Publicación
mensual del Oratorio. |
Núm.
153. NOVIEMBRE. Año 1977 |
0.
SUMARIO |
NOVIEMBRE,
con la vida que se amortigua y la muerte que se insinúa: con el resto de
calorcillo que se agradece mientras se apaga, y el frío que nos saluda
austero; con el recuerdo de las cosechas menguadas y la avaricia de la
semilla que se pierde en los cálculos todavía problemáticos, es el panorama
del invierno que acecha. La muerte y la vida, el frío y el calor, la pena y
la esperanza... Y, por dentro, el pensamiento que trabaja, el espíritu que no
muere, la inteligencia que recoge y organiza las verdades de la vida, y las
guarda, por encima de las controversias, como rescoldo que prepara y
garantiza otras, superiores, claridades. Hay que vivir más, y hay que saber
más cosas del mundo, del hombre y de Dios. La vida sigue. |
ACCIÓN
Y CONTEMPLACIÓN |
NEWMAN |
LA
FE Y LA ESPERANZA IMPACIENTE |
CULTURA
Y CRISTIANISMO |
LA
RELIGIÓN EN LA UNIVERSIDAD |
{1
(141)} |
Tiempo
de orar: |
Señor,
me pongo enteramente entre tus manos. |
Tú
me has creado para ti. Ya no quiero pensar más en mí mismo. Solamente te
quiero seguir. |
Señor:
¿qué quieres que haga? |
Déjame,
solamente, que haga mi camino contigo, tanto si es en el gozo como en la
pena, yo te quiero acompañar. Hago y te ofrezco el deseo de mis placeres, de
mis sacrificios, de mis debilidades, de mis proyectos, de estos pensamientos
que me retienen lejos de ti y que me encierran replegándome en mí mismo. |
Haz
de mi lo que quieras. Yo no quiero comerciar contigo. Yo no calculo y busco,
de antemano, qué destino me aguarda. Yo quiero ser lo que tú quieres que sea.
Tampoco te digo que «te seguiré dondequiera que vayas», porque soy débil. |
Pero
me entrego a ti para que tú, incesantemente, me lleves por tu camino y me
conduzcas a tu fin. |
Cierro
los ojos y sólo te pido la fuerza que me es inprescindible para este día y
este momento. |
Dios
mío, que no oculte nada a tu mirada y pida tu consentimiento en todas mis
decisiones y tu bendición sobre cada uno de mis actos. Lo mismo que un
cuadrante solar solamente determina la hora si bate en él el sol, también así
yo quiero ser determinado solamente por ti, en lo que te quieras servir de
mí, mientras me conduces. |
¡Que
sea siempre así, Señor Jesús! |
John
Henry NEWMAN, C. O. |
{2
(142)} |
1.
Acción y contemplación |
CUANDO
nos encontramos frente a los más grandes hombres y mujeres del Cristianismo,
esos que registramos en la liste de los Santos, y se nos fuerza a establecer
la clasificación entre "activos" y "contemplativos". |
las
vacilaciones en que nos debatimos no tienen fin, por poco que nos acerquemos
al análisis de sus vidas. Sólo si se nos ocultan o desconocemos parte o
aspectos de ellas, podemos de algún modo resignarnos A esa convencional
bipartita clasificación. |
Si
nos remontamos a los principios ya se comprende que no puede haber actividad
que merezca llamaree cristiana si no es fruto y si no está animada por la
contemplación; ni ésta puede ser santa si impidiera la actividad para el
bien. |
Pensamiento
y acción, oración y actividad se hermanan y confunden en los santos. La
compartimentación estancada, seccionada, que en aras de una discutible
racionalización aplicamos a los modos de santidad, no nog sirve, por ejemplo,
cuando nos referimos a Jesucristo, el prototipo de los santos: ni vale para
ello que introduzcamos una tercera olasificación, la que hemos venido en
denominar "mixta". LA santidad es sencilla, sin mixturas ni
conjunción de elementos, aunque pretendiéramos extraerlos del mismo
Evangelio. Del Evangelio sacaríamos, en todo caso, que si el corazón es claro
y limpio, todo eso deviene olaro y transparente, todo es uno. |
Cristo
ve, contempla al Padre, y opera y trabaja como el Padre trabaja y es una cosa
con él. |
¿Podríamos
clasificar a san Pablo como contemplativo o como Activo? |
Igual
dificultad tendríamos al intentar hacerlo, si reflexionamos un poco, con
santa Teresa de Jesús, la mistica o incansable andariega; con sante Catalina
de Siena, la enamorada de Dios y celosa e intrépida servidora de la Iglesia
con el Poverello de Asís, identificado con Cristo y abierto a todas las cosas
con san Felipe Neri, absorto en Dios y hablando de continuo con todo el mundo
por las cnlleg de Roma: con san José de Calasanz, con ban Juan Bosco, con
Ozanam, con Newman... |
{3
(143)} Si nos fuera dado poder seguir, nl detalle, los pasos de la vida y
peneträr los latidos del corazón de cunlquier personne de veras cristiano,
deacubriríamos la perſeota trabazón entre actividad y contempinción,
entre el hacer para Dios y el pensar en Dios, entre Apostolado y oración. |
Veriamos
además, que su oración no seria metodizada, ni sumpostolndo demasindo
organizado. Si lo fuera, bate acabaría en anquilosante estructura de sólo
apariencias para Amortizar y la crnción de reduciría A Cañamazo metódico
inservible para conducir al fin, Dios, y acabaria convertida en la
autoconiempinción del meditante. No serviria para la santidad; a lo sumo
compondria una apariencia sin contenido real. A partir de este equivoco seria
posible la bugestión, el engaño autocontemplativo, la desviación fan- LÁstica
por derroteros divergentes de la verdadera mistica, que siempre fueron
temidos y combatidos implacablemente por los santos auténticos y por los
buenos maestros de la vida espiritual, porque descubrían en tales
situaciones, las complicidades no totalmente erradicadas del orgullo y las
flaquezas del sentimiento. San Felipe Neri perdín au proverbial dulzura y
comprensión y las transmudaba en dureza inexorable frente a estos dos
peligros: las apariencias místicas y la desobediencia. |
Se
comprende que, en buena lógica cristiana, toda actividad será verdaderamente
santa sólo en la medida en que esté animada por un pedeamiento, por una
intención sobrenatural que surja del trato con Dios en la Oración y que la
oración no es el ocio o somnolencia si es estimulada por la acción generosa y
oreadora del ngente que se olvida de sí mismo para Yolcarse en Dios. |
{4
(144)} |
2.
NEWMAN |
OTRAS
VECES, desde estas mismas páginas, nos hemos referido a Newman. La reciente
publicación de la APOLO- GIA PRO VITA SUA, ofrecida por la BIBLIOTECA DE
AUTORES CRISTIANOS (B. A. C.), pone otra vez de actualidad en España, el
itinerario espiritual de este gran convertido. La APOLOGIA es el más
interesante de todos los escritos del célebre convertido de Oxford,
John-Henry Newman, que al poner al descubierto su alma marcó, en la historia
de la Iglesia y en la de todos los peregrinos que caminan hacia la luz, un
hito parecido al de otro gran convertido, de casi quince siglos atrás que
también alcanzó, crucificado antes por el dolor de la duda, el tesoro
luminoso de la fe. Es claro que nos referimos a las CONFESIO- NES de san
Agustín que, según César Baronio (ANN. ECC. ad ann. |
395),
fueron escritas a instancias de s. Paulino. |
Además,
el reciente Concilio Vaticano II, ha aventado las cenizas que cubrían las
ascuas del fuego latente que Newman nos legara en el rescoldo más vivo de la
Cristiandad, y hasta se puede decir que la brasa se envuelve en llamas, allí
donde todas las ideas capitales del cardenal Newman son luz profética, aun
ahora, al cabo de un siglo. |
La
trascendencia de los santos y de los genios excede el marco de su propia vida
y de su época; su huella, en la historia y en la Iglesia, no sólo perdura
indeleble, sino que abre camino por el que luego eg preciso transitar,
mientras experimentamos, junto con la certeza que nos viene de atrás como
algo recibido, una cautivadora y fuerte impresión primaveral que nos lo hace
siempre nuevo, como si lo acabáramos de estrenar. |
No
importa que estos seres extraordinarios hayan sido más o menos
incomprendidos, o que incluso hayan sido perseguidos. En realidad, para los
espíritus vulgares que tenían cerca, pegados a un concreto cómodo, de riesgo
mínimo y casi sin futuro, ellos resultaban incomprensibles cuando no
comprometedores. Existe en las almas verdade- {5 (145)} ramente grandes una
sencillez tan profunda que, sin que ellas mismas lo pretendan y ni se
percaten, ponen en evidencia lo mezquino y lo vulgar, incapaz de calibrar ni
la fuerza sobrenatural del amor de un santo, ni la profundidad de la
intuición genial. A pesar de todo, el santo y el genio, gozan de una
actualidad perenne y de una pertenencia universal. |
Newman
fue lo uno y lo otro; virtud y genio se combinan en él, hasta erigirlo, sin
darse cuenta, en una figura que más bien podría alinearse, por su santidad,
por su inteligencia y por su influjo en la Iglesia, junto a estas columnas de
la misma con el nombre de Santos Padres. Pío XII dijo de él, en cierta
ocasión, que Newman no solamente sería inscrito en la lista de los santos,
sino que sería declarado Doctor de la Iglesia. |
―
Newman es ya, en la estimación de todos, universal y perdurable; su figura es
venerada y respetada por todos, dentro y fuera de la Iglesia católica, aunque
en realidad haya sido menos conocido en los países latinos y, si cabe, aún
menog en España y hasta en Italia, lo que resulta en parte explicable por la
dificultad lingüística y, consiguientemente, por la falta de intercambio
cultural suficiente entre nuestras latitudes y la patria del insigne
convertido, y también, porque la problemática religiosa y apostólica de la
Inglaterra victoriana no era la nuestra. |
Hoy,
sin embargo, cuando las comunicaciones acercan no sólo los lugares sino
también las ideas, y todo, en el mundo presente, tiende a la homogenización
de inquietudes y al reparto y participación vital en todas las
responsabilidades, cobra mayor actualidad la figura y el pensamiento de
John-Henry Newman, porque su trascendencia nos alcanza ineludiblemente.
Habría de bastar un repaso, siquiera superficial, de su obra, antes y después
{6 (146)} de convertirse al Catolicismo, y cotejarla con el reciente Concilio
―Iglesia, laicado, ecumenismo...para darnos cuenta de cómo la lealtad y
la clarividencia de Newman, no solamente puede aún constituir {7 (147)} una
aportación "actual" para la Iglesia de nuestros días, sino que, en
muchos puntos, sigue siendo "avanzado", después de cien años. |
Entonces
no faltaron quienes se escandalizaran, e incluso ahora, a pesar del respeto y
garantía reconocidos, no se podrían repetir todas sus palabras, sin que
cundiera el escalofrío que suele causar, en los más prudentes, un inesperado
exceso de prudencia, aunque venga de un santo. |
En
el año 1964, con ocasión del centenario de la publicación de la APOLOGIA, se
celebraron en Inglaterra, en Alemania y en Estados Unidos de América, una
serie de conmemoraciones y, hace un par de años, un Symposium internacional
en Roma. |
Las
ediciones y las traducciones de las obras de Newman, los estudios sobre sus
escritos, su figura y su influjo, se deben no sólo a la fidelidad con que
algunos oratorianos especializados (Tristram, Boyer, Dessain...) lo han hecho
tema casi constante de su estudio, sino al interés de muchos más, sacerdotes
O seglares, católicos o no católicos, que no han cesado ni cesan de tenerlo
en cuenta en sus investigaciones. Newman es universal. |
No
hace mucho, desde las páginas de VIDA NUEVA (nº 1100, de 15 oct. 1977), ese
inquieto y lúcido cristiano que es José Miguel Oriol (prescindan del
prejuicio del clan del nacional-catolicismo familiar que sugiere el
apellidol), actual responsable de las ediciones ZYX, se lamentaba del
"verdadero desastre" de la cultura cristiana en España. «Por dar un
síntoma - decía, aquí no se han traducido las grandes obras de la literatura
y el pensamiento católico del siglo XIX y XX. ¿Quién conoce la dogmática de
Barth? Se conocen retazos de Newman, de Von Balthasar, de Maritain, etc., y,
sin embargo, son autores importantísimos dentro del pensamiento cristiano». |
No
han faltado esfuerzos precedentes en editoriales y revistas o simplemente
culturales (por ej. |
REVISTA
DE OCCIDENTE) para ofrecer algún que otro estudio serio sobre Newman; la
misma edición de la APOLOGIA tiene un precedente en la primera, en
castellano, de 1934 (Ed. FAX, de Madrid); pero confiemos que la más moderna
que ahora se nos ofrece por la B.A.C. contribuya al redescubrimiento de esta
gran figura cristiana, por lo menos entre los cristianos medianamente cultos
e interesados en la renovación de la Iglesia. |
Desde
nuestras páginas, con los límites que nos son propios, continuaremos
aludiendo a este hermano nuestro en san Felipe que, por fuerza, consideramos
también maestro, tanto cuando miramos al interior de la institución que nos
agrupa -el Oratorio-, como cuando miramos al mundo y a la Iglesia con la
esperanza de encontrar respuestas cristianas a sus acuciantes preguntas. |
Si
reseguimos la Biblia y miramos a las figuras que sirvieron a Dios, aun cuando
veamos que comenzaron su tarea con éxito, comprobamos que al fin acaban en el
desengaño y la frustración. Lo cual no quiere decir que el plan de Dios y de
sus colaboradores deba necesariamente fracasar, sino que la cosecha de lo
sembrado para el Reino de Dios no se comprueba en nuestro tiempo; por esta
misma razón apenas puede percibirse el fruto visible en la vida de ningún
hombre justo. |
JOHN
HENRY NEFMAN |
HITOS
DE LA VIDA DE NEWMAN. |
1801
Newman nace en Londres, el 21 de Febrero. |
1816
Primera conversión. |
1817
Es admitido en el Trinity College, en la Universidad de Oxford. |
1822
Es elegido Fellowship en el Oriel College, de Oxford. |
1826
Predica su primer sermón en la Universidad. |
1832
Durante un viaje por el Mediterráneo, con Hurrell Froude, escribe el poema
Lead Kindly Light. |
1833
Publica The Arians of the Fourh Century. |
1841
Publicación del Tract Ninety. |
1843
Predica su último sermón como anglicano y se retira a Litti emore. |
1845
El 9 de Octubre es recibido en la Iglesia Católica. |
Publica
la obra The Development of Christian Doctrine. |
1848
Se establece el Oratorio de Birmingham. |
1852
Publicación de The Idea of a University. |
1854
Rector de la Universidad Católica de Dublín. |
1858
Vuelve a Birmingham. |
1859
Funda en Birmingham la Escuela del Oratorio. |
1864
Publica Apologia pro vita sua. |
1865
Publica The Dream of Gerontius. |
1870
Publica Tle Grammar of Assent. |
1875
Publica The Letter to the Duke of Norfo 1879 Es creado cardenal por León
XIII. |
1890
El 11 de Agosto muere en el Oratorio de Birmingham. |
{8
(148)} |
3.
La fe y la esperanza impaciente |
Creer
significa rebasar, en una esperanza que se adelanta, las barreras que han
sido derribadas por la resurrección del Crucificado. |
Si
reflexionamos sobre esto, entonces esa fe no puede tener nada que ver con la
huida del mundo, con la resignación y los subterfugios. |
En
la resurrección de Cristo la esperanza no ve la eternidad del cielo, sino
precisamente el futuro de la tierra sobre la que se yergue su eruz. Ve en la
cruz precisamente el futuro de la humanidad por la que Cristo murió. |
Por
ello, para la esperanza cristiana, la cruz es la esperanza de la tierra.
Esperanza hecha, construida por la obediencia corporal, porque aguarda y le
corresponde la resurrección corporal. Por esto se hace cargo, con dulzura, de
la tierra destruida y de los hombres maltratados, porque le está prometido el
reino de la tierra. Ave crux, spes unica! |
Pero,
a la inversa, esto significa que, el que así espera, no se podrá conformar
jamás con las leyes y los sucesos inevitables de esta tierra, ni Aceptar la
fatalidad de la muerte, ni la necesidad del mal que engendra otros males. |
Para
la esperanza cristiana la resurrección de Cristo no es sólo un alivio en una
vida llena de asechanzas y condenas a morir, sino también la contradicción de
Dios al sufrimiento y la muerte, a la humillación y la injusticia, a la
perversidad del mal. |
Para
la esperanza, Cristo no es sólo consuelo en el sufrimiento, sino también la
protesta de la promesa de Dios contra el sufrimiento. |
Si
Pablo llama a la muerte el último enemigo" (1 Cor 15, 26), también hay
que proclamar, a la inversa, que el Cristo resucitado - y, con él, la
esperanza de la resurrección, es el enemigo de la muerte y de un mundo que se
conforma con ella. |
La
fe se introduce en esta contradicción, y con ello se convierte a si misma en
una contradicción contra el mundo de la muerte. Por esto la fe, cuando se
dilata hasta llegar a la esperanza, no aquieta, sino que inquieta, y no
pacifica, sino que impacienta con la fuerza de esta misma esperanza. |
MOLTMANN
9 (149) |
{9
(149)} |
4.
CULTURA Y CRISTIANISMO EN NEWMAN |
CUANDO
decimos "cultura" no nos ceñimos demasiado escrupulosamente a la
definición, que puede considerarse clásica, dada por el contemporáneo de
Newman, e igualmente inglés, que le dio el concepto descriptivo de acervo o
complejo que incluye los conocimientos, las creencias, la moral, el derecho,
las costumbres y las demás capacidades adquiridas por el hombre como miembro
de la sociedad. Esta definición es la repetida por la generalidad de los
sociólogos. Tal vez la tuvo también en cuenta Newman, atento, en todos los
aspectos del saber, al pulso de su tiempo y abierto a las intuiciones algunas
no comprendidas entonces, cuya validez le hacen, después de un siglo, todavía
actual ante las perspectivas que se abren y los proyectos que se inventan en
nuestros días, frente a este mundo que es preciso transformar. |
La
cultura supone la sociedad, y supone más que la simple naturaleza. Es como
una "sobrenaturaleza" –excede lo simplemente biológico, que se da
en el hombre y al hombre pero para que la transmita-- al estar en la
encrucijada de las coordenadas históricas y que ha de constituir una herencia
para las generaciones que sigan y que reciben para ser crecida o
transformada. Tal vez desde ahí podamos comprender un poco el por qué del
esfuerzo de Newman por relacionar el progreso en la fe con el hecho cultural,
si bien de la cultura tenía un concepto que hoy llamaríamos, sin rodeos. |
"laico"
y que de él le vino el tropezar con tantas oposiciones, precisamente desde
las posiciones de los creyentes oficialmente responsables en la sociedad,
para quienes, la cultura, {10 (150)} más que un ambiente para el acercamiento
a la verdad, era considerada como un recurso, en todo caso, o como un
instrumento maleable y dócil, más bien surgido de las verdades trascendentes,
que no constituyente del camino que, por ser el honesto del perfeccionamiento
del hombre en la verdad de su auténtico desarrollo total, le conduce
pacientemente y seguramente al fin sobrenatural de la Gracia. |
Newman,
a fuer de pragmático -como buen inglés- y de ser más teólogo que dogmático,
tenía una fe que superaba la pobreza mental de los que, por ingenuidad o por
envidia yacían, demasiado seguros -en realidad profundamente inseguros- de sí
mismos y que, por eso, desconfiaban anticipadamente de cualquier proyecto no
apto, inmediatamente, a la instrumentalización clerical. Mientras que para
unos la simple palabra "cultura" era sospechosa de liberalismo y
corrosiva para el dogma, Newman trataba de hacer entender que era preciso
aceptar el reto de la frialdad racionalista y enfrentarse con sus críticas,
ya que la verdad cristiana nada podría temer de la razón honesta ni de la
independencia soberana de la conciencia del hombre frente al torbellino de
las libertades románticas. Era al hombre al que había que salvar, para que
pudiera ser cristiano, y no pensar que se lograrían buenos cristianos y
buenos "católicos" a base de embutir sus mentes en el ejercicio de
un control cultural (más bien intelectual) desde concesiones que pasaran por
la censura. |
Los
tradicionales de siempre decían que cultura sí, pero cultura secular no o, en
todo caso, que lo fuera sólo de nombre, pero permaneciera clericalmente
domesticada. El proyecto {11 (151)} de la Universidad fundada por Newman
fracasó porque no comprendieron que, la Universidad católica no puede ser
equivalente a un seminario. «Un seminario, decía Newman, es un colegio, no
una Universidad. Los hombres primero gon católicos, luego miembros y alumnos
de la Universidad: la Universidad no es ipso facto una institución de la
Iglesia». |
No
lo comprendieron, no pudieron comprenderlo. En ellos se operaba y planeaba
todo desde una "confusión" donde entraba todo lo dominable para
instrumentalizarse como una "propaganda" de la Iglesia. Newman, en
cambio, concebía la necesidad de una autonomía para la cultura y creía que
ello disponía a un mejor fin. Precisamente él, en medio de esta libertad
había encontrado la fe católica desde un ambiente anglicano. El afirmaría que
la Universidad le hizo católico, no el ejemplo ni las obras de los hombres
católicos. |
Cierto,
que la Universidad a que él se refería no era la de nuestros días, y ni
siquiera la que inmediatamente siguió al "Movimiento de Oxford". No
pudieron entenderlo los que veían en la Universidad un medio de obtener
panoplias de vanidad o capacitaciones para empleos o ascensos. Newman pensaba
en lo más genuino del espíritu universitario, objeto de nostalgia todavía en
nuestros días, pero que él pudo vivir en Oxford. Y, mientras le reprochaban
que no hiciera bastantes conversiones entre sus compañeros, él respondía que
«antes de preparar a los honbres para la Iglesia, le preocupaba preparar a la
Iglesia para los hombres». |
+
Para Newman, la cultura, no era sólo lo que había definido o descrito Taylor
y luego repetirían los sociólogos: era, básicamente, desde su perspectiva de
hombre profundamente creyente, la actitud humana y abierta que surge no de la
suma de conocimientos que la memoria almacena y la vanidad exhibe o la
ambición explota, sino la serenidad de espíritu, la paz de la inteligencia,
la libertad de la honradez que transforman al hombre en caballero: sabio,
inteligente, artista, leal y valiente, o lo que él llamaba la "genti
emanlikeness" frente a los demás hombres, frente a la verdad y frente a
Dios. Un cristianismo ajeno a esta actitud era beatería, propaganda u
ostentación. |
Pero
sobre estas líneas algún día tendremos que volver. . |
{12
(152)} |
5.
documento: LA RELIGIÓN EN LA UNIVERSIDAD |
EL
MONJE BENEDICTINO Lluís Duch ha publicado, con este título, un trabajo en el
que analiza la situación crítica de la Universidad y de la enseñanza de la
Religión en ella. Esta crisis tiene una historia que arranca principalmente
de la Ilustración y atraviesa la sucesión de corrientes sociologistas,
evolucionistas, historicistas y llega, en la actualidad, a interesar en las
principales universidades europeas, como fenómeno humano que adquiere, desde
hace una veintena de años, un extraordinario vigor teórico y práctico. De
estas breves páginas documentales no recogemos el análisis histórico que tan
esquemáticamente resumimos. Ofrecemos solamente la traducción de las
conclusiones principales a que llega el ilustre teólogo y antropólogo de la
Facultad de Teologia de Barcelona. |
LA
CRISIS DE LA UNIVERSIDAD |
La
crisis generalizada en que se encuentra hoy en día el concepto y la enseranza
universitarios, no es más que un síntoma muy elocuente de la crisis total
(principalmente de valores) de la sociedad occidental. La desconfianza ante
cualquier autoridad (paterna, política, religiosa, científica...) es una de
las características más notables de nuestro momento, y esto se hace
particularmente sensible en la universidad que ha sido tradicionalmente como
el termómetro de las vicisitudes sociales, si bien es preciso tener en cuenta
las especiales caracteristicas de la clase social y de la edad de los
universitarios. |
LA
CRISIS RELIGIOSA |
La
crisis de las religiones, como la de la universidad, es un signo muy claro de
la situación conflictiva general {13 (153)} que padece la sociedad de nuestro
tiempo. Es, si se quiere, un indicio extraordinariamente significativo de la
crisis de lo humano: de la comprensión que tiene el hombre de sí mismo, de
los demás, de la naturaleza y de Dios. |
En
el fondo, la crisis religiosa ha de considerarse como una crisis de
diferencias, 0, si se quiere, del orden cultural tomado en conjunto. Este
orden cultural no es otra cosa que un sistema organizado de diferencias, toda
vez que son las separaciones diferenciales las que confieren al individuo su
identidad, y así le permite situarse en relación con los demais. Ocurre que,
cuando la religión se descompone, no es solamente la integridad fisica de los
individuos que resulta amenazada, sino todo el orden cultural que regula las
relaciones de un determinado grupo. Entonces las instituciones pierden su
vitalidad y la erosión de los ralores se produce cada vez mois
precipitadamente: las metas colectivas que antaro se había propuesto la
sociedad se problemalizan con mayor insistencia y los individuos se sienten
incapaces para asumir la identidad que les proporciona su adaptación al grupo
mediante la tradición comin. La superación de la crisis consistirá en la
obtención o en el intento por obiener-- de un nuevo sistema de diferencias,
de una renovada ordenación que haga posible la recuperación de la identidad
perdida, tarto en el plano colectivo como en el individual. En este sentido
resulta del todo ilusorio pretender la solución de la crisis religiosa sin el
plantenmiento serio de la cuestión del hombre en su totalidad; o pretender
resolver la crisis universitaria sin enfrentarse con la situación global de
la sociedad en la cual se halla inserida. |
INSTRUMENTALIZACIÓN
{1} DE LA RELIGIÓN Y DE LA UNIVERSIDAD |
Para
comprender la situación actual de la religión y de la universidad (como, por
lo denidis, de los restantes aspectos de nuestra sociedad), es preciso hacer
referencia a la instrumentalisación de que han sido objeto en los ultimos
siglos. |
Es,
en efecto, a partir de Hegel, que bien puede ser considerado como el filósofo
de la burguesía, cuando el hombre se ha convertido en autometa personal
(personliche Selbstzwecklichkeit). De este modo, el principio de la
salisfacción individual de las necesidades se considera, {14 (154)} sobre
todo a partir del siglo XIX, como un derecho absoluto (por lo menos, como es
natural, por parte de aquellos que pueden efectivamente salisfacerlas). Este
principio es considerado por la sociedad burguesa como racional de acuerdo
con uno de los puntos de partida de la burguesía: |
la
ratio como conservatio sui y también como disposición de poder para proveer a
esta misma conservación. |
En
este contexto, la misma religión, solamente queda legitimada a partir de
igual principio conservador, de lo que resulta el talante individualista y
privado de la religión aburguesada. |
Pero
también la ciencia moderna resulta aburguesada, porque su ratio es siempre
una razón Interesada y partidista, incapaz de funcionar de modo neutral. La
racionalidad de la ciencia moderna -y su combate contra el homo religiosus
como posible experimentador de Diosconsiste en la dominación y la explotación
de la naturaleza (la "desdivinación de la naturaleza" de Max Weber)
y del hombre como sujeto natural", con el fin de salisſacer las
necesidades del sujeto, inmergido en un proceso sin fin de necesidades
satisfechas y necesidades a satisfacer: la sociedad de consumo. |
RAZONES
DE UTILIDAD |
En
este contexto burgués de la vida europea, la religión y la universidad se
funcionalizan, según sean entidades útiles o inútiles respecto a las
necesidades a satisfacer en el grupo: se mantendrá la religión si avuda a la
consistencia del orden establecido; se rechazará si se la considera
perjudicial (como por ejemplo, si adopta la protesta profética), y será
considerada como un producto de "minoría de edad" de la humanidad. |
Con
la universidad ocurre lo mismo: su misión es reducida al ejercicio de una
función de formación de buenos cuadros o de excelentes técnicos con aptitud
para resolver los problemas concretos de la "administración total del
mundo". De esta manera, ni la universidad ni la religión ya no pueden
ser otras tantas respuestas existenciales a la presente existencia humana
concebida como misterio, sino aparatos administrativos de un determinado
orden establecido con intereses muy precisos (especialmente de carácter
económico). |
{15
(155)} |
LA
RELIGION EN LA UNIVERSIDAD |
Hay
que anticipar esta afirmación: la universidad no puede ser el lugar para una
catequesis, o sea, no puede ser el ámbito de la confesión religiosa
(cristiana). porque la universidad como tal y la ciencia que ha de impartir
son aconfesionales. Entre nosotros, la confesionalización del Estado,
inspirada a menudo en motivos muy poco religiosos, ha conducido a una
pretendida, y en el fondo irreal, confesionalización (catolización) de la
unirersidad (con las clases de "religión"). Por otro lado, la
universidad no forma una comunidad creyente (por ejemplo, una "parroquia
universitaria"). apoyada en un mismo convencimiento y en una idéntica
opción, sino que, por el contrario, es el lugar del diálogo, de la
convivencia pluralista, de la discusión franca y de la fundamentación
científica de la realidad del hombre y de su entorno. Con lo cual tampoco se
quiere dar a entender que la universidad deba ser el espacio de la
"neutralidad": los universitarios (profesores y alumnos) pueden (y
probablemente deben) asumir opciones, compromisos de acuerdo con sus
convencimientos íntimos (en el plano religioso, politico, social...), pero no
pueden hacerlo comunitariamente en la universidad, es decir, como miembros de
una pluralidad que se identifica por una creencia compartida, aunque las
expresiones de tal creencia sean a menudo diferenciadas. |
ANTROPOLOGÍA
RELIGIOSA |
Todo
esto lleva a plantear la presencia de la religión en la universidad en
términos de antropología y no por medio de la calequesis. Es preciso
reconocer que la investigación en torno a los fenómenos religiosos no se
corsidera demasiado importante en la universidad peninsular actual.
Posiblemente deberá atribuirse esta situación deficitaria a la desconfianza
de los investigadores respecto al hecho religioso, dado que éste se ha
presentado casi siempre con unas erigencias de absolutidad que en el foro libre
de la universidad resultan incompatibles. Por ello se da la tendencia a
excluir la religión de la investigación antropológica, porque se confunde el
estudio de los lenguajes y de las manifestaciones religiosas con el
asentimiento otorgado a una determinada confesión religiosa. |
En
algunos casos también ocurre que se investiga la religión con la única
finalidad de poner al descubierto los datos inhumanos y opresivos que
siempre, de un modo u {16 (156)} otro, se dan en cualquier religión
histórica. |
CRÍTICA
DE LA RELIGION |
Tal
suerte de investigación, de sobra determinada en la expresión de
"critica de la religión", es sumamente importante, principalmente
dondequiera que los sistemas religiosos hayan llevado a cabo, ya desde
antiguo, funciones económicas, políticas y sociales; pero será preciso
reconocer que este tipo de análisis no alcanza jamais sacar a luz de modo
exhaustivo la totalidad de la religión, porque, en definitiva, sólo se trata
de aproximaciones a los fenómenos religiosos, calificables de económicas,
jurídicas, élicas..., pero no religiosas. Cumplen, en el universo religioso,
una misión que no puede despreciarse, pero jamás se explicarán la religión
religiosamente. |
INTEGRACIÓN
UNIVERSITARIA DE LA RELIGION |
Pero,
aunque sólo sea brevemente, hemos de ofrecer un plan de integración de la
religión en la universidad. |
Se
trata de la religión entendida como una parte de la cultura humana, que goza,
por este mismo motivo, del derecho de ser expuesta libremente y sin
prejuicios en el mismo ámbito universitario. La religión es demasiado
importante en la vida humana para que pueda recluirse en
"seminarios" eclesiásticos predeterminados o ser reducida a las
clases de religión" que casi nunca fueron interesantes por causa del
soporte oficialista (equiparables a las clases de formación política") y
también por la falta de seriedad científica. |
DEPARTAMENTO
DE ANTROPOLOGÍA RELIGIOSA |
De
acuerdo con la comprensión que tenemos de la religión, tendría que estudiarse
en un "departamento de antropología religiosa", en contacto
constante con todas las ciencias humanas, tanto desde el punto de vista
ideológico como metodológico. Este departamento debería de comprender tres
secciones, que ejercerían funciones bien distanciadas en la explicación del
fenómeno religioso: |
a)
RELIGION |
Esta
primera sección comprendería aquellas especialidades que se enfrentan con los
fenómenos religiosos con una perspectiva preponderantemente estructurológica.
Entre las disciplinas que debería comprender, se pueden señalar: filosofía de
la religión, fenomenología de la reli- {17 (157)} gión, sociología de la
religión, psicologia de la religión. Se trataría, pues, de estudiar
teóricamnte la religión desde los planos de la significación, la función y la
motivación. |
b)
RELIGIONES |
En
esta sección debería tenerse en cuenta, primordialmente, la "historia de
las religiones", es decir, las diversas {18 (158)} religiones históricas
en sus rasgos distintivos y socio-culturalmente determiados. Sería preciso un
estudio profundo de las diversas lenguas sagradas de las religiones, porque
constituyen la plataforma desde donde alcanzar las particularidades que
forman los diversos universos religiosos. |
C)
HISTORIA DE LA CULTURA CRISTIANA |
Dada
la excepcional importancia del cristianismo en la formación y el desarrollo
de la cultura occidental, es preciso crear una sección especial que tenga por
fin su estudio histórico. La teologia cristiana, por ejemplo, no es solamente
una exposición eclesiásticamente dirigida del dogma cristiano, sino que forma
parte, además, de la totalidad de la cultura occidental. Por esta razón
creemos que sería de gran interés para estudiarla en el marco de la
universidad, tal como se hace, por ejemplo, en Francia, Belgica, Inglaterra,
Alemania, Italia... |
Estas
tres secciones deberían estar en intimo contacto porque la religión no es
exclusivamente una realidad teorica que se pueda cenir exhaustivamente, por
ejemplo a unas tipologías, sino que es praxis que se especifica en el espacio
y en el tiempo a través de las diversas religiones históricas y, todavía más
concretamente, en el ámbito conformado, cualquiera que sea el juicio, por el
cristianismo. La teoría de la religión se ha de verificar en las religiones
como entidades prácticas. Lo cual significa, evidentemente, que cuando
estudiamos los fenómenos religiosos tropezamos siempre con la tensión
Estructura- Historia, o, si se prefiere, que es preciso no perder de vista
las articulaciones socioculturales (religiosas) del hombre. |
CONCLUSION |
Ha
de haber religión en la universidad: un replanteamiento menos patético y más
realista de ambas realidades pondrá en evidencia su trabazón y la mutua
aportación por la cual sea posible en la sociedad tecnológica de nuestros
días, una auténtica apología de lo humano. |
No
se trata de confesionalizar la universidad, sino, por el contrario, de hacer
que sea realmente universal, capas de investigar en constante lucha contra
toda clase de prejuncios, las infinitas dimensiones del ser humano. |
Entonces,
tal vez, la religión podrá mostrar, en el seno misino de una universidad
crítica, el talante crítico de las expresiones religiosas. |
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