
más perfecta en cierto momento de la madurez que en la juventud. Sobre todo,
el espíritu ―inteligencia y voluntad― es, sin duda, más vigoroso
en la plena cima de la vida que Ha en su etapa ascensional... Lo admirable
del mozo es su exterior; lo admirable del hombre hecho es su intimidad: Dice
Ortega y Gasset. |
Y
añade: Desde un punto de vista más general tiene sentido decir que la vida no
es sino juventud, o que en la juventud culmina la vida, o que vivir es ser
joven, y lo demás es desvivir. |
Tal
vez, pensando en eso mismo, un anciano famoso de nuestros días, Pablo
Picasso, ha podido decir: Hace falta vivir mucho tiempo para llegar a ser
joven. |
Los
creyentes sabemos que la eternidad es la juventud de Dios. |
{6
(98)} |
3.
Calificativos |
El
P. José María Díez-Alegría, S. J.. profesor de la Universidad Gregoriana de
Roma, publicaba "unas reflexiones teológicas ajenas a la polémica
política", en la excelente revista MUNDO SOCIAL, de los Padres Jesuitas,
sobre la oportunidad del calificativo "cristiano" aplicado a
partidos o movimientos políticos. Reproducimos los siguientes párrafos. |
UN
día dijo Jesús: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios». Fue una palabra dicha por él para salir al encuentro de una añagaza.
Pero la palabra es profunda y fue revolucionaria, dentro de la mentalidad
―judía y grecorromana― de la época. Esto lo confirma el estupor
que produjo en los oyentes. |
La
palabra de Jesús significa que Dios no se confunde con ningún César. |
Ninguno
puede decir: «yo soy el César de Dios»... |
El
cristianismo es profecía y no política de hombres y partidos. No puede haber
un partido político ni un movimiento cristiano. |
Modernamente
se ha llegado a una cierta clarificación con decir que las democracias
cristianas" no son partidos confesionales, sino partidos simplemente de
inspiración cristiana. Pero tampoco esta fórmula deja de suscitar equívocos. |
Por
una parte, hay que afirmar con fuerza, contra los que quieren mantener un
concepto de cristianismo que no tiene nada que ver con los problemas
sociopolíticos, que el cristianismo es una religión de amor y justicia. De
aquí que el cristianismo, si es genuino, inspira al creyente en su toma de
conciencia frente al problema político. |
Pero,
por otra parte, la inspiración cristiana es demasiado radical para poder
considerarla como un principio propiamente político. |
La
inspiración cristiana consiste en el amor al prójimo como a sí mismo, en la
liberación de la codicia y del egoísmo, en el respeto de la dignidad del
prójimo como persona, en la oposición a la opresión de los débiles, es decir,
en el sentido bíblico de la justicia. |
Estos
principios, en el cristianismo, no son principios doctrinales, ni mucho menos
políticos, son principios proféticos, para ser vividos personalmente. Que un
cristiano viva esos principios, al menos de algún modo, seriamente; y luego
ya veremos lo que hace en política. Dejémosle. No queramos crearle un nido {7
(99)} político cristiano, que serviría para ahogar el impulso profético (en
su posible proyección política) y quizá para cubrir con la etiqueta de
cristiano algo demasiado "humano", en el sentido peyorativo del
término. |
En
una época en que los católicos mayoritariamente querían identificar el
cristianismo con políticas autoritarias, clasistas y opresivas del pueblo,
minorías clarividentes de católicos crearon los movimientos de
"democracia cristiana", reivindicando para el cristiano la libertad
de estar políticamente contra el absolutismo opresor. Esto era justo y el
nombre podía tener una oportunidad histórica. Hoy las circunstancias son
diversas y el nombre de democracia cristiana" se hace cada vez más
equivoco. |
TODA
LA VERDAD SOBRE LA IGLESIA. |
en
vida nueva Semana tras semana un grupo de sacerdotes y seglares nos asomamos
a ese ancho mundo religioso para ofrecer a nuestros lectores ese latido vivo
de Dios a la historia. Nuestro grupo no es de derechas ni de izquierdas, ni
depende de nadie ―aunque, como es lógico, escuche sobre todas las voces
la jerárquica― ni se dirige contra nadie. Trata simplemente de servir a
la verdad, entendida como una verdad viva. |
A
la Iglesia, entendida como una Iglesia en movimiento, fiel al Concilio y su
renovación. |
Le
invitamos a que ojee algunos de nuestros números. Estamos seguros de que le
interesarán. Pídanoslos y tendremos mucho gusto en enviárselos gratuitamente. |
JOSÉ
L. MARTÍN DESCALZO, Director de "VIDA NUEVA". |
pida
vida nueva a PPC Acebo, 54 - Apartado 19.049 - MADRID 16 |
{8
(100)} |
4.
En todas partes... LA SUPRESIÓN DE LAS SOLEMNIDADES EN LA COMUNIÓN |
EN
Francia existe todavía la costumbre de celebrar, además de la primera
comunión de los niños en edad temprana, la de repetirla en edad de doce años,
cuando parece que se es más responsable y, previa una catequización más o
menos sistematizada, los niños acceden a una llamada "comunión
solemne" completada con la renovación de las promesas del bautismo. En
realidad se trata de una división en dos, de la ceremonia de comulgar de los
niños, al anticipar a siete u ocho años la primera comunión y reservar para
una mayor madurez el acto de la renovación de las promesas bautismales. De
todos modos, no ha demostrado siempre ser del todo eficaz el sistema, o así
lo ha parecido, recientemente, en una población del Pas-de-Calais, donde los
sacerdotes han decidido suprimir tales solemnidades, al estimar que servían
más bien para marcar el cese de la práctica religiosa y del interés por el
cultivo posterior de la fe, porque «los que habían alcanzado la comunión
solemne ya eran cristianos completos, hasta que se casaran»... y volvieran a
acercarse a comulgar, si alguna fe les quedaba. Han juzgado que, al suprimir
la solemnidad, queda más libre el fiel, que no dejará de frecuentar la
eucaristía si pertenece a una familia creyente, y lo hará libre de convencionalismos
y de ostentaciones sociales que, en realidad, distraen a niños y a mayores
del verdadero significado de la celebración eucarística en la que se dice
participar. |
Uno
de los sacerdotes responsables de tal decisión decía que, mientras tantas
personas afirman, como tópico, que el día de la comunión solemne es «el más
bello de la vida, para ellos, los sacerdotes, era el más triste del ano»,
debido a la mundialización en que, generalmente, ha decaído la fiesta de las
primeras comuniones. |
Ni
que decir que no han faltado las protestas de los ultra-conservadores que han
intentado calificar de infidelidad el acuerdo puesto en práctica precisamente
este año; es el revivir de la mentalidad "guerrillera" y
reaccionaria cerrada a toda renovación fundada en la sinceridad y la
libertad, y demasiado preocupada por las apariencias y las fastuosidades,
entre las cuales la religión constituye un capítulo y una conveniencia más.
Pero no parece que consigan restaurar lo ya suprimido. El criterio de que se
ha de purificar de ostentaciones y de mundialización un acto tan santo como
el de comulgar, se impone en todas partes. Lo {9 (101)} mismo que ocurre
entre nosotros, donde los padres más conscientes y sinceros con la fe que
desean para sus hijos, ya les enseñan ―y debe ser lo normal―,
acudir a la celebración de la Eucaristía y participar en ella con sencillez,
a partir precisamente de la primera vez que se acercan a recibir al Señor.
Para ello sobran disfraces blancos o uniformes extravagantes, sobran
banquetes, sobran invitaciones de vida social, sobran regalos y ostentaciones
vanidosas, sobran gastos ―forzados o no― que mantengan la
comercialización escandalosa, aunque tontamente admitida, en que ha
degenerado un acto sencillo y espiritual. |
Los
que para lograr que el día de la comunión resulte el "más feliz",
necesiten de tal embotamiento, vale más que no comulguen, que reflexionen y
que esperen y, cuando con más pureza y sencillez se sientan capaces del gozo
del Señor, se acerquen con sus hijos a recibirle, sin empanar de mundanidad
el abrazo que quieren dar a Cristo. |
Allí
donde todavía los hitos cristianos de la vida familiar deban constituir el
contenido de las "notas de sociedad" o el pretexto para vanidades,
ostentaciones o sentimentalismos de ocasión, tanto más exagerados cuanto
menos continuidad y coherencia exista con la verdadera vida de fe personal,
familiar y social, es que todavía existe un cristianismo ―si
existe...― en pleno subdesarrollo, capaz de dar el barniz de
apariencias solamente, de lo que se exagera y desvirtúa, tanto si es por
ignorancia como por presunción. |
La
"herejía de la tradición" En nombre de la tradición o del pasado,
se invocan sistemas, prácticas, modos de hacer y de proceder en uso en la
Iglesia en otras circunstancias de tiempo y de lugar. Pero es la misma
Iglesia la que, pudiendo cambiarlas, las cambió, pudiendo retocarlas, las
retoca y pone al día aquellas cosas que no afectan al depósito de la fe
inmutable, del cual es custodio la jerarquía. |
No
se puede aceptar que, para defender el depósito de la fe, se ataque con
descaro a aquellos que son sus custodios. Y ocurre que a título de la
tradición y con pretexto de ortodoxia, se está organizando una iglesia
paralela, pero de sentido contrario a la verdadera Iglesia de Cristo, la que
Él encargó al gobierno del Papa y de los obispos en comunión con El. |
JOSÉ
PONT Y GOL, Arzob. de Tarragona. |
{10
(102)} |
5.
Congresos eucarísticos: «El Evangelio no puede quedar en la doctrina muerta
de un convencionalismo social» |
LO
que en otras épocas ha podido parecer justificado, no lo parece tanto en la
actualidad, y son muchos los que dudan de la conveniencia de que sean
repetidas antiguas conmemoraciones multitudinarias turístico, piadosas y, más
concretamente, de que fuese oportuna la reciente celebración del Congreso
Eucarístico Nacional, de Valencia. En realidad, al margen de lo que
personalmente cada cual pueda pensar, lo cierto es que esta celebración,
apenas terminada, se ha caracterizado por la ausencia de sacerdotes. Es
comprensible que ante la duda de que pudiera ser salvada la significación
cristiana de las circunstancias del Congreso, la inhibición y hasta la
contestación ―como ahora se dice― hayan sido las notas
acompañantes y verdaderamente significativas de su celebración. Inhibición y
contestación por parte de aquéllos que han creído que actos como éste se
prestan, con demasiada facilidad, a interpretaciones temporalistas y
triunfalistas sin acuerdo posible con los principios del Evangelio ―«Dios
no está aquí»― y que se convierten, en vez de significaciones positivas
de la fe y de reflexión de su vivencia personal y social, en significaciones
meramente humanas que alejan a los más conscientes y confunden las esperanzas
de quienes, pacientemente, siguen creyendo que las palabras prometedoras de
una auténtica renovación, es verdad que se quieren llevar a la práctica. |
Parece
que la misma Santa Sede, hasta donde ha creído que podía hacerlo, ha querido
reducir el exceso de boato exterior, al conferir el nombre de "enviado
pontificio", en vez de "legado pontificio" ―como hasta
aquí era de costumbre en otras celebraciones del género―, al cardenal
destinado a presidirlo. Y el propio cardenal Tabera, apenas llegado, se
apresuraba a decir en su discurso que, por encima de lo espectacular, el
Congreso había de «ir en busca de realidades auténticas, de auténticos
mensajes y de auténticos compromisos de vida». |
Pero
lo espectacular es inevitable, y es el único mensaje que llega a los más
sencillos que, también inevitablemente, persisten en la confusión que tienen
respecto al significado de la Iglesia en nuestra sociedad. |
{11
(103)} Ellos no acuden ni tienen noticia del contenido de las sesiones de
estudio que suelen acompañar a estas celebraciones, y aunque se hayan podido
calificar por los menos conformistas como de excesivamente unilaterales, es
innegable la profundidad y actualidad de varias de las ponencias
desarrolladas. En particular despertaban expectación las que debían exponerse
en el primer día por el Padre Bouyer, del Oratorio, y por el Padre Alfaro,
jesuita. |
El
Padre Bouyer, profesor de Teología en la Universidad de Estrasburgo, leyó en
castellano su conferencia sobre "La Eucaristía, centro de toda la
Liturgia". Partiendo de las celebraciones de la liturgia judía, hizo un
análisis de la celebración eucarística a través de la tradición patrística,
en la que el culto era contemplación y meditación teológica. Los teólogos
patrísticos eran cantores y contemplativos antes que pensadores de teología,
porque la «teología hecha culto, no es sólo discurso lógico, sino también
contemplación; pero contemplación para la vida». |
"Eucaristía
y compromiso en la construcción del mundo" |
Este
era el tema de la conferencia del Padre Alfaro, profesor de la Gregoriana, de
Roma, quien tras una amplia exposición de lo que entraña teológicamente la
Eucaristía en el mundo, dijo: «El sentido último del mundo es ser para el
hombre, valor supremo para el que Dios ha creado el mundo y lo ha puesto en
manos del hombre. Pero el hombre y el mundo han sido creados por Dios y
redimidos por Cristo y ésta es la relación de la Iglesia con el hombre y con
el mundo ante Dios. Cristo ha dado un sentido nuevo al mundo, por eso la
presencia de la Iglesia en el mundo supone una exigencia evangelizadora. Y el
Evangelio no puede ser la rutina muerta de un convencionalismo social de
tantos cristianos de nombre que confiesan su fe en Cristo y se olvidan de
proclamarlo ante la sociedad, violando los derechos del prójimo, explotando a
los débiles, negando el derecho a la libertad. La situación actual de
progreso científico está explotada por el egoísmo, y se ha aplicado al
belicismo, dando origen a un desnivel económico entre pueblos desarrollados y
subdesarrollados. Este Evangelio es el que el mundo exige de nosotros como
prueba de nuestro cristianismo, que debe parecer a aquél que tenía sabor
cristiano del Pan repartido». |
¿Cómo
debe ser la predicación? |
La
predicación, siempre más necesaria y también más difícil, a causa de esa
larga costumbre de verla como un complemento, cuando no como un adorno... |
o
un añadido innecesario a la celebración de la liturgia. La vulgaridad
espiritual de los "cumplidores" dominicales y festivos,
perseverantes de las misas recortadas, a las que "van" o
"están", sin más participación que la mínima de aceptar una
disciplina o soportar una costumbre entre las menos difíciles de una
religiosidad tomada como moral, ha sido siempre contraria a la predicación,
{12 (104)} o por lo menos crítica. Se soporta, a lo más, que se recuerden las
diatribas de los profetas y las urgencias del mismo Evangelio, pero con
referencia a tiempos muy pasados o lugares muy lejanos, como un recuerdo
histórico y sentimental, de adhesión a un Cristo pretérito y a un Evangelio
ya sobradamente cumplido en él, sin necesidad de más aplicación actual que
las del sentimiento interior o de una moral individual, lo más imprecisa
posible. Para lo externo basta un folklore religioso y espectacular, sin
más... No puede negarse que asistimos a una fase crítica en la que nos estamos
purificando, a veces dolorosamente, de tantas superficialidades que han
adulterado y que todavía retrasan la preparación del Reino de Dios.
"Dios no está allí donde esta adulteración persista, a pesar de todos
los signos externos que pudieran confundirnos para creer lo contrario. |
El
Padre Roguet, dominico, profesor del Instituto Superior de Liturgia de París
habló de la relación entre palabra y Eucaristía. «La predicación litúrgica,
dijo, debe ser una llamada a la conversión y al compromiso. No debe, pues,
volar en la región etérea de los principios. Ella puede muy bien, sin decaer,
llamar al compromiso político en el sentido más noble, y también en el más
concreto del término: no para una lucha de partidos, sino para la
construcción de un mundo más justo». |
Comulgar,
vivir |
No
tratamos, en estas líneas, de dar una antología de todas las ponencias del
Congreso. Solamente queríamos indicar que, en lo doctrinal ―lo
publicitariamente menos relevante, pero en realidad lo más o lo único
constructivo―, a pesar de la ambigüedad aludida por los más exigentes,
no se ha perdido el tiempo. Unas palabras de Mons. Suquía, obispo de Málaga,
fueron, al final del día 27, como una divisa, cuando dijo en su ponencia: «El
pueblo primitivo veía con simpatía, no a los que comulgaban, sino la conducta
de los que comulgaban. |
Si
la liturgia se siente alienante hoy se debe a que no hemos sabido estimularla
con una dimensión fraternal y social». |
{13
(105)} |
6.
¿Dilema o síntesis? |
UNA
parte que pertenece a la substancia de la misión de la Iglesia, es la de
«iluminar el orden temporal y la de ser acicale hacia la justicia». Si la
Iglesia traicionara su misión, no solamente se perjudicaría a sí misma, sino
también al bien común de la sociedad. La doctrina pontificia es abundante a
este respecto. En el caso concreto de España, decía la revista VIDA NUEVA, en
su número 835, del 3 de junio: La Iglesia española se encuentra,
evidentemente, entre dos tentaciones... Tras muchos años de confinamiento en
una pastoral predominante o puramente espiritualista, la reacción ha llevado
a muchos a no ver otra acción pastoral que la marcada por el sello
político-social. |
La
contra reacción de muchos ambientes eclesiales y de no pocos ambientes
políticos ha sido el afán por reconducir la pastoral a lo puramente
espiritualista. |
Sólo
como un fenómeno de contra reacción puede interpretarse la campana de ciertos
medios contra posturas tan objetivamente moderadas en su conjunto como pueden
ser las conclusiones de la Asamblea Conjunta, contra documentos como el de
los obispos en torno a problemas sindicales e incluso frente a ciertos textos
pontificios. |
Y
el P. Fernando Sebastián, claretiano, Rector Magnífico de la Universidad
Pontificia de Salamanca, también ha escrito: La creciente tendencia a poner
la eficacia de la fe en la lucha social, tiene que entenderse como un intento
de los creyentes para hacer presente ante el mundo la credibilidad de la fe.
Puede ser que en algunos grupos de cristianos haya como una polarización
hacia el compromiso social. ¿Por qué cuando se habla de vivir la fe
comprometida, el compromiso de la fe se entiende casi exclusivamente como una
participación en la lucha social? Quizá estamos viviendo la adolescencia de
nuestro desarrollo político como cristianos. |
Lo
que sí es absolutamente claro, y creo que tenemos que defender en estos
momentos con absoluta intransigencia, es el derecho y la obligación de la
Iglesia a anunciar y vivir la fe teniendo muy en cuenta los aspectos
seculares de su expresión y de su exigencia. No es posible vivir fielmente la
fe ni anunciarla decorosamente, sin descubrir las exigencias del amor
fraterno en las instituciones y acontecimientos reales de la vida social. |
Preconizar
un cristianismo indiferente a las realidades sociales, si es para vivirlo, me
parece un sutil fariseísmo, y si es para exigirlo, me parece una persecución
de guante blanco. Imponer hoy a la Iglesia el silencio sobre las realidades
temporales, reducirla al culto y al folklore religioso, es obligarla a
perderse en el irrealismo, no permitirle iluminar las conciencias de sus
miembros, no dejarla aparecer como algo serio ante los hombres. |
{14
(106)} |
7.
Hay que rescatar a la Virgen que ha sido "secuestrada" por la
ideología burguesa |
Entrevista
de María Luisa Bouvard a José M. González Ruiz, publicada en el número 833 de
VIDA NUEVA. |
ON
José María González Ruiz, escriturista, teólogo, se muestra complacido de
conversar un rato sobre la Virgen María. Porque cree un error considerar este
tema, como tantos otros, monopolio exclusivo de determinados sectores del
catolicismo. Y le gusta hablar de María. |
―Las
cosas han cambiado tanto últimamente... Con respecto a la Virgen, algunas
personas se aferran a las devociones tradicionales. Y los que no, no saben a
qué acogerse. Hay un gran desconcierto. |
―Ese
desconcierto es, sobre todo, no sólo sobre la Virgen. Estamos en un momento
de cambio radical de un cristianismo convencional a un cristianismo opcional.
Concretamente, este cristianismo convencional del que estamos saliendo es
fruto de la ideología burguesa del siglo XVIII. Gentes que al principio se
presentaron como anticlericales e incluso antirreligiosos, pero que cuando ya
estaban cerca del poder pensaron que lo mejor era manipular e integrar la
conciencia cristiana (entre nosotros la conciencia católica). Y así todos los
aspectos de la vida religiosa fueron manipulados a favor de aquella clase o
grupo. Claro, ahora, al derrumbarse el cristianismo convencional y dar paso a
un cristianismo opcional, mucha gente no se da cuenta de que lo que hay que
abandonar no es el contenido, sino la manipulación. Por consiguiente, una de
las cosas fundamentales que hay que hacer es rescatar de esa ideología
burguesa la cantidad de cosas secuestradas. Y precisamente aparece como uno
de los secuestros más importantes la mariología. Entre los objetos de nuestra
fe han sido secuestrados la Virgen, la Eucaristía mucho, y ciertas
devociones, como el Corazón de Jesús. Si uno sigue siendo cristiano,
católico, lo que tiene que hacer es rescatar del secuestro todo eso, pero no
dejarle al enemigo el contenido. |
La
devoción mariana es lucha |
―¿Qué
significa la Virgen en este momento actual de la Iglesia? |
―La
Virgen es la autora del Magníficat, un himno revolucionario, subversivo,
porque dice que Dios ha derrocado de sus tronos a los poderosos y ha
ensalzado a los humildes. Y San Lucas, que presenta a la Virgen en las
comunidades primitivas como elemento esencial de la atención de los fieles,
lo hace precisamente {15 (107)} así, como autora del Magníficat. La Virgen es
también el símbolo del conflicto. El cristianismo es esencialmente un
conflicto. La profecía de Simeón: |
una
espada atravesará tu alma, Cristo será una bandera discutida. O sea, una
devoción a la Virgen que no implique una lucha decidida, una proclamación de
las desigualdades que existen en el mundo, una lucha para que los poderosos
bajen del trono y los de abajo suban, una devoción a la Virgen que no
implique la aceptación total del necesario conflicto del cristianismo,
realmente no tiene sentido. Que es lo que ha querido hacer la ideología
burguesa de la devoción mariana, la evasión, una especie de droga celestial.
Para mí éste es el gran sacrilegio; porque la devoción mariana se ha
convertido en una droga celestial. |
―¿Cómo
podría traducirse todo eso a la vida práctica? |
―Lo
que estoy diciendo es muy práctico, es tremendamente práctico. El recuerdo de
la Virgen en esta actualización de la economía de la salvación significa todo
esto y hay que hacer de ello algo fundamental. Todas las fiestas de la Virgen
y todo el recuerdo del pueblo cristiano tiene que ir cargado de esto. Y
concretamente alguien lo ha hecho ya. Estoy recordando el poema del obispo
español misionero en Brasil, Casaldáliga, "Romance Guadalupano". |
«Señora
de Guadalupe, |
patrona
de estas Américas: |
por
todos los indiecitos |
que
viven muriendo, ruega. |
¡Y
ruega gritando, Madre! |
La
sangre que se subleva |
es
la sangre de tu Hijo |
derramada
en esta tierra |
a
cañonazos de injusticia |
y
en la cruz de la miseria. |
¡Ya
basta de procesiones |
mientras
se caen las piernas! |
Mientras
nos falten pinochas |
¡te
sobran todas las velas! |
Ponte
la mano en la cara |
―carne
de india morena― |
¡la
tienes llena de esputos, |
de
mocos y de vergüenza! |
¡La
justicia y el amor!: |
ni
la paz ni la violencia. |
Señora
de Guadalupe: |
por
aquellas rosas nuevas, |
por
esas armas quemadas, |
por
los muertos a la espera, |
por
tantos vivos muriendo, |
salva
a tu América!». |
―Esto
me parece a mí― prosigue, un ejemplo espléndido. En vez de luchar
directamente contra todas estas perversiones religiosas en el aspecto
mariano, empecemos ya a ir sustituyendo. Hay dos maneras de borrar una cinta
magnetofónica: una, borrándola y otra grabando encima. Y eso es lo que le
falta a la llamada izquierda eclesial. |
Sustituir
el sentido |
―Si
las tradicionales devociones marianas no tienen demasiado sentido, habría que
sustituirlas por otras. ¿Cuáles? |
―Más
que sustituir unas devociones por otras, es sustituir el sentido, que dejen
de ser drogas. Yo no tengo ningún inconveniente en que la gente rece el
rosario. Lo que no me parece bien es la absolutización de eso, como se ha
hecho hasta ahora, como si fuera una especie de avasallamiento de las
conciencias. Yo {16 (108)} puedo recordar una cosa que ocurrió en la guerra
civil española, en una familia de Andalucía. Un chico de diez y siete años va
al frente y escribe a su madre, que estaba muy preocupada: |
«Mamá,
no te preocupes porque yo no muero. En primer lugar porque tengo el
escapulario de la Virgen, pero sobre todo yo he hecho los nueve primeros
viernes de mes. Y como el que ha hecho los nueve primeros viernes de mes no
muere en pecado, yo estoy en pecado hasta que acabe la guerra». Era puramente
lógico. Esto es lo que hay que evitar, naturalmente. O sea, más que las
devociones, que pueden tener un sentido u otro, es el significado. |
A
mí, si en un momento dado, en una lucha liberadora, un grupo de cristianos
reza el rosario en un campamento por la noche, me parece estupendo. Porque es
un rosario que tiene un sentido liberador, no sacralizador de la opresión,
sino animador de una lucha de liberación. |
―¿Qué
opina usted sobre la imitación de las virtudes de la Virgen? |
―Pues
lo que he dicho antes. Su virtud fundamental fue proclamar; Ella es la autora
del Magníficat. Es lo único que los evangelios nos dicen que Ella dijo. |
―Pero
tradicionalmente se han propuesto como modelo de imitación, una serie de
virtudes (humildad, pureza, sencillez, espíritu de aceptación, de sacrificio,
etc.) que se han aplicado en grado sumo a la Virgen. |
―Esto
es un abuso en general. Hemos hecho una moral o una ascética a nuestra medida
y después la hemos aplicado a aquellos símbolos o personas sagradas que nos
parecía que debían ser modelo, pero esto no es específico del problema
mariano. A Dios le hemos remodelado a nuestro gusto y así se llega por
ejemplo a la Teología de la muerte de Dios, de los norteamericanos, que es
hacer de Dios un cadáver muy bonito, muy bien embalsamado, para que sea
objeto de adoración, pero que no nos traiga sorpresas. Si lo fundamental en
el dogma mariano es que la Virgen es corredentora, la que va al lado de
Cristo, su segunda {17 (109)} de a bordo, por así decirlo, en la economía de
la salvación, las consecuencias son claras. ¿Qué es la economía de la
salvación? Es la búsqueda de un más allá del individuo y un más allá de la
historia pero a través de una liberación en el más acá. Por consiguiente, mi
recuerdo de la Virgen tiene que estar en función de esto, porque si no sería
una visión herética. Cuando yo veo una devoción mariana que sirva de droga,
de sacralización de opresiones, de explotaciones, de ingenuidades me estoy
dando cuenta de que ha sido secuestrada. |
Poco
sentido religioso |
―La
figura de la Virgen, me parece a mí, cuando más se ha ido desplazando,
olvidando, es cuando más se ha buscado a Cristo como salvador, como redentor
y se ha tratado de instaurar el reino de Cristo en la tierra. |
―Lo
que está cayendo es todo un secuestro. No se puede plantear el problema de la
Virgen únicamente, sino que es toda la economía de la salvación. Se ha
entendido la salvación del alma como una cosa evasiva, algo que tranquilizaba
el orden, o el desorden establecido (porque hasta ahora no se ha establecido
ningún orden en la vida). Se ha sacralizado y fijado eso y así la mariología
ha tenido a veces un aspecto incluso sacrílego. Yo soy andaluz y no puedo
dejar de reconocer que en muchos casos la devoción mariana en Andalucía tiene
rasgos, no sólo folklóricos, sino sacrílegos, no conscientes, pero
objetivamente sí. El desahogo del pueblo cuando la Macarena entra en el
templo por la mañana o la Virgen del Rocío en el monte o tantas otras tiene
mucho de desahogo de represión. Los piropos que le dicen a la Virgen,
imágenes preciosas, bellísimas... Eso no tiene sentido religioso apenas. Eso
lo tenemos que denunciar. Decir que se enfría la devoción mariana porque se
corrija eso, yo no lo diría; intentaría darle un contenido. Y la única manera
es corregir ese falso cristianismo y entonces automáticamente también se
corregirá la devoción mariana; no sabemos cómo, porque estamos empezando,
pero sí me parecería falso y no revolucionario el no intentar rescatar, entre
otras cosas, la devoción mariana secuestrada por la ideología burguesa, que
ahora insiste mucho en la posesión de esos valores, aun cuando deformados,
para achacar a los grupos de renovación, incluso a la misma Iglesia oficial,
que no son católicos. |
―El
Concilio habla de los deberes de los cristianos hacia la Virgen. ¿Cuáles
serían esos deberes? |
―Pues
lo mismo. Habrá que desmontar, eso sí, tanto folklore. Porque cuando hablamos
de devoción mariana ¿de qué hablamos? De folklore. En un 95 por ciento, la
devoción mariana es folklore; y en el otro cinco por ciento algo importante
habrá que rescatar. Porque en nuestro pueblo ha habido sectores que no se han
dejado secuestrar. Todo esto se va acabando en la medida en que el
cristianismo convencional va dejando de serlo para pasar a un cristianismo
opcional. Y estamos en ese momento. |
―Entonces
tendrá que irse elaborando poco a poco la mariología. |
―No.
La mariología está elaborada y es sencilla. No creo que tenga que cambiar
nada; me parece muy bien. |
―Las
devociones del pueblo, sí. |
―Sí.
Pero tenemos que tener cuidado ―para mí es importante esto― no
dejarnos arrebatar algo que debemos poner al día. Incluso ciertas
manifestaciones {18 (110)} públicas en un pueblo determinado. Lo que hace
Casaldáliga. La gente seguirá yendo a Guadalupe ¡cómo no! Pues darle a eso el
sentido que tiene que tener. |
La
Virgen, la consoladora de los afligidos, la Madre de los oprimidos... eso
tiene un sentido, sobre todo a partir del evangelio de San Lucas, que es de
donde parte, por así decirlo, toda la reflexión que nosotros sepamos que
hacen los primitivos cristianos sobre el significado de la Virgen en la
historia de la salvación. |
Proyecto
de salvación |
―Pero
de la Virgen no sabemos casi nada. El Evangelio de San Lucas se refiere,
sobre todo, a la infancia de Jesús. |
―Todo
evangelio es la reflexión que hace una comunidad. El evangelio no lo escribió
un señor, refleja las preocupaciones de una comunidad y está montado. |
Yo
había seguido la opinión ―tengo en prensa un comentario―, de que
el evangelio de San Marcos era tremendamente primitivo, de alrededor del año
50, y de una comunidad de Cesárea. Ahora, con el descubrimiento de los
papiros hecho por el padre O' Callaghan se confirma. El evangelio de San
Lucas es también muy primitivo, aunque posterior; puede llegar al año 60 y
pico, pero no más. Y, corresponde a comunidades, porque San Lucas era muy
viajero y visitador de comunidades paulinas. Y si a San Lucas se le ocurre
presentar la figura de María en ese sentido es porque eso preocupaba. En las
comunidades fundadas por San Pablo se pensaba en María todos los primeros
capítulos de San Lucas, como una persona escogida ―el ángel―. En
eso habrá un montaje. No sabemos hasta qué punto corresponde a un reportaje,
ni me interesa; incluso, cuanto menos reportaje sea más me interesa, porque
indica la fe de la comunidad. Es la comunidad la que en su reflexión sobre
los datos que tuviera de María, la considera importante. A Jesús se le
presenta, como a todos los héroes en el Antiguo Testamento, como un proyecto
de Dios, que no era una casualidad. Por consiguiente, el meter ahí a María, y
además como protagonista, indica que, según creían aquellas comunidades
primitivas, María formaba parte del proyecto de salvación. |
Y
aparece como autora del Magníficat, que a lo mejor lo invento San Lucas o la
gente, además era un himno bíblico. Lo interesante era que ellos se lo
atribuyeran a la Virgen. Ellos veían a la Virgen como protagonista de un
proyecto de salvación, que es un proceso de liberación también, no solamente
un proceso de salvación del más allá. El evangelio de San Lucas es
tremendamente inmediato. |
Es
el evangelio de las bienaventuranzas y de las malaventuranzas: es el
evangelio que podemos llamar social. Y ahí aparece María formando parte del
proyecto de Dios con respecto a Cristo salvador, pero salvador inmediato. Por
consiguiente para ellos significaba un símbolo y un estímulo. Y después la
conciencia cristiana a través de los siglos ha seguido más o menos partiendo
de ahí. Para nosotros es el punto de partida fundamental. Y claro, la Virgen
es el consuelo de los afligidos, la Madre de los desheredados. Eso, aplicado
a hoy, significa que la devoción mariana debía ser estímulo a los oprimidos
para salir de su opresión. |
Una
de las advocaciones que habría que añadir a la letanía es "Madre de los
oprimidos", "Madre de los explotados", no de los explotadores
ni de los opresores. Naturalmente esto costará trabajo, pero creo que es lo
que tiene sentido y lo que va en la línea de lo que es redención, salvación,
liberación. |
Magníficat. |
PROCLAMA
mi alma la grandeza del Señor, |
se
alegra mi espíritu en Dios, mi salvador |
porque
ha mirado la humillación de su esclava. |
Desde
ahora me felicitarán todas las generaciones. I |
porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por mi: |
su
nombre es santo. |
Y
su misericordia llega a sus fieles |
de
generación en generación. |
Él
hace proezas con su brazo: |
dispersa
a los soberbios de corazón, |
derriba
del trono a los poderosos |
y
enaltece a los humildes, |
a
los hambrientos los colma de bienes |
ya
los ricos los despide vacíos. |
Auxilia
a Israel, su siervo, |
acordándose
de la misericordia, |
como
lo había prometido a nuestros padres, |
en
favor de Abrahán y su descendencia para siempre. |
Lucas
1, 46-51 |
|