Publicación
mensual del Oratorio. |
Núm.
164. ENERO. Año 1979 |
0.
SUMARIO |
EDUCAR
para la paz es creer que el hombre es capaz de entender, de querer y de
construir la paz. Educar es educir, sacar a flote las virtualidades del ser
racional y responsabilizarse en el uso y destino de todas sus fuerzas,
capacidades y deberes. El ideal de la paz, es posible, es necesario y es un
deber, por lo menos como seres racionales, pero sobre todo como cristianos. |
NAZARET |
Y
AHORA, LA PAZ |
CRISTIANISMO
PERSONAL |
KIOSCO |
«SOIS
LA PROMESA DE LA PAZ» |
CAÍNES |
PAZ
Y DESARMAMENTO |
ARMAS |
{1} |
1.
NAZARET: TRES LECCIONES |
A
casa de Nazaret es una escuela en la cual se comienza a conocer la vida de
Cristo: |
es
la escuela del Evangelio. |
Aprendemos
en ella a ver, a escuchar, a meditar, a comprender la fuerza, profunda y
misteriosa, que se contiene en esta revelación del Hijo de Dios. Tal vez
aprendemos, también, sin darnos cuenta, a imitarlo. |
Porque
podemos comprender a Cristo y descubrir por qué es preciso observar una
disciplina de espíritu si es que queremos ser sus discípulos. |
EL
SILENCIO |
En
primer lugar se nos da una lección de silencio. Ojalá renaciera en nosotros
el amor al silencio, este hábito mental admirable y siempre necesario, pero
más en nuestros días, cuando la vida cada vez más agitada nos acomete con
tantos estrépitos, tantos clamores y tantas vociferaciones. |
¡Enséñanos
a elevarnos en los buenos pensamientos, a atender a las mociones interiores
del espíritu, a recibir sin error los consejos secretos de Dios y los
preceptos de los maestros venerables! ¡Enséñanos cómo son imprescindibles y
el elevado valor de la adecuada formación, del estudio, la meditación, el
orden personal e íntimo de vida, y la oración que, en su secreto, solamente
es acogida por Dios! |
LA
VIDA EN FAMILIA |
Aquí
aprendemos, además, cómo hemos de vivir en familia. Que Nazaret nos enseñe
qué es la familia, qué es su comunión de amor, cuál su belleza, nítida y
grave, cuáles son sus propiedades, sagradas e inviolables, que nos demuestre
cuán dulce es la institución familiar, que no puede ser substituida por nada,
que nos ilustre sobre su cometido fundamental en el orden de la sociedad! |
EL
TRABAJO |
Finalmente,
aquí conocemos la disciplina del trabajo. Disciplina severa, pero liberadora,
la del trabajo humano, por más que el trabajo no sea un fin en sí mismo, ya
que extrae su fuerza liberadora y su honor, no solamente de lo que entendemos
como aspecto económico, sino también de las demás motivaciones que lo elevan
a un fin preclaro; por eso queremos recordar la salvación de los obreros de
todo el mundo y proponerles un gran modelo, su hermano divino, profeta de
todas las causas justas que les atañen, como lo es Jesucristo, Señor nuestro. |
PABLO
VI, 5-I-164 2 |
{2} |
2.
Y ahora, la paz |
AHORA
y siempre la paz. La paz, pero no esa paz que confunden con el sosiego del
reposo, que falsifican con la pereza enmohecido: sino la paz que es la
armonía de la actividad, el compás del pie sobre el camino, el ritmo del
crecimiento. |
La
paz, in paz cristiana, es activa: la paz cristiana es acción: la paz "se
hace". |
Entre
todos debemos hacer la paz. Siempre es hora de paz, siempre es tiempo para
hablar de la paz, y más, si cabe, cuando venimos de la Navidad y queremos que
su fuerza no se desvirtúe, que su lección no se olvide. |
La
paz, tarea de todos y de cada uno: programa para ahora y para siempre: ideal
para los hombres y actividad de Dios. Dios es Dios de paz y, nosotros, hemos
de ser hijos de la paz desde el momento que Cristo se nos hace hermano y
entra como pacificador de la humanidad. |
Todos,
o casi todos, queremos la paz. Las vacilaciones surgen solamente a la hora de
aprestar fuerzas para construirla y estilos para mantenerla. |
La
paz ha de comenzar siendo interior al hombre misino, pero al hombre Activo,
porque la paz es un hacer: un hacer que también es "Anuncio" como
el hacer y el anunciar de Cristo. |
La
paz ha de ser una efusión hacia los hombres y hacia las cosas. La paz ha de
ser la verdad sin aristas y el respeto al mundo creado, sin abuso. |
La
paz no es ninguna virtud, pero también es una fuerza y es el marco de todas
las virtudes. |
Los
hombres la quieren y, aun los que no la quieren, necesitan ―todavía
más― de ella. |
Pero
este mundo que nos toca vivir no es pacífico: dinero y codicia do dinero y
negocios de violencia, abusos de poder, desprecio de los hombres, odio y oro
para comprar armas, razonamientos prostituidos para enseñar y aprender a
matar, ciencia y técnica para que la materia apague la llama del espíritu,
desorden ordenado por la hipocresía... y todos los pecados del mundo. |
{3}
Sin embargo, los cristianos somos los hijos de la paz, hemos de construirla
en el mundo para el mundo que la necesita y para los pobres que la piden. |
Y
esta es la hora. Hora de los hombres y hora de Dios porque Dios está con los
hombres y ha venido para decirles: «Os doy mi paz». |
Y
la paz de Dios no es la paz metálica del mundo, no es la paz asegurada con
abusos, la paz robada a los demás: es la paz de Cristo, la del Hermano mayor
de la humanidad, que camina delante de todos. Nosotros Queremos anunciar,
construyéndola, esta paz: la paz cristiana. |
LA
SILLA GESTATORIA. |
El
Papa decidió utilizar la silla gestatoria sólo porque los fieles pudieran
verle mejor durante las ceremonias multitudinarias. |
(De
los periódicos). |
Si
no te ven ahí, sube a la altura ―Jesús lo hizo también— o a los
balcones, no a hacerte ver, sino a echar sermones. |
Cada
cual tiene sólo una estatura por más que calce botas con tacones. |
Ni
el trono, ni la silla gestatoria que llevan esforzados mal pagados ―¡y
ellos serán los solos exaltados!—, ni la mitra grotesca y delusoria te
otorgarán o aumentarán la gloria de honor o vanidad acaparados. |
Sólo
la fe remedia la pobreza de nuestros pobres ojos vacilantes. |
Aquí
nunca sabemos con certeza sobre la pequeñez o la grandeza de los que son de
Dios representantes. |
PERE
QUART, on Q.V.C., DOT. 1978 |
{4} |
3.
Cristianismo personal y práctica, formación e información cristiana |
EL
cristiano parte de una fe, pero esta fe sólo es auténtica si se traduce a la
realidad práctica y viva de la existencia de cada uno. El hombre cristiano,
cuando acepta intelectualmente el contenido de esta fe, no puede excluir el
trabajo de la razón sobre las verdades del creyente, porque la fe no es
irracionalidad, aunque, en un ser limitado como es el hombre, supere la
propia razón. Precisamente por esto, si cabe, debe con mayor motivo el hombre
colaborar con la inteligencia para remover obstáculos de su mente, para
esclarecer verdades y para integrar armonías que le ayudarán en el
enriquecimiento de la propia vida de fe. |
Además,
el hombre cristiano no camina solo: la misma fe le asocia a los demás
hombres, tanto si la comparten, para formar Iglesia con ellos, como si
todavía no la conocen o no han dado la respuesta a su anuncio. El creyente,
como parte de la Iglesia, no puede desinteresarse de la vida de este
organismo desde este mismo estadio del acontecer histórico en el que se
integra a ella; ni puede serle indiferente el mundo al que debe ser anunciada
la fe, puesto que el anuncio de esta fe al mundo, está no sólo en las
palabras sino también en la vida de los mismos creyentes. |
De
donde práctica, formación e información cristiana con tres aspectos o facetas
de la vida personal del creyente, que se completan entre sí y que, en buena
conciencia, el cristiano no puede minusvalorar sin correr el riesgo de
incurrir en deformaciones, no sólo en el aspecto práctico del cristianismo
asumido, sino en las ideas y conceptos en los que apoya su creencia y en el
sentido y medida con que juzga la actividad de la Iglesia a la que pertenece. |
El
cristiano no lo es sólo porque puede documentalmente demostrar que fue
bautizado y que no se opone, en abstracto, a una pequeña lista de verdades
sobrenaturales, {5} {6} sino que, además, es preciso que la fe aceptada se
traduzca en vida práctica que la confirma, en ejemplaridad de actitudes
mantenidas frente a todo acontecer o estímulo externo, en toda elección o
responsabilidad asumida hasta el compromiso y la perseverancia en él. |
Si
no debiera ser así, si conscientemente y con toda sinceridad no se esforzara
en que pudiera ser así, el que se atreviera o presumiera de llamarse a sí
mismo cristiano, cometería un abuso, porque la fe cristiana es más que el
puro conocimiento o un contenido cultural. |
Por
lo demás, cuando esto se produce, ni siquiera se da esta cultura, porque
suele resultar que sólo se posee un amasijo de ideas más o menos desfasadas
que casan mal con el resto de la formación intelectual y humana adquirida. |
*
* * Por este motivo es preciso no descuidar la propia formación en la fe. La
fe comienza siendo una gracia, un don; pero se hace al hombre, ser personal,
inteligente y libre, en el que el influjo de Dios no opera de modo mágico,
sino que se desenvuelve desde la colaboración y la respuesta
—responsabilidad— que, con las propias fuerzas y medios, el hombre aporta y
corresponde. Este desarrollo o enriquecimiento mental progresivo, colaborador
de la vida de fe, la Iglesia lo fomenta de un modo general por medio de la
predicación de la Palabra y su comentario, especialmente en la celebración de
la Eucaristía y en otros actos litúrgicos. Pero además recomienda la lectura
privada de la Biblia y de otros libros de tema cristiano. Esta formación
llevada de modo particular y privado no debiera descuidarse jamás para que no
ocurriera lo que no es tan raro comprobar: |
que,
al paso que el hombre va creciendo en otros conocimientos profanos,
inmoviliza su mente respecto al conocimiento que tiene adquirido de Cristo,
de la doctrina cristiana y de la vida de la Iglesia. |
Esta
formación doctrinal puede llevarse a cabo con la guía de catecismos
adecuados: el Concilio Vaticano II ha dado pie para un óptimo libro que no
dudamos en recomendar y que responde a las exigencias culturales
contemporáneas, de un modo general, y que tiene por título "CATECISMO
PARA ADULTOS", aunque generalmente se le conoce por el de
"Catecismo holandés". También, sin ser un catecismo, ha tenido gran
difusión una obra del polémico Hans Küng —"SER CRISTIANO"— si bien
es posible que muchas de las personas que la han adquirido se hayan llevado
del espíritu de curiosidad, precisamente por las críticas y discusiones
suscitadas. Nosotros, además del citado "CATECISMO PARA ADULTOS"
(Ed. Herder), recomendaríamos a aquellas personas de inteligencia más
cultivada, la reciente obra del eminente teólogo Karl {7} Rahner, titulada
"CURSO FUNDAMENTAL SOBRE LA FE: INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE
CRISTIANISMO", que resume las lecciones que en las universidades de Múnich
y Münster impartió el autor bajo el segundo de estos títulos, y que
recientemente ha publicado en España la Editorial Herder haciendo, creemos,
un gran servicio a los intelectuales que buscan una síntesis actualizada, sin
que sea un catecismo, del contenido de nuestra fe. |
Por
último, además de la práctica sincera y de la formación adecuada, todo
cristiano debe estar informado de la vida de la Iglesia y debe procurar
poseer una visión de los demás acontecimientos del mundo, a partir de una
óptica cristiana. También aquí nos permitimos hacer una recomendación a
nuestros lectores que, por lo demás, es la reiteración de anteriores anuncios
puestos en estas mismas páginas. Nos referimos al semanario "VIDA
NUEVA", publicado por P.P.C. Es un modo de estar al corriente, a todos
los niveles de comprensión, y de seguir el acontecer de la Iglesia en España,
en el mundo, y de ver los sucesos políticos, sociales, culturales, sin
adscripciones partidistas, pero en relación con la fe y el comportamiento
cristiano. El principio de año es una buena oportunidad para iniciar una
suscripción, o para regalarla a un amigo. En su género, pensamos que
"VIDA NUEVA" es la mejor publicación que existe en España para una
información suficiente y actualizada. Existen otras publicaciones muy
meritorias, en algunos aspectos excelentes, pero sin ese matiz de generalidad
para todos los niveles. |
{8} |
4.
kiosco |
La
Constitución, el futuro cristiano en España |
...
Pero el futuro no está en manos de los Gobiernos, sino en las nuestras.
Miramos demasiado al Estado, como si de él dependiera todo, y los males más
hondos de España no son hoy políticos, sino religiosos: la anemia de la fe,
la crisis de la obediencia, las ambigüedades teológicas, la artrosis
operativa del catolicismo seglar. No bastara, pues, en lo futuro con solemnes
documentos venerables, que vengan a demostrarnos lo obvio y sabido. La acción
de la Iglesia se desvanecerá fuera de los templos si los seglares no
cooperan, organizados, a la evangelización. Poco se arreglaría con dos o tres
enmiendas constitucionales... |
Los
santos fueron los grandes líderes de la historia de la Iglesia y discutieron
poco de política. |
José
M. Sánchez de Muniain, en ECCLESIA. 2. 12. 1973 El Irracionalismo {t} No
resulta fácil convencer con argumentos a quienes parten del irracionalismo y
defienden los privilegios y las desigualdades. |
EL
PAIS, 2. 12. 1978, La fidelidad Sólo la fidelidad inspira fidelidades. |
J.
Serra a Estruch, en LA CLAU, nov. 1978 Alcohol y drogas {t} De nada sirve que
haya una campaña publicitaria contra el alcohol en televisión si al cabo de
una semana empiezan a salir botellas resplandecientes que animan la fiesta y
se ofrecen como estímulo continuo para vivir. Hoy los jóvenes se reúnen en un
«pub» y se pasan todo el santo día metidos en él. Empiezan un sábado por la
tarde y están hasta las cuatro de la mañana. Al día siguiente vuelven a
reunirse a las doce del mediodía y están hasta las once de la noche. Lo que
supone un consumo de alcohol y droga constante. |
Ernesto
Beltrán, en LEVANTE. 16. 12. 1970 Boicot a los juguetes bélicos {t} Gandía
(Valencia).— «Si usted entrega armas a sus hijos, aténgase a las
consecuencias», es uno de los lemas que pregonan diversos pasquines pegados
en las paredes de Gandía, en una campaña, contra la compra de juguetes
bélicos de cara a Reyes. Los carteles van escritos en valenciano. |
EL
PERIODICO, 13. 12. 1978 9 |
{9} |
5.
«Jóvenes: sois la esperanza de la paz» |
PADRES
Y educadores, ayudad a los niños y a los jóvenes a hacer la experiencia de la
paz en las mil acciones diarias que están a su alcance, en familia, en la
escuela, en el juego, la camaradería, el trabajo en equipo, la competición
deportiva, las múltiples conciliaciones y reconciliaciones necesarias. |
El
Año Internacional del Niño, que las Naciones Unidas han proclamado para 1979,
debería atraer la atención de todos sobre la aportación original de los niños
a la paz. |
Jóvenes,
sed constructores de la paz. Vosotros sois artífices con pleno derecho de
esta gran obra común. Resistid a las facilidades que os adormecen en la
triste mediocridad, y a las violencias estériles con que quieren utilizaros
algunas veces unos adultos que no están en paz consigo mismos. Seguid los
caminos que os marca vuestro sentido de la generosidad, de la alegría de
vivir, de compartir. Vosotros deseáis invertir vuestras energías nuevas que
escapan a las discriminaciones apriorísticas en unos encuentros fraternales
por encima de fronteras, en el aprendizaje de lenguas extranjeras que
faciliten la comunicación, en el servicio desinteresado a los países más
necesitados. Vosotros sois las primeras víctimas de la guerra que destroza
vuestro ímpetu. Vosotros sois la promesa de la paz. |
{10}
Compañeros de la vida profesional y social, la paz os resulta a menudo
difícil de conseguir. No hay paz sin justicia y sin libertad, sin un
compromiso valiente para promover una y otra. La fortaleza que hay que poner
en práctica debe ser paciente, sin resignación ni renuncia, firme sin
provocación, prudente para preparar activamente los progresos deseables sin
disipar las energías en llamaradas de indignación violenta prontamente
extinguidas. Contra las injusticias y las opresiones, la paz está llamada a
abrirse un camino en la adopción de una acción decidida. Pero esta acción
debe llevar ya la marca del objetivo a que tiende, a saber, una mejor
aceptación mutua de las personas y de los grupos. Encontrará una regulación
en la voluntad de paz que proviene de lo más profundo del hombre, en las
aspiraciones y en la legislación de los pueblos. Es esta capacidad de paz,
cultivada, disciplinada, la que da lucidez en orden a dar a las tensiones y a
los mismos conflictos las treguas necesarias para desarrollar su lógica
fecunda y constructiva. Lo que ocurre en la vida social interna de los países
tiene una repercusión considerable —en lo bueno y en lo malo― sobre la
paz entre las naciones. |
No
tengáis miedo de apostar por la paz, de educar para la paz. La Paz será la
última palabra de la historia. |
Juan
Pablo II en el Mensaje sobre la Paz 11 |
{11} |
6.
caínes |
PENSAMOS
que estamos casi en paz porque al hablar de conflictos armados nos referimos,
comparativamente, a las dos Guerras Mundiales padecidas en este siglo. Pero
desde que terminó la última, en 1945, ha habido en las llamadas "guerras
periféricas", más víctimas que las causadas por la ultima Guerra
Mundial, que representa el mayor de los desastres y de tragedias colectivas
causadas y sufridas por la irracionalidad humana, equivalente a imaginar, por
un momento, que condenáramos a muerte violenta a la entera población de
España, tras hambre, humillaciones, y miedos horribles. |
Pero
las guerras se hicieron y se hacen con armas (¡Todavía hay gente mayor que
cometen la insensatez de regalar juguetes de guerra a los niños!). |
Desde
siempre las armas se pagan al contado, en oro (¡lo sabemos bien los
españoles!) y no se discute el precio. Es el mayor y más diabólico de los
negocios, monopolizado por los más poderosos del mundo ―¡enormes y
rápidos fortunones de Caínes!—, pero que también practican, hasta donde
pueden, los menos grandes. |
Hay
grandes presupuestos incomprensiblemente empeñados en sostener propagandas y
estrategias de políticas e ideologías ―por supuesto en función de
intereses de determinados sectores económicos que tienen sus tentáculos bien
repartidos― que se financian con estas ganancias fratricidas. Los
verdaderos violentos, los partidarios de las razones de fuerza, nunca se
desprenden de un solo céntimo de su bolsillo para sostener la propia campaña,
sino que son astutos para crear mecanismos, apoyos y conexiones,
aparentemente asépticas, que les permiten apostar a costa del dinero y de la
sangre ajena, para edificar y mantener, como sea, la propia seguridad mundana
que luego colorean con la ideología que más les conviene. Externamente
decentes y hasta osados para emplear el nombre de Dios ("en vano"),
tratando de argumentar apariencias de apologías de la sinrazón egoísta que
les tiene el alma carcomida y enjuta de amor y de ideales, incapaces como son
de cualquier aspiración que no sea medible en cantidad de dinero u 08tentada
en soberbia de la vida. |
En
el primer tercio de este siglo, sólo en Europa, se han sufrido 74 guerras,
menores que las dos mundiales, pero igualmente desastrosas para quienes las
padecieron. Además, con posterioridad a la II Guerra Mundial, en base a un
estudio realizado por el Instituto sobre Investigaciones de la Paz, de
Estocolmo, ha habido, hasta el año 1975 ―es decir, en el decurso de
treinta años― 119 guerras en las que participaron 81 Estados del mundo
en que vivimos, si bien los territorios donde tuvieron lugar las luchas
armadas correspondieron a 69 países, precisamente los más pobres, a quienes
en vez de armas que les diezmaran, mejor les hubiera convenido poder emplear
sus escasas economías, que el presupuesto militar estragaba, en elevar su
cultura, su sanidad y, en definitiva, su nivel de vida. |
Pero
sus proveedores más civilizados (?) ganaban más vendiéndoles armas y
mandándoles asesores militares, que enseñándoles a descubrir su propia
riqueza, a elaborar en origen las materias primas, a establecer escuelas y
universidades y mandarles maestros. Por eso, cuando se hace cancerosa una
guerra, o un estado de violencia armada cualquiera, no se va descaminado
suponiendo que, en el fondo, allí se ventila un problema económico y que la
codicia de alguien está por medio para imponer o para arrebatar, en beneficio
propio e injusto, una determinada situación. El nombre, u otra razón que se
le dé, no hace a la cosa. |
{12} |
7.
documento: PAZ Y DESARMAMENTO |
LOS
OBISPOS de Bélgica, con ocasión del XV aniversario de la promulgación de la
encíclica PACEM IN TERRIS, de Juan XXIII, publicaban una declaración
colectiva sobre la paz y el desarmamento. El quincenario de la encíclica de
Juan XXIII coincidía con la sesión especial que la ONU celebraba sobre el
desarmamento, y, por ello, los obispos pretendían esclarecer las conciencias
de los fieles sobre tan importante problema y pedían a la comunidad cristiana
el interés que el tema suscitaba y la oración para los trabajos en pro de la
paz. Concluían con la bendición del Sermón de la Montaña de san Mateo (5,9)
sobre los pacíficos: «Bienaventurados los artesanos de la paz, porque ellos
serán llamados hijos de Dios». |
Después
de establecer la fundamentación bíblica y cristiana sobre la paz y de
referirse a los textos fundamentales del papa Juan XXIII, decían lo
siguiente: |
La
carrera de armamentos |
Frente
a este ideal cristiano y a este mensaje bíblico, la carrera de armamentos de
los últimos treinta años aparece como un inmenso desafío. Esta carrera
insensata es la negación misma de lo que Dios espera de nosotros. |
¿Por
qué no pensar, ahora, en todos aquellos hombres y aquellos pueblos que desean
ardientemente la paz y encuentran en la Sagrada Escritura y en la Tradición
tantos motivos para ponerse activamente a su servicio? |
¡Cuál
no será su angustia cuando ven que la carrera de armamentos extiende sobre el
mundo la sombra de la muerte y de la destrucción! |
{13} |
Los
enormes presupuestos financieros |
Los
hechos son bien conocidos, aunque alcancemos con tanta dificultad su medida.
Según datos dignos de crédito, los gastos mundiales de armamento y de defensa
―calculados sobre la base de un año, y prescindiendo de la tasa de
inflación― son siete veces más elevados que al principio de 1940. El
año 1976 pasó por encima de la cifra de 300 mil millones de dólares. Esta
enorme cantidad representa con exceso, el 6 por ciento del producto bruto
mundial, es decir, de la totalidad de bienes y servicios producidos por toda
la humanidad. Esto representa el 150 por ciento de lo que se gasta en el
mundo entero para educación y enseñanza, y más del doble de lo que el
conjunto de estados consagran a la salud de los ciudadanos. |
Desde
1945, el presupuesto militar acumulado en la comunidad internacional ha
sobrepasado ―comparativamente— la totalidad de las sumas destinadas a
armamento entre 1900 y 1945, incluyendo los inmensos gastos ocasionados por
las dos guerras mundiales. |
En
estos mismos momentos, los gastos militares de la comunidad mundial ascienden
a mil millones de dólares por día, es decir, más que el presupuesto anual de
la ONU. |
Enorme
es el número de sabios y de técnicos ―unos 400.000— que trabajan a
plena jornada para producir un arsenal de armas cada vez más perfecto, con el
presupuesto anual de 25 mil millones de dólares. |
Competencia
americano-soviética |
Todo
esto para construir aviones de combate cada vez más eficaces, misiles y
sistemas de radar de modelos incesantemente renovados. Las dos superpotencias
―Estados Unidos de América y la Unión Soviética― disponen en este
momento de más de 50.000 armas nucleares —11.000 de tipo estratégico y 40.000
de tipo técnico―, todas y cada una de las cuales es suficientemente
potente para arrasar ciudades como Hiroshima y Nagasaki, e incluso para
provocar destrucciones de 10 a 100 veces más fuertes. La potencia explosiva
total bastaría para devastar totalmente el planeta Tierra doce veces. |
{14} |
Los
países del tercer mundo |
Pero
hay todavía una circunstancia agravante causa de gran inquietud: las dos
superpotencias están a punto de arrastrar el mundo entero hacia esa carrera
de armamentos. No solamente los estados miembros de las dos grandes alianzas
―OTAN y Pacto de Varsovia—, sino también, y cada vez más, los Estados y
los Pueblos del tercer mundo. Estos, en efecto, se sienten cada vez más
presionados a tomar partido por el Este o por el Oeste, con las consecuencias
fáciles de adivinar en lo que se refiere a los presupuestos militares y al
frágil equilibrio de fuerzas que existen en las diversas regiones clave,
consideradas estratégicamente como importantes. De este modo, los gastos
militares de Israel y de los Estados árabes están alcanzando techos de una
altura estremecedora, mientras la misma África es arrastrada por un remolino
de carreras regionales de armamentos que hacen aumentar el peligro de una
guerra. |
La
gran amenaza |
La
carrera de armamentos se ha convertido, con toda evidencia, en un monstruo de
mil cabezas, que obliga a todo el mundo a contener el aliento ante la
eventualidad de una conflagración que significaría, si estallaba, la
equivalencia al fin del mundo. |
Condenación
de la Iglesia |
La
carrera de armamentos ha sido condenada sin reserva por la Iglesia en la
declaración de la Santa Sede de junio de 1976. Este documento no duda en
calificarla literalmente de peligro, de injusticia, de violación del derecho,
de forma de robo público, de error, de pecado, de locura y máquina de locura.
Una firmeza semejante aparece en el Concilio Vaticano II que condena
radicalmente el uso de armas de destrucción masiva (GS, 80). |
Y
es lo mismo que encontramos en las enseñanzas de los últimos Papas (Pio XII,
Juan XXIII, Pablo VI) cuando condenan la guerra total. |
Desarmar
para el desarrollo |
En
relación con los problemas de los países en vías de desarrollo, la
utilización de recursos financieros para fines militares implica una dilación
o una disminución de la ayuda al tercer mundo. Hace difícil la substitución
{15} "desarmar para asegurar el desarrollo" que reclamaron los
Padres del Concilio en la GAUDIUM ET SPES Y Pablo VI en su discurso en Bombay
o en la encíclica POPULORUM PROGRESSIO. |
Otros
medios para la paz |
Cuando
la Iglesia católica —lo mismo que el Consejo ecuménico de las Iglesias, la
Conferencia mundial de las religiones por la paz, y también en el reciente
Encuentro europeo de Chantilly― condena esta carrera de armamentos,
apela a otros medios para llegar a la seguridad de los pueblos. Incluso en el
caso de que históricamente pudiera explicarse la carrera de armamento nuclear
y de otras armas de destrucción masiva, el cristiano no puede jamás
resignarse a esta constatación sin plantearse una cuestión. Del mismo modo
como para el cristiano el comercio de armas no es un comercio como los demás,
tampoco la carrera de armamentos puede ser para el una necesidad fatal. Si es
legítima la esperanza de un mundo más pacífico, debe serlo principalmente para
los cristianos. Cuando se trata de encontrar medios para salir del callejón
sin salida donde la carrera de armamentos acorrala a la humanidad, los
cristianos han de estar presentes y han de colaborar con todos los que
quieran romper el círculo infernal del miedo y del terror. |
Si
queremos que la Buena Nueva transmitida por las generaciones precedentes se
implante más profundamente en nuestro siglo XX, a nadie le es lícito guardar
silencio en un momento en que tantas personas depositar su confianza en las
armas que son, precisamente, una amenaza permanente para la humanidad. Porque
han de existir otros caminos que aseguren la paz: como cristianos queremos
apoyar esta búsqueda de nuevos métodos capaces de engendrar la verdadera paz. |
La
paz es posible sin las armas |
El
desarmamento es una de las tareas más importantes confiadas a nuestra
sociedad. El proceso de desarmamento tendrá que respetar cierto número de
condiciones, pero esto no puede disimular su urgencia... El ejemplo de
pueblos que han logrado la reconciliación después de los períodos de guerra
ha de ser tenido en cuenta por todos como un ejemplo alentador. |
{16}
Para llevar a buen término esta empresa es preciso, antes que nada, elaborar
un nuevo orden jurídico internacional. Haciéndose eco de la PACEM IN TERRIS,
la declaración del Vaticano del 1976 propugna "la paz por el
derecho". En este sentido el Vaticano trabaja, de acuerdo con las
mejores tradiciones de la Iglesia, a favor de una autoridad pública de
competencia universal» (PACEM IN TERRIS, 133) y «de una autoridad pública
universal reconocida por todos, que goce de un poder eficaz susceptible de
garantizar a todos la seguridad, el respeto de la justicia y la salvaguardia
de los derechos (GS, 82)... |
Responsabilidad
de todos |
Nadie
tiene derecho a predicar la paz si no cumple, allí donde se encuentra, con
todo lo que puede dar oportunidad al establecimiento de la paz. Los
mensajeros de paz de los responsables de la Iglesia no tendrán repercusión
alguna, sino en la medida en que ellos animen a todo el pueblo cristiano para
comprometerse en servicio de la paz. Esto exige una auténtica educación de
los fieles respecto de la paz y a la corresponsabilidad, una sensibilización
a dimensión mundial de los problemas actuales, al diálogo y al acuerdo, a la
solidaridad y a la colaboración... |
Recomendamos
la labor de Pax Christi, el Movimiento Internacional católico por la paz, así
como la actividad de la Comisión Justicia y Paz, dos organismos en el seno de
los cuales miembros competentes de la comunidad cristiana emprenden de
corazón la obra de la paz. |
Pax
Christi surgió en Francia al final de la Segunda Guerra Mundial y actualmente
se encuentra activa en doce países de la Europa del Oeste, en los Estados
Unidos y en Australia. El movimiento se dirige explícitamente a las
comunidades católicas, y ha realizado un serio esfuerzo para sensibilizar a
la opinión pública católica sobre los problemas de la paz y recordar a los
cristianos la corresponsabilidad que les compete en esta materia. Las
Comisiones Justicia y Paz, activas en los planos internacional, nacional y
diocesano, se han constituido según las directrices de la encíclica POPULORUM
PROGRESSIO (1967) con el fin de coordinar los {17} esfuerzos de las
comunidades eclesiales en pro de la justicia y de la paz, y con la finalidad
de emprender iniciativas concretas. Abrigamos la esperanza de que estos dos
organismos continuarán encontrando el apoyo y el aliento en nuestras
comunidades cristianas. |
8.
armas |
EL
Instituto sobre investigaciones de la Paz, de Estocolmo, publica cada año su
Anuario, además de otras obras sobre aspectos más específicos, a partir del
general dedicado al progreso realizado durante el año por los diferentes
Estados, en relación con la producción, la venta y el comercio de armamentos;
también se ocupa de los arsenales acumulados, lo mismo que de las medidas
tomadas en favor de la limitación de armamentos. Ni que decir que no es
precisamente el optimismo lo que se desprende de la lectura de los datos que
suministra. |
Como
desde hace años, a la cabeza de los proveedores mundiales de armamentos,
están Estados Unidos de América y la URSS, les sigue Francia, Gran Bretaña y
China popular. Sus clientes más importantes son los países en vías de
desarrollo. |
Cada
proveedor vende armas a los países que considera han de ayudarle en su propia
seguridad; algunas veces, los suministradores de armamentos, procuran obtener
bases militares en el suelo de sus clientes, como es el caso de España para
Estados Unidos y de Somalia y Etiopía para la Unión Soviética. |
Ello
se debe a que ningún país, por poderoso que sea, se siente totalmente seguro
sin contar con otros que hace aliados suyos. Pero es que el cliente pasa
enseguida a ser dependiente del proveedor y controlado por él: la complejidad
de las armas modernas implica que el importador debe depender del exportador
en lo relativo a piezas de recambio, mantenimiento de material y
adiestramiento de personal del lugar. Cada país productor de armas, las
fabrica en mayor cantidad de las que él mismo se reserva y, las restantes,
las vende a los que, de algún modo, {18} pasan a ser, de clientes,
dependientes suyos. |
El
comercio de armas no siempre se lleva a cabo de gobierno a gobierno, sino que
existen los grandes intermediarios que forman redes internacionales. El gran
riesgo está, además, en que no existe un acuerdo o, por lo menos, consenso
internacional para las transacciones de armamentos. |
No
hace tantas semanas que nosotros mismos hemos podido leer, en los diarios
españoles, el misterioso caso del barco ALLUL, de su alijo descargado y
desaparecido en un puerto español, mientras nos llegaban las crónicas de
algún enviado periodístico en Washington, donde la televisión americana
involucraba a una empresa española, antes constructora de automóviles, como
si tuviera que ver con un envío clandestino de armas a Suráfrica. Se citaban
además dos barcos ―LAGUNALAND y GREESANT— que tocaron Barcelona, lugar
del transbordo de 55 contenedores de munición y armamento. |
También
en España producimos armas. En 1977 la producción ascendió al valor de
cincuenta mil millones de pesetas, de las que se supone fueron exportadas una
cuarta parte, principalmente por medio de la compañía exportadora española
Defex, S.A. Sin embargo, recientemente, se ha dicho que, en el futuro, el
comercio armamentista militar español será controlado por una junta
interministerial. |
Naturalmente
que España, aunque exporte, no cree bastarse a sí misma y, así, los
periódicos de estos días también nos informan de que, según fuentes
americanas, España tiene concertado un contrato para adquirir material
militar a Estados Unidos por un valor que oscila entre 400 y 600 millones de
dólares. |
No
hace mucho, un serio periódico parisino, no sin cierta ironía titulaba así
uno de sus artículos: |
"El
ejército iraní, garantía de la dependencia nacional"... |
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