Publicación
mensual del Oratorio. |
Núm.
226. DICIEMBRE. Año 1985 |
0.
SUMARIO |
OLVIDÉMONOS
de Herodes, de los sumos sacerdotes y de los letrados del pueblo que
escrutaban las Escrituras para averiguar el lugar del nacimiento de Cristo...
Hagamos abstracción de todo cuanto rodeó aquel acontecimiento santo y
quedémonos sólo con el espíritu que se traslucía en todo el misterio de la
primera Navidad. Y preguntémonos: si Cristo volviera hoy a nacer en nuestro
mundo, ¿en qué lugar amanecería a la vida? Si los ángeles nos lo anunciaran,
¿hacia dónde deberíamos encaminarnos y cómo lo reconoceríamos? Si hubiera
necesidad de cobijo, ¿quién se lo ofrecería? |
¡AMAREMOS
NUESTRO MUNDO! |
DIOS
BENIGNO |
EL
TIEMPO DE LA VIRGEN |
PREGÓN
DE NAVIDAD |
LA
VOCACIÓN EUROPEA |
{1
(161)} |
1.
¡AMAREMOS NUESTRO MUNDO! |
Amaremos
nuestra patria |
y
las patrias de los demás hombres. |
Amaremos
a los católicos, |
amaremos
a los cismáticos, |
a
los protestantes, |
a
los anglicanos, |
a
los indiferentes, |
a
los musulmanes, |
a
los paganos, |
a
los ateos. |
Amaremos
a los que se burlan de nosotros, |
a
los que nos desprecian, |
a
los que se oponen a nosotros y nos persiguen. |
Amaremos
a los que merecen ser amados, |
y a
los que son indignos de amor, |
Amaremos
nuestro tiempo, |
nuestra
civilización, |
nuestra
técnica, |
nuestro
arte, |
nuestro
deporte… |
Amaremos
nuestro mundo. |
Juan
XXIII 2 (162) |
{2
(162)} |
2.
Dios benigno |
DIOS,
con nombre o sin nombre, es el problema, es la sed y el hambre del hombre. El
hombre es un enfermo de Dios, necesita de Dios. Necesita de Dios y lo busca o
lo inventa. |
Las
idolatrías son absolutizaciones de lo perecedero como si fuese eterno, de lo
provisional como si fuese definitivo, de lo relativo y limitado como si fuese
perfecto e infinito. El hombre vive con el deseo y del deseo de Dios;
explícita o implícitamente, le invoca de mil maneras. Por esto, aun con
errores, Dios acepta como buena esta búsqueda, si procede de un corazón
honesto, cuya rectitud y buena voluntad, si persevera, llegará sin duda,
ciertamente, a encontrar al Dios verdadero. |
El
peligro está en que decaiga, por cansancio o egoísmo, esta actitud de humilde
y perseverante búsqueda, que nos va acercando a él. El pecado puede ser,
entonces, el de permanecer instalados y satisfechos con lo poco que creemos
haber alcanzado del conocimiento de Dios, o, también, el seguir adelante pero
llevados de la precipitación glotona, que no se resigna a esperar y quiere a
Dios, aunque sea deformado, recortado. Eso suelen ser las idolatrías. |
La
instalación, en cambio, suele alimentarse y contentarse con haber alcanzado
alguna idea respecto de Dios, sin querer tener en cuenta que debemos
proseguir para saber, cada vez más, cómo es él para nosotros y cómo nosotros
hemos de ser para él. Esa necesidad de encararnos con su imagen y hacerla
nuestra, nos asusta, además de que nos resulta difícil, porque se nos
convierte en un camino que, especulativamente, sólo nos permite, por vía
analógica o de exclusiones, ir progresando para llegar a saber, poco a poco,
cómo Dios no es. Directamente, no podemos penetrar en Dios, saber cómo es,
porque ello excede a nuestra capacidad. Y es entonces cuando el hombre, pobre
y sediento de infinito, desahoga su impaciencia, {3 (163)} creando sucedáneos
de la divinidad, dioses pequeños, idolatrías que le alivian del cansancio de
seguir en la porfía agónica de la búsqueda; o se para a mirarse a sí mismo,
con narcisismo egolátrico y haciéndose centro de todo. Es la locura humana. |
Los
primeros creyentes de la humanidad, tal nos los presenta la Biblia, tenían un
gran concepto de Dios, y por ello suponían que un directo con el Ser o la
sola presencia augusta de la divinidad, bastaba para la muerte. Ver a Dios
era morir. |
Pero
Dios quiso curar de miedos a la humanidad temerosa, necesitada y huidiza, a
la vez, del absoluto divino. Para ello no extinguió los deseos
trascendentales del hombre; casi podemos decir que los estimuló y exaltó en
la voz magnífica de los profetas. Y cuando estos deseos eran más universales
y más encendidos, sin pararse a mirar las muchas formas erróneas e
idolátricas con que se manifestaban, se hizo él mismo presente y de algún
modo visible en el curso de la historia de los hombres. Pero se despojó de la
apariencia aterradora de su divinidad, tomando la forma de hombre,
incorporando una naturaleza humana a su divinidad. El resultado fue
Jesucristo, Dios entre nosotros, de modo que «quien ve a él, ve al Padre»,
con una visión purificada de terrores, porque viene para ser amado, si bien
este amor pide la vida y todas las fuerzas de la vida, a cambio de unirse y
participar en la suya. |
Pienso
que Jesús sigue siendo el Niño pobre del pesebre, que toma sobre si todas las
pobrezas del mundo, y pienso que la estrella de Belén no puede resplandecer
sobre la Jerusalén de hoy, es decir, sobre la Iglesia, si no descubrimos el
sentido de la pobreza de Jesús, de María y de José. |
Card.
L. J. Suenens |
{5
(185)} |
3.
El tiempo de la Virgen |
EL
TIEMPO de la Virgen no es mayo, aunque sea el mes que de tantas flores y
estética y sentimentalmente parezca especialmente muy adecuado para
homenajear a María. Pero si miramos el conjunto de la celebración del
Misterio Cristiano, el tiempo de la Virgen acompaña todo el tiempo de Cristo,
igual que acompaña el camino de nuestra fe, de la que ella es el tipo más
acabado, dichosa porque creyó y bendita entre todas las criaturas humanas. De
todas formas, si tuviéramos que elegir una época determinada del año para
acentuar el recuerdo y la veneración de María, elegiríamos el tiempo de
Adviento: es en esta época en que se nos aparece esperando a Jesús, como flor
prendida en ella, que se le va a convertir en fruto bendito. Por esta razón
nos parece de interés ofrecer, con ocasión del Adviento, una traducción de la
nueva letanía aparecida en la edición del libro litúrgico publicado en 1981,
dedicado al rito de la Coronación de las imágenes de Nuestra Señora. Se trata
de una construcción ternaria, y damos el texto oficial en latín у él le
corresponde, aunque no oficial, en castellano. |
Kyrie,
eleison | Señor, ten piedad |
Chiste,
eleison | Cristo, ten piedad |
Kyrie,
eleison | Señor, ten piedad |
Sancta
Maria | Santa María |
Sancta
Dei Genitrix | Santa Madre de Dios |
Sancta
Virgo virginum | Santa Virgen de las vírgenes |
Electa
Filia Patris | Hija predilecta del Padre |
Mater
Christi Regis | Madre de Cristo Rey |
Gloria
Spiritus Sancti | Gloria del Espíritu Santo |
{6
(166) |} Virgo Filia Sioni | Virgen Hija de Sión |
Virgo
pauper et humilis | Virgen pobre y humilde |
Virgo
mitis et oboediens | Virgen sencilla y obediente |
Ancilla
Domini | Esclava del Señor |
Mater
Domini | Madre del Señor |
Socia
Redemptoris | Colaboradora del Redentor |
Plena
gratia | Llena de gracia |
Fons
pulchritudinis | Fuente de belleza |
Summa
virtutum | Tesoro de virtudes |
Praecelsus
redemptionis fructus | Fruto escogido de la redención |
Perfecta
Christi discipula | Discípula perfecta de Cristo |
Purissima
Ecclesiae imago | Imagen purísima de la Iglesia |
Mulier
noua | Mujer nueva |
Mulier
amicta sole | Mujer vestida de sol |
Mulier
stellis coronata | Mujer coronada de estrellas |
Domina
benigna | Señora bondadosa |
Domina
clemens | Señora clementísima |
Domina
nostra | Señora nuestra |
Laetitia
Israel | Alegría de Israel |
Splendor
Ecclesiae | Resplandor de la Iglesia |
Decus
humani generis | Honor de la humanidad |
Advocata
gratiae | Abogada de la gracia |
Ministra
pietatis | Dispensadora de la piedad |
Adiutrix
Populi Dei | Auxiliadora del pueblo de Dios |
Regina
caritatis | Reina de la caridad |
Regina
misericordiae | Reina de la misericordia |
Regina
pacis | Reina de la paz |
Regina
Angelorum | Reina de los ángeles |
Regina
Patriarcarum | Reina de los patriarcas |
|
{7
(167)} |
Regina
Apostolorum | Reina de los apóstoles |
Regina
Martyrum | Reina de los mártires |
Regina
Confessorum | Reina de los confesores |
Regina
Virginum | Reina de las vírgenes |
Regina
Sanctorum omnium | Reina de todos los Santos |
Regina
sine labe originali concepta | Reina concebida sin pecado original |
Regina
in caelum assumpta | Reina asunta al cielo |
Regina
mundi | Reina del mundo |
Regina
caeli | Reina del cielo |
Regina
universorum | Reina del universo |
|
Mil
millones de jóvenes. |
En
el mundo de hoy existen casi mil millones de jóvenes, comprendidos en la edad
de 15 a 24 años. |
Cuatro
quintas partes de ellos viven en el Tercer Mundo. |
Resulta
que: 187 millones viven en las regiones más desarrolladas del planeta,
mientras que 734 millones en los países en vías de desarrollo. |
En
cuanto a continentes: África cuenta con algo más de 102 millones de jóvenes,
Asia supera los 567, Europa excede los 76, América del Norte los 44 y América
Latina los 80. |
En
conjunto, la población juvenil masculina, supera a la femenina en cerca de 20
millones. |
Toda
esta juventud se siente fuertemente preocupada por los problemas del
desarrollo, de la familia, del mundo del trabajo y de la cultura. |
Son,
de todos modos, la esperanza del mundo, en la medida en que se libren de
egoísmos y enarbolen ideales generosos. |
Oración
por amor a los ricos. |
Señor,
da a nuestros hermanos, los ricos, |
luz
a sus mentes para que comprendan |
que
los lingotes de oro |
no
son de curso legal, más allá de esta vida: |
que
en la patria de la eternidad |
solamente
se admite el amor |
como
valor auténtico. |
Da
a sus hijos, saciados de todo, |
que
lleguen a descubrir la miseria de los pobres |
y
que no se sustraigan a su deber social. |
No
permitas, Señor, que una vida fácil |
los
eche a perder, |
sino
que aprendan el valor de la renuncia |
para
que nazca un mundo mejor, |
no
contra ellos, sino con ellos. |
Dom
Helder Camara |
{9
(169)} |
4.
Pregón de Navidad |
HERMANOS: |
oíd
en esta noche bendita, |
la
Buena Noticia. |
Muchos
millones de años habían pasado |
desde
que comenzó a existir la Tierra, |
surgida
de entre galaxias, |
tomando
forma, separada del Sol, evolucionando, |
hasta
que apareció la vida sobre ella, |
un
día surgieron los primeros humanos, |
de
las cavernas, erguidos, |
dispuestos
a luchar por la vida, |
y a
acoger al Espíritu Divino que, desde los orígenes, |
se
mecía sobre las aguas del primer caos. |
Hacía
dos mil años desde que Abraham, el padre de los creyentes, |
obedeciendo
al llamamiento de Dios, |
partió
hacia una tierra desconocida, |
dando
así origen al pueblo escogido, heredero de las promesas. |
Mil
años que David, pastor sencillo |
que
guardaba los rebaños de su padre Jesé, |
fue
ungido por el profeta Samuel |
para
ser, un día, el gran rey de Israel. |
Desde
siglos el pueblo judío esperaba al Salvador, |
al
Mesías, anunciado por los profetas; |
al
que tenía que librar a la humanidad de todas las opresiones, |
porque
vendría a establecer un orden nuevo de paz y justicia, |
de
amor y de libertad. |
Y,
finalmente, durante la olimpíada noventa y cuatro, |
el
año 752 de la fundación de Roma, |
el
decimocuarto del imperio de Augusto, |
hace
ahora 1985 años, |
{10
(170)} en Belén de Judá, un pueblo humilde de Israel, |
ocupado
por los romanos, |
en
un establo, porque no había para ellos lugar en la posada, |
NACIÓ
EL HIJO DE MARÍA, ESPOSA DE JOSÉ, |
DE
LA FAMILIA DE DAVID, |
JESÚS
DE NAZARET, |
LLAMADO
EL MESÍAS, EL CRISTO, |
EL
SALVADOR QUE LA HUMANIDAD ESPERABA, |
EL
HIJO DE DIOS POR SIEMPRE. |
Él
era la palabra que ilumina a todo hombre, |
por
Él fueron creadas, desde un principio, todas las cosas. |
Era
la Vida, era la Luz, era el Amor. |
Vino
a su casa y los suyos no le reconocieron. |
Pero
todos los que creen en Él se hacen hijos de Dios. |
Estableció
su morada entre nosotros |
y
hemos visto su gloria, lleno de gracia y de verdad. |
Nosotros
que creemos en EI, |
nos
reunimos, alabando a Dios, |
para
celebrar nuestra fe en Cristo Jesús. |
Hermanos:
alegrémonos, porque es una gran fiesta. |
Celebremos
la Buena Noticia: |
en
toda la historia del mundo y de la humanidad, |
no
hubo Noticia tan buena como ésta. |
Ésta
era la auténtica Buena Nueva |
que
esperaba el mundo, aun sin saberlo. |
El
nacimiento de Jesús de Nazaret, |
que
demuestra que Dios está cerca, |
que
Dios ama y salva |
y
quiere comunicar su vida a todos los hombres, |
y
también a nosotros y a todos los que pueblan la tierra |
en
este año de gracia de 1985. |
Por
esto a Él le llamamos DIOS CON NOSOTROS. |
Adaptación
inspirada en el Martirologio romano, aparecida en «Noel» de la ed. Chalet. |
{11
(171)} |
5.
Documento: LA VOCACIÓN EUROPEA |
MIRAR
HACIA Europa, ahora que razones políticas y económicas, puestas en la boca de
todos, nos hablan de integración europea, representa más que una simple
homologación internacional, para nosotros, que somos cristianos. Debe suponer
un esfuerzo para recuperar la conciencia de un destino común, impregnado de
sentido cristiano, incluso más allá del efecto civilizador que la fe
cristiana fecundó hace siglos; representa hacer memoria de un camino tiempo
ha emprendido para hermanar los distintos pueblos y culturas de este pequeño
y denso continente, padre del progreso cultural, científico y espiritual del
mundo. Esta conciencia nos es no solamente útil, sino necesaria. Con
sencillez casi de caminante, ese pastor de almas, que es mons. Joan Martí
Alanis, obispo de la Seo de Urgell, nos hace reseguir la historia y nos abre
perspectivas de caminos renovados. Por eso hemos traducido la carta pastoral
que dirigió, hace poco, a sus diocesanos. Pues es la conciencia cristiana la
que debe impregnar de savia sobrenatural que libere de tristezas a ese viejo
y pecador continente, y se abra al gozo y esperanza rejuvenecedora y la
proyecte sobre el mundo. |
La
civilización europea nace en Grecia |
Dejé
que pasaran treinta años, desde que terminé en Salamanca los estudios de
humanidades clásicas, antes de visitar Grecia, el verano pasado. Al pie del
Partenón, o sentado en la feria del vino apurando una copa del moscatel de
Samos, quise recordar las discusiones filosóficas del ágora, a los geómetras
y a los médicos, a los arquitectos, a los oradores, a los poetas. Una
civilización muy original {12 (172)} que formaba la primera sociedad
desarrollada establecida en Europa. |
Roma
la expansiona |
Las
naves griegas, con los fenicios, surcando el azul del Mediterráneo, llegaron
hasta nuestras costas y aquí fundaron sus colonias y trajeron su estilo de
vida. Roma, que hizo de Europa un solo país, con grandes vías de comunicación
por tierra y con el vehículo unificador de su lengua, madre de lenguas,
expandió y amplió esta civilización, creando ciudades nuevas, enseñando el
derecho y el cultivo de la tierra y logrando establecer una dilatada paz. |
Yo
había dado principio a mi viaje partiendo de Gósol, el día de la Asunción, y
era consciente del privilegio que suponía el poder visitar, en pocos días, lo
que en otros tiempos solamente habría sido posible a costa de grandes
riesgos. Por esta razón, mientras abandonaba la Seo atravesaba el valle de la
Vansa, me puse a pensar que nuestro cristianismo nos había llegado
seguramente a través de la predicación de san Pablo, el apóstol del
Mediterráneo. Cuando entré en Grecia por la frontera del norte, el policía,
al examinar mi pasaporte, me dijo: |
«vos
sois griego». ¿Cómo podéis saberlo?, le dije yo. «Alanis», me contesto. ¿Qué
significa? «El hombre del prado, que vive en el prado», me dijo. Le respondí
que, más que en el prado, ahora vivo en la montaña, pero soy griego. ¿Os
habéis dado cuenta que Martin también es griego? |
También
alguien me había dicho que era un nombre judío. En cualquier caso, Juan es un
nombre judío. Pero tengo el alma cristiana y quiero ver los lugares paulinos.
Resultaba evidente, por todo lo que estábamos comentando, que yo era uno de
la familia, un europeo. Y por esto me dejó paso con una sonrisa de
satisfacción. |
La
Iglesia bautiza a Europa |
Resultaba
hermoso atravesar Europa dejando atrás los viejos tiempos románicos de los
Pirineos, recordando el Imperio Carolingio, yendo a parar precisamente a
Tesalónica como a primer lugar de Grecia. |
Dos
hermanos hijos de la ciudad nos descubrieron y, surgidos como de una
aparición, nos hicieron de guías. |
Pensé
entonces en otros hermanos, ahora patronos de Europa, junto con san Benito:
Cirilo y Metodio. Habían nacido también en esta ciudad, se formaron en el
espíritu {13 (173)} de la Iglesia de Constantinopla y se convirtieron en
misioneros de los pueblos eslavos, de los cuales se consideran padres de la
fe y fundadores de su lengua y su cultura. |
Benito,
saliendo de Roma, en época todavía más antigua, con sus monjes, «llevó
―como dice Pablo VI―, junto con la cruz, el libro y el arado, el
progreso cristiano a las poblaciones dispersas desde el Mediterráneo hasta
Escandinavia, desde Irlanda hasta las llanuras de Polonia». |
El
Ora et Laboras típico, que resume el espíritu benedictino. |
Crisis
de unidad |
Esta
Europa, hija de la Iglesia, ha pasado por la ruptura de la unidad de los
cristianos con el cisma de Oriente y la Reforma protestante. Por esto
nuestros patronos nos recuerdan la vocación ecuménica de todos los que
meditamos en el futuro espiritual de nuestro Continente y que afortunadamente
se refleja en todas las reuniones de los obispos europeos, como el Symposium
del año 1982, celebrado en Roma, en la conmemoración del X7 centenario de la
muerte de san Metodio el pasado mes de febrero en Londres, a las cuales pude
asistir en representación de los obispos españoles, y en las cuales pude
encontrar a representantes de las demás Iglesias cristianas. |
Una
voluntad de recuperar la unión aquí, en el Continente, donde precisamente se
han producido las fracturas, es esencial para el futuro de la fe y por lo
tanto, para el alma de Europa, que tiene en el cristianismo sus raíces
profundas. |
Este
siglo ha contemplado la amarga experiencia de dos guerras mundiales, que aquí
tuvieron su origen y por la unidad la colaboración humana han de suceder a
las peleas, la paz a las contiendas bélicas. |
¿Europa
no existe? |
Un
escritor americano P. Salinger, explica un sueño: |
Se
trata de que alguien habría dicho al actual presidente de los EE.UU. de
América, al verle preocupado por Europa, «Señor Presidente, está cometiendo
un error, porque Europa no existe. Aquí tiene este documento que lo
demuestra». El Presidente se pone a leerlo. |
Para
que Europa exista como unidad independiente, no basta con que cuente con un
territorio y una tradición cultural, Se precisaría, además, una unión
económica, {14 (174)} política y militar. Esas dos últimas no existen. Y la
primera, sólo parcialmente. Europa es un grupo de naciones soberanas, cada
una con sus propios objetivos y ambiciones nacionales propias y
contradictorias, como lo demuestran siglos de conflictos sangrientos. El
intento de 1951 de construir una Comunidad Europea de Defensa se vino abajo y
fue substituido por la NATO, en la cual participa Norteamérica. La unidad
política no existe y por eso influye poco en la política mundial. |
Este
sueño de Salinger tiene, por desgracia, una buena base de verdad. Además de
las guerras, que han acarreado la división entre la Europa del este y la del
oeste, existe diversidad de lenguas, iglesias y creencias filosóficas, y
existe una evidente separación entre el norte rico y el sud pobre. |
El
tratado de Roma |
Pero
hace más de un siglo que en los pensadores se despertó la intuición de que
este Continente, memoria del mundo, tiene una vocación a la supervivencia en
forma de una gran república, en la que se encuentren enlazados un conjunto de
pueblos libres, necesitados unos de otros. |
El
año 1920 nació en Ginebra la Sociedad de Naciones, cuya creación fue acordada
en la Conferencia de la Paz de Paris, que incluía, además, países de todo el
mundo. |
La
buena intención del ensayo se demuestra incapaz para resolver los conflictos
y así da paso en 1945 a la Organización de las Naciones Unidas. |
En
el ámbito de las Naciones Unidas, en mayo de 1949, nace el Consejo de Europa,
con sede en Estrasburgo, con el fin de intensificar las relaciones y el
progreso económico y social de los 21 países que participan en él. |
Algo
después, las preocupaciones de J. Monnet y de R. Schuman consiguen que
aparezca la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, con los seis países que
sientan las bases del tratado de Roma de marzo de 1957, con el cual se funda
la Comunidad Económica Europea, que cuenta con nueve países y están en
puertas España y Portugal. |
Recuperación
del orden económico |
La
C.E.E. es una máquina compleja, con sus organismos: la Comisión, el
Parlamento, el Consejo de Ministros y el Tribunal. El camino trazado como
programa, va más allá de las finalidades económicas y alcanza las sociales y
culturales, y es una verdadera cuesta arriba, como lo 15 (175) |
España |
demuestran
las frecuentes desavenencias, las amenazas de ruptura, las dificultades para
integrar a países nuevos miembros. |
La
Política Agrícola Común ha dado buenos resultados y Europa no solamente es
autosuficiente para alimentarse, sino que exporta excedentes de muchos de sus
productos. No obstante, es un Continente que, a excepción de la bondad de su
clima, ofrece pocas ventajas si se compara con los USA, la URSS,
Australia..., en donde las inmensas llanuras facilitan los cultivos. |
En
la industria, la del acero cobra especial importancia y provoca problemas. En
general, envejece, genera el paro y tiene dificultades para superar la
revolución electrónica. Si se compara con los USA o con el Japón, nuestra
industria parece un ejército desordenado inexorablemente abocado a la
perspectiva de la derrota. |
Se
percibe claramente que los desafíos económicos que tienen los pueblos de
Europa están pidiendo una colaboración más estrecha y, en muchos campos, el
formar parte de la Comunidad supondrá, para España, el tener que aceptar una
disciplina que será exigente y desafiante. |
En
el interior del Estado español, por el hecho de iniciar la participación, se
producirán situaciones ventajosas unas y otras adversas... |
No
solamente será preciso acercar los esfuerzos en el orden político y
económico, para superar los desafíos propios de la época. Europa será
fragmentada en lo profundo de su espíritu. Después de padecer las divisiones
de las Iglesias, se ha producido la invasión de corrientes, ideologías y
ambiciones ajenas a la fe y opuestas al cristianismo. El hombre mismo, con
sus valores y su dignidad, el destino eterno y la fe en Dios, han sido
discutidos por filosofías europeas que han puesto en crisis a la vez la fe
cristiana y la identidad espiritual de Europa. «Hechos trágicos han
ensangrentado la tierra europea con conflictos fratricidas espantosos; la
llegada de regímenes totalitarios... las dudas y reservas que plantean frente
al progreso..., el epílogo fatal de corrientes filosóficas y culturales y los
movimientos de liberación cerrados a la trascendencia... han desilusionado al
hombre europeo empujándolo hacia el escepticismo, el relativismo, cayendo
incluso en el nihilismo, en la insignificancia y en la agnosis esencial»
(Juan Pablo II, en el Symposium de Obispos Europeos). |
{16
(176)} |
Reacción
espiritual |
Estos
desafíos se han producido en un mundo cristiano y constituyen un motivo de
renovación interna de la Iglesia para purificar y profundizar su fe, para
iluminar nuevamente la vida de los hombres buscando la justicia y la
fraternidad, dándoles razones para la vida y la esperanza. |
Se
ha de predicar nuevamente el Evangelio para que el hombre europeo no se
encierre en sus pequeñas ambiciones renunciando a su vocación de vida y
esperanza. |
El
Papa Juan Pablo II, en Santiago, ya nos recordó que ala historia de la
formación de las naciones europeas no se puede separar de la evangelización;
hasta tal punto que las fronteras de las naciones europeas coinciden con las
de la penetración del Evangelio. Después de veinte siglos de historia, a
pesar de los sangrientos conflictos que han enfrentado a los pueblos de
Europa, y a pesar de las crisis espirituales que han marcado la vida del
Continente, ―hasta el punto de plantear a la conciencia de nuestro
tiempo interrogantes sobre su futura suerte―, debe afirmarse que la
identidad europea es incomprensible sin el cristianismo, y que precisamente
en él se hallan las raíces comunes de las cuales ha madurado la civilización
del Continente, su cultura, su dinamismo, su actividad, su capacidad de
expansión constructiva proyectada a otros Continentes; en una palabra, todo
lo que constituye su gloria». |
Raíces
cristianas profundas |
Al
leer un estudio reciente sobre Europa de J. Stoezel y otro de G. Defois,
compruebo que tales crisis históricas y espirituales del Continente han
provocado un sentimiento de incertidumbre y fragilidad. Pero, aun así, en el
plano moral y espiritual aparecen raíces suficientemente fuertes de
convicciones y de adhesión a los valores judeocristianos heredados. El hecho
real del cristianismo, según ellos, es todavía muy superior al que los mismos
cristianos imaginan, y no se trata de una vaga filosofía teísta o de una
nostalgia por las raíces. |
En
la encuesta que ellos realizan, se impone una primera constatación: los
europeos no son indiferentes a la cuestión relativa a la propia identidad
religiosa. Sobre cien personas preguntadas solamente una se niega a
contestar. De las demás, 57 se manifiestan católicas, 28 protestantes, 12 se
reconocen sin religión y 2 dicen pertenecer a religiones no cristianas. |
{17
(177)} Las prescripciones morales del Sinaí constituyen el fundamento moral
de la sociedad europea. Las prohibiciones de matar, de robar, de dar falso
testimonio; el honor debido a los padres, el respeto todavía muy elevado al
vínculo matrimonial, la honestidad, en general tienen importancia. |
Impresiona
comprobar que la mayor parte de la gente dice que reza, incluso algunos de
los que se manifiestan sin religión o bien ateos. Los católicos encuentran en
la religión valentía y confortación, y dicen que su Iglesia les ofrece
respuesta a sus problemas morales, más que entre los protestantes. La
historia demuestra que la tensión entre los valores cristianos y paganos,
entre dos maneras de vivir la fe, siempre ha existido en Europa de alguna
manera. Se da la existencia de un fermento cristiano suficiente para agitar
la masa que permanece abierta a las grandes cuestiones, ahora más que nunca,
puesto que está de vuelta de muchas doctrinas, ciencias y experiencias
políticas y que inicia el camino del reencuentro. Un camino que ha de ser
también de vuelta a las raíces. |
Ayer
vi en la prensa un dibujo gracioso que representa la península ibérica con
los Pirineos desplazados hasta Gibraltar. Ni los Pirineos han sido una
frontera impermeable, ni ha dejado jamás de haber comunicación. Más que
nunca, en los tiempos recientes, con el turismo las migraciones, y los M.C.S.
Pero, es cierto, que con la entrada en el M.C.E. revitalizaremos todos
nuestra vocación secular. Y ésta no podrá reducirse a la sola colaboración en
la economía y el trabajo. |
Los
obispos europeos |
Los
obispos europeos ya hace tiempo que han creado la COMECE (Comisión de los
Obispos de la Comunidad Europea) para seguir con mayor atención los problemas
de Europa. Han visto que las cuestiones tratadas a nivel comunitario,
especialmente en el Parlamento de Europa, repercuten en la vida de los
hombres y de la sociedad. |
{18
(178)} Problemas sociales, económicos, culturales, educativos. |
El
Parlamento europeo, por ejemplo, aún no está capacitado para imponer leves, y
sólo ejerce una gran presión moral sobre los legisladores de los respectivos
países, de modo que suelen pasar a las legislaciones propias las ideas que
allí se aprueban. Recientemente, por ejemplo, Francia retiró la ley de
enseñanza, no solamente por las manifestaciones masivas adversas en el
interior del país, sino también porque el Parlamento europeo se orientaba en
sentido contrario. |
Ante
esto, la COMECE busca la nuera información de los obispos y promueve la
reflexión y los contactos eclesiales en orden a hacer presente el sentido
cristiano en los grandes problemas que viren y discuten nuestras sociedades. |
Una
nueva evangelización |
Debemos
velar especialmente por los problemas de los emigrantes, que se debaten en el
Consejo de Europa, pero que tienen siempre el peligro de ser tratados con
egoísmo y explotación. Tenemos los problemas de la bioética, los del
terrorismo, los de la enseñanza no estatal, los de la ayuda necesaria al
tercer mundo. |
La
Iglesia puede jugar una carta para abrir los espíritus a los problemas
humanos, sensibilizar la opinión de los políticos cristianos, estimular la
búsqueda de solidaridad, con sentido de apertura, sin miedo ni egoísmo. La
Iglesia debería aplaudir las buenas soluciones y aportar su crítica en todo
lo que sea negativo. Deberá infundir confianza en el futuro, hacer que los
hombres y los pueblos se encuentren y compartan sus riquezas culturales,
pedir que el progreso económico se ponga al servicio del hombre. |
Por
medio de nuestras acciones de cada día, aunque sean sencillas, por la
voluntad y la conciencia que tenemos de la riqueza evangélica y de la
tradición cristiana, queremos estar en Europa para animarla espiritualmente,
dándole confianza y alegría y haciendo que sea ella misma. |
Un
cristiano y cualquier hombre de buena voluntad no actúa sólo para la
resolución de los problemas económicos, sino también y siempre para la
justicia y para una mayor humanidad para todos. |
Juan
Pablo II, 22.11.85 |
|